El primo de José Luis Martínez-Almeida visita ‘First Dates Hotel’ y destaca su parecido con Colate Vallejo-Nágera

Esta semana hemos tenido una nueva entrega de First Dates Hotel, esa versión del programa de citas conducido por Carlos Sobera. El presentador se mostraba sorprendido cuando uno de los nuevos solteros en busca de amor, con multitud de títulos nobiliarios, le hacía una revelación: “Eres amigo de mi primo”.

Sobera no se lo podía creer cuando Juan Antonio le decía que su primo es José Luis Martínez-Almeida, el alcalde de Madrid. Aseguraba que él le tenía aprecio, “pero él no sé, no me invitó a su boda”.

Pero el invitado a su hotel, que llevó las arras en la boda de los padres del alcalde, le dejaba claro que no se perdió nada porque la de su primo había sido algo aburrida.

Parecidos razonables

Juan Antonio tiene 64 años y Albina, la mujer de 56 años que le han propuesto en el programa no tardó en asegurar que se parecía a Colate Vallejo-Nágera. “Me han parado varias veces, ‘oye, una foto Colate’”, le decía él que no le pillaba por sorpresa ese parecido razonable.

Durante su cena se dieron cuenta de que tenían un pasado común por su trabajo en el mundo inmobiliario, aunque él ahora está más centrado en ser bróker de arte, oro, diamantes y petróleo.

La madre reencarnada

Ella le presentaba a sus dos perros y le hacía una revelación un tanto inquietante: “Mi madre se ha reencarnado en la perra, el alma de mi madre está en la perra". Un yorkshire que apareció medio calva y desnutrida mientras daba un paseo con su otro perro. No tardó en llevar a su cita a la habitación para presentárselos, pero no parece que hubiera mucha química entre ellos.

Así que los dejaron en la habitación y se fueron a tomar algo con unas vistas de ensueño y llegaron a la conclusión de que echan de menos valores y educación hoy en día. “soy muy social, pero no en la sociedad en la que he nacido porque, no es que esté en contra, pero el mundo no va así. La típica familia que antiguamente se casaban entre primos para el tema de los títulos, para que no se perdieran y soy un poco como la oveja negra de la familia”, reconocía él.

La cosa fluyó y hubo más citas, la siguiente, para hacer paddle surf donde demostraron que a ninguno de los dos se le daba especialmente bien.

Finalmente, cuando les preguntaron si querían seguir conociéndose, ambos coincidieron en su respuesta: “Donde nos lleve la vida”.