El huracán Beryl mantiene en vilo al Caribe: ¿por qué es tan preocupante?
Los vientos han alcanzado los 241 kilómetros por hora. El fenómeno deja, hasta ahora, al menos nueve fallecidos.
Beryl preocupa, y mucho. El huracán que amenaza las costas bañadas por el Mar Caribe abre estos días los telediarios de medio mundo, y lo hace por un motivo muy concreto: nunca antes se había generado un huracán de grado 5 (el máximo) en una fecha tan temprana, tal y como conirman los datos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA).
La llegada de Beryl podría ser el anticipo de "una estación muy activa y con riesgos para toda la cuenca atlántica, lo que una vez más muestra la necesidad de sistemas de alerta temprana”, tal y como ha señalado la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de las Naciones Unidas.
Sí: es normal que se produzcan este tipo de fenómenos naturales en la zona, pero no que lo hagan tan pronto. La temporada de huracanes se prolonga durante todo el verano, con su pico más alto es a finales del mes de agosto. Sólo estamos a principios de julio y Beryl ya bate todos los récords.
Los efectos ya se han hecho notar. En Unión Island, en el archipiélago de San Vicente y las Granadinas, el 90% de las casas han quedado dañadas o destruidas. Los vientos, que han alcanzado los 270 km/h, también han causado estragos en el norte de Venezuela, arrancado tejados en Jamaica y dejado barcos pesqueros a la deriva en Barbados, así como en otras islas del Caribe como Granada.
Entre los países que más preocupaban estaba la República Dominicana y especialmente Haití, donde la situación social es caótica. Afortunadamente, la población salió prácticamente indemne, excepto por algunos problemas con el suministro de luz y agua: casi medio millón de personas sufrieron cortes de luz a consecuencia del fuerte oleaje y la intensidad del viento.
Camino a México
Ahora, Beryl se dirige hacia la la península de Yucatán, en México. Por el camino ha perdido algo de fuerza, y ha quedado convertido en huracán de categoría 4. Pero eso no significa que no entrañe un grave riesgo. Las autoridades de la costa caribeña del país, muy conocida por su actividad turística, han preparado refugios y han evacuado a algunas comunidades, además de movilizar 4.900 efectivos del ejército. Incluso se han trasladado huevos de tortugas marinas de playas amenazada. A 905 kilómetros al sureste de la localidad de Tulum se han registrado vientos de 215 km/h.
Los científicos coinciden: el cambio climático explica la intensidad de Beryl. En concreto, las altas temperaturas del mar, que superan los 27 grados centígrados, en niveles más propios de finales de agosto. Esos niveles hacen que crezca el riesgo de huracanes, dado que el agua caliente causa más evaporación, alimentando así la velocidad de los vientos en el océano.