Especial
Los Buds 2 Pro de CMF by Nothing te enseñan que no hace falta gastar mucho dinero para tener buen sonido
La marca sigue el camino de la democratización tecnológica.
Me vais a tener que perdonar pero es que, con CMF by Nothing, el discurso se hace solo. Gastar más dinero en tecnología que el que pide esta compañía es puro vicio, nunca necesidad.
Tenemos sobre la mesa los CMF Buds 2 Pro, los últimos auriculares de esta marca y, una vez más, se hace difícil pensar en gastar más de 59 euros en una pieza in-ear de audio portátil después de haberlos probado.
Lo primero que llama la atención con los Buds 2 Pro, de nuevo, es la comodidad. El plástico los hace extremadamente ligeros y entran en el pabellón auricular como un guante (al menos al mío). Quizás
La primera vez que los probé era de noche y no había apenas ruidos que me molestaran, pero la cancelación de ruido me metió de lleno en un concierto acústico como si estuvieran tocando en mi salón; con frecuencias graves potentes pero muy agradables y medios y agudos perfectamente balanceados. No había ni una sola frecuencia que quisiera alterar a través del ecualizador.
Los números dicen que estos auriculares tienen drivers duales; uno para graves de 11mm y un tweeter de 6mm. A esto hay que sumar la tecnología LDAC, una codificación de audio desarrollada por Sony y que da acceso al Hi-Res Audio Wireless y Dirac Opteo (o audio de alta resolución, para que nos entendamos). En cualquier caso, todo esto se traduce como un sonido potente, envolvente y dinámico.
La sorpresa es que este sonido se mantiene en el exterior gracias a una potente cancelación de ruido, que funciona considerablemente mejor que en el modelo normal (sin el “Pro”), y al nivel de primeras marcas de auriculares que duplican el precio de estos Buds 2 Pro. La hoja de producto nos dice que el auricular detecta y compensa automáticamente cualquier fuga de ruido que existe entre el auricular y el canal auditivo y, tras la experiencia con ellos en las orejas os puedo asegurar que algo está funcionando maravillosamente bien en ellos.
Pero, más allá de ese salto cualitativa en el audio y en la cancelación de ruido, una de las diferencias más importantes entre ambos modelos (Buds 2 vs Buds 2 Pro) es el dial circular con pulsador que tiene el estuche. Donde el modelo original tenía ese detalle giratorio como divertimento estético que permitía colgar un cordón, estos nuevos Buds 2 Pro añaden una función inteligente y personalizable que permite ajustar el volumen, controlar la reproducción o cambiar el modo de cancelación de ruido y silenciar el micro durante las reuniones. Todo un paso adelante en un diseño que a buen seguro tenía esa razón de ser en el modelo Pro y que sorprendió como detalle estético en el modelo más económico. En adelante, será interesante tener el estuche cerca en los viajes largos. No solo por la posibilidad de obtener más carga (que raramente la necesitaremos si partimos del 100%), también por la comodidad de poder controlando todo desde el estuche como si tuviéramos un mando en la mano.
Una vez más, CMF by Nothing llega para democratizar la tecnología, dando más a los que menos tienen (o a los que menos quieren gastar). Los Buds 2 Pro son unos auriculares muy cómodos, fabricados en plástico pero con un acabado que tiende al premium (sobretodo en el estuche) y con una calidad de sonido que no pertenece a un producto de 59 euros, que es el precio oficial de salida.
Llegan a las tiendas en cuatro colores; el naranja molón de CMF, los clásicos: gris oscuro y blanco y un azulón eléctrico bastante atrevido pero bastante menos ponible que el resto. Para gustos, colores y auriculares de CMF by Nothing.