¿Cuándo terminan las fiestas de San Fermín y qué día es el 'Pobre de mí'?

Los Sanfermines es una de las festividades más emblemáticas de España, se celebran anualmente en Pamplona, Navarra. Estos encierros y fiestas en honor a San Fermín, el patrón de la ciudad, la ciudad atrae a miles de visitantes de todo el mundo.

La duración oficial de los Sanfermines es de nueve días, comenzando el 6 de julio y culminando el 14 de julio. El evento se inicia con el famoso 'Chupinazo', un lanzamiento de cohetes desde el balcón del Ayuntamiento de Pamplona. A partir de ese momento, la ciudad se sumerge en una mezcla de tradición, alegría y adrenalina.

Los encierros son el corazón de los Sanfermines. Cada mañana, a las 8:00 horas, los valientes corredores se enfrentan a los toros bravos mientras recorren las calles estrechas del centro histórico. El objetivo es llegar a la Plaza de Toros sin ser embestido por los astados. Estos emocionantes y peligrosos eventos se repiten durante los nueve días, creando una atmósfera única de emoción y riesgo controlado.

El último día, el 14 de julio, marca el momento más emotivo de las festividades gracias al 'Pobre de mí'. Este cántico, entonado en la Plaza del Ayuntamiento, simboliza el adiós a la fiesta y el retorno de la ciudad a la tranquilidad.

Este es el origen del 'Pobre de mí'

El 'Pobre de mí' tiene sus raíces más profundas en la tradición popular. Su origen se estima en los años 20, cuando los pamploneses, vestidos de blanco y con pañuelos rojos al cuello, se congregaban para despedir las festividades. La iniciativa se institucionalizó en 1968.

A medianoche del 14 de julio, la Plaza del Ayuntamiento se llena de personas alzando sus pañuelos y sosteniendo velas. Es el momento de decir adiós a los encierros, los bailes y las charangas. La ciudad se apaga gradualmente, y el 'Pobre de mí' resuena en las calles. Es el cierre oficial de los Sanfermines, aunque muchos suelen prolongar la fiesta hasta altas horas de la madrugada.

Para algunos, no hay día más triste que el 14 de julio. El 'Pobre de mí' es un recordatorio de lo fugaz que es la alegría y la importancia de vivir intensamente cada instante, pues es el final de una gran semana.

Así, Pamplona se despide de sus fiestas, pero la esencia de los Sanfermines perdura en el corazón de quienes las viven año tras año.

En definitiva, los Sanfermines son una experiencia única que combina tradición, valentía y diversión. Durante nueve días, Pamplona se convierte en un torbellino de emociones, atrayendo a personas de todas las edades y culturas que buscan vivir la intensidad de esta celebración centenaria.