¿Qué es el metal extremo y cuáles son sus principales subgéneros?
Del death al black, pasando por el grindcore, el doom o el thrash. Un viaje sin retorno a los sonidos más brutales jamás creados.
Su mero nombre ya da una pista. El metal extremo es la rama más agresiva del heavy metal, una variante del rock ya de por sí caracterizada por la fiereza de su sonido, que bebió de las fuentes del hard rock y la psicodelia de finales de los 60 y principios de los 70 para alumbrar a toda una subcultura. Y sin embargo, al igual que ocurre con el rock, el metal extremo no hace referencia a un sólo estilo musical, sino a toda una familia de subgéneros con un denominador común: llevarlo todo un paso más allá. Más agresivo, más veloz, más pesado. Más ruidoso y brutal.
Para conocer los orígenes de lo que hoy se conoce como metal extremo hay que retrotraerse a finales de los 70 y principios de los 80. Coincidiendo con el cambio de década, el heavy dio un salto de gigante hacia la popularidad masiva. El glam californiano de Motley Crue, WASP o Van Halen se hizo un hueco en las listas. El thrash de Metallica, Megadeth, Slayer y Anthrax demostró que se podían hacer riffs aún más salvajes, recogiendo el testigo del punk. En el Reino Unido arrasaba la llamada New Wave of British Heavy Metal con Iron Maiden, Judas Priest o Saxon. Y en la Europa continental, especialmente en Alemania, bandas como Helloween, Blind Guardian o Gamma Ray congregaban a decenas de miles de fans en cada concierto. El heavy estaba en todas partes.
Pero siempre hay quien intenta darle una vuelta de tuerca. Y fue entonces cuando las etiquetas comenzaron a brotar: death metal, black metal, grindcore, sludge, doom… Subgéneros que trascendían el metal clásico y que contaban, y siguen contando, con toda una serie de características que los hacen únicos. ¿Qué es cada cosa? Y sobre todo, ¿a qué suena? Ahí va una breve guía para entender toda una manera de concebir la música que, lejos de perder fuerza, sigue contando con una fiel legión de seguidores en todo el mundo.
DEATH METAL
Temáticas: Terror, religión, filosofía, muerte, canibalismo, torturas.
Sonido: Voces guturales, afinaciones graves, distorsión, percusión rápida.
Grupos destacados: Death, Cannibal Corpse, Dismember, Morbid Angel, Deicide, Obituary, Cannibal Corpse, Avulsed, At the Gates.
Subgéneros: Brutal death, death metal melódico, death metal progresivo, death and roll, deathcore.
BLACK METAL
Temáticas: Satanismo, ocultismo, paganismo, pesimismo, misantropía.
Sonido: Chillidos, guitarras y baterías veloces, distorsión, sonido atmosférico, oscuro y profundo.
Grupos destacados: Mayhem, Burzum, Bathory, Dark Funeral, Cradle of Filth, Celtic Frost, Dimmu Borgir.
Subgéneros: Ambient black metal, black metal melódico, depressive black metal, folk black, Industrial black metal.
GRINDCORE
Temáticas: Temas sociales y políticos, sangre, violencia, humor negro.
Sonido: Fusión del death metal y el hardcore punk. Voces guturales y alaridos agudos, afinaciones graves, distorsión, percusión vertiginosa.
Grupos destacados: Napalm Death, Carcass, Anal Cunt, Phobia, Repulsion, Agoraphobic Nosebleed, Regurgitate, Terrorizer.
Subgéneros: Goregrind, Noisegrind, Porngrind, Cybergrid.
DOOM
Temáticas: Nihilismo, muerte, odio, miedo, dolor.
Sonido: Ritmos lentos y pesados, distorsión, afinaciones graves, voces limpias o guturales.
Grupos destacados: Cathedral, Pentagram, Type O Negative, Paradise Lost, Neurosis.
Subgéneros: Drone metal, Epic doom, Funeral doom, Gothic Doom.
SLUDGE
Temáticas: Misantropía, depresión, sufrimiento.
Sonido: Mezcla de doom y hardcore punk. Ritmos pesados y densos, afinaciones graves, voces desgarradas, experimentación.
Grupos destacados: The Melvins, Down, Crowbar, Grief, Eyehategod, Corrosion of Conformity, Superjoint Ritual.
Sonido: Mezcla de doom y hardcore punk, ritmos agresivos, sonido sucio con distorsión, afinaciones graves, ausencia de solos de guitarra.
Subgéneros: Stoner Sludge, Sludgecore, Atmospheric Sludge, Progressive Sludge.