Martin Urrutia da su primer concierto en solitario tras ‘OT 2023’ con un repertorio que marca su camino en la música

Este sábado Operación Triunfo cerrará gira en Valencia con un último concierto que seguro que, como nos ha confesado Martin Urrutia, tendrá alguna sorpresa especial. Pero antes de ese gran día, ha vivido uno muy especial en su tierra, en Bilbao como parte de los conciertos de día en la ciudad del BBK Live Festival.

Tras el concierto de Alba Reche en el Bereziak, le ha tocado a él. Horas antes la Gran Vía de Bilbao se llenaba de gente porque a las puertas de la Sala BBK se preparaba el escenario para recibirle.

Los pañuelos de Getxo, los carteles, las olas azules hechas con cartulina y las cámaras preparadas dejaban claro que nadie quería perderse detalle de ese momento histórico que recordará como clave en su carrera y que ha vivido lleno de ilusión y con mucha emoción.

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El primer concierto en solitario de Martin

Salía al escenario para cantar God Only Knows, en esta ocasión sin Juanjo Bona que ya había avisado que, por mucho que lo había intentado, no iba a poder acompañar a su chico en este día tan especial. Sí estaban amigos y familia del joven vasco no ha dejado de hacer referencia a ellos. Porque si algo ha estado Martin en este concierto es hablador.

“Estoy flipando y muy feliz de estar en Bilbao cantando, en mi casa. Sé que hay gente que ha venido de un montón de zonas, lo sé todo. Sé de dónde venís, me he enterado, estoy eternamente agradecido por este amor que veo cada día, porque lo veo cada día, con vuestros edits de TikTok, con los vídeos, los mensajes, las cartas. Estoy en un sueño. Y gracias al BBK por invitarme a cantar hoy aquí”, eran sus primeras palabras.

Muchos se preguntaban qué repertorio iba a cantar un artista que solo ha publicado una canción y no tardaba en explicarlo. “Este setlist tiene un toque muy mágico. Voy a cantar Rompeolas por primera vez en directo”, avanzaba. Pero también había canciones escogidas para la ocasión que “van bastante en el camino de lo que quiero hacer”.

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Nuevas versiones

Y para hacerlo realidad, allí estaban sobre el escenario los músicos de El buen hijo que también forman del cartel del BBK Live. La primera canción inesperada era Nadadora, de un grupo de Donosti llamado Family.

“¿Tenéis ganas del concierto?”, preguntaba. No había dudas, el público estaba completamente entregado a la causa. “Antes de seguir quiero mandar un abrazo y un beso muy fuerte a mi familia que está ahí, os quiero mucho”, decía mientras su hermana hacía un gesto para que lo dejara ya.

“Quiero que lo que haga hoy aquí se os quede y os llegue al corazón. Vamos a ir ahora con un homenaje a un artista que para mí es fundamental. Es un referente para mí y mis amigas desde hace unos años. Tuve el placer de conocerla hace poco y decir que tengo su whatsapp. Ella es increíble”, afirmaba antes de empezar a cantar Nuevo verano de Amaia Romero.

Tras cada canción llegaba una interactuación con el público. Se sentía cómodo, dominando la situación y tremendamente agradecido por vivir ese momento. “¿Qué tal estáis? ¿Estáis bien? ¿Lleváis mucho tiempo aquí?”, y ante la respuesta afirmativa de sus seguidores decía, “ya lo siento, espero que lo paséis bien”. Hay gente llegada de Málaga, Zaragoza, Madrid, Valencia e incluso de fuera de España.

Volvía a Donosti para rescatar Nada debería fallar de La buena vida, un grupo de San Sebastián de la escena indie pop de los 90 que por generación no correspondería a Martin, pero que conecta muy bien con su forma de entender la música.

Un año del casting de Operación Triunfo

“Mañana hace un año que hice el casting de Operación Triunfo y mirad todo lo que pasado de por medio, estoy eternamente agradecido, también de tener a mi familia al lado siempre”, recordaba haciendo balance de lo mucho que ha cambiado su vida en tan solo un año.

La academia le ha cambiado la vida. En el programa cantó un tema muy especial con Chiara Oliver, Escriurem. También la ha cantado en el concierto, pero en esta ocasión con Alba Reche. “Va a sustituir a mi querida Kiki”, decía para darla paso al escenario y cantar juntos este tema que nos devuelve una vez más al programa.

Luego sí, llegaba uno de los momentos más esperados. Martin cantaba por primera vez en directo su único single hasta ahora: Rompeolas. Envuelto en una ikurriña se lanzaba a cantarla en uno de los momentos más emotivos del concierto donde todo el público cantaba con él con la emoción de saber que estaban viviendo un momento histórico en la carrera del artista al que siguen de manera incondicional.

En varias ocasiones dejó claro que tiene intención de seguir haciendo canciones. “Puede parecer que he estado perdiendo el foco en la música”, empezaba diciendo antes de percatarse de que alguien se estaba mareando entre el público. Dejaba su discurso y pedía que abrieran el espacio para que se recuperase y pedía que le dieran agua.

Martin asegura que habrá más música

“Estaba diciendo que parece que se me ha sacado un poco del foco de la música y no es verdad. He estado haciendo la serie que estamos terminando y estoy muy contento con Mariliendre y con exponer esta faceta actoral, pero mi cabeza está llena de música y estos momentos me dan vida, quiero hacerlo. Sé que tenéis paciencia, pero va a llegar, tarde o temprano, de verdad”, les decía a sus seguidores que se volvían locos con sus palabras.

Martin ha dado un concierto muy consciente de dónde estaba y de ahí que haya basado el repertorio en canciones de grupos vascos. Aparte de Family y La buena vida, también recurría a Kuta, un grupo de Guipúzcoa que canta en euskera, una ocasión más de escucharle en su idioma con una versión de Nostalgia.

Una despedida que nadie quiere

A falta de repertorio, volvía a cantar por petición popular God Only Knows. Nadie quería que el momento terminase. “Haría más canciones, pero es que no tengo”, admitía. Pero se notaba que estaba a gusto y disfrutando y le costaba abandonar el escenario. Cuando la gente empezó a corear Ya no te hago falta, el tema que cantó en la gala 10 del programa, él no dudaba en cantarla a capela.

Y entonces sí, se iba con un primer concierto en solitario muy vasco, marcando las pautas del indie pop que quiere tomar como referencia y demostrando, una vez más, lo cómodo que se siente sobre un escenario. Eso sí, supo a poco y dejó a todos con ganas de mucho más.