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El 22 de julio fue el día más caluroso jamás registrado en la Tierra
La NASA certifica, en base a los datos de temperatura diaria, que ese lunes las temperaturas alcanzaron valores nunca vistos.
Las evidencias al respecto de las consecuencias del cambio climático están ahí, y no hay más que salir a la calle para comprobarlo. Pero más allá de la percepción individual, los datos parecen ser inequívocos: los veranos cada vez son más tórridos.
El último organismo en poner esos datos encima de la mesa ha sido la NASA, la Agencia Espacial Norteamericana. Y son, como poco, inquietantes: el pasado 22 de julio fue el día más caluroso en la Tierra. Al menos, desde que existen registros.
Aquel lunes, la temperatura media global superó los 16°C. Para encontrar el segundo día más caluroso sólo hay que ir un día más allá: el 21 de julio. Los datos han sido obtenidos por los sistemas Modern-Era Retrospective analysis for Research and Applications, Version 2 (MERRA-2) y Goddard Earth Observing System Forward Processing (GEOS-FP).
En la siguiente gráfica, aportada por los científicos del organismo estadounidense, los valores de temperatura media global diaria de MERRA-2 para los años 1980-2022 se muestran en blanco, los valores para el año 2023 se muestran en rosa y los valores desde 2024 hasta junio se muestran en rojo. Los valores de temperatura global diaria del 1 al 23 de julio de 2024 de GEOS-FP se muestran en violeta.
"En un año que ha sido el más caluroso registrado hasta la fecha, estas últimas dos semanas han sido particularmente brutales", ha explicado en un comunicado el administrador de la NASA Bill Nelson, al respecto de unos datos que han sido obtenidos gracias a observaciones globales de instrumentos en tierra, mar, aire y satélites, así como gracias al empleo de modelos atmosféricos.
"Estas últimas dos semanas han sido particularmente brutales"
Además, se da la circunstancia de que estos últimos registros de temperatura diaria se producen tras 13 meses de récords mensuales consecutivos, según los científicos del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA en Nueva York.
Las informaciones no son sólo de la NASA: también coinciden casi plenamente con un análisis independiente del Programa de Observación de la Tierra Copernicus de la Unión Europea. Esta organización, perteneciente a la ONU, comenzó a medir la temperatura de la Tierra en la década de 1940, pero los estudios realizados en anillos de árboles y núcleos de hielo sugieren que las temperaturas están aumentando a niveles no vistos en miles de años.