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30 años de la ‘orgía de violencia’ en un concierto de Oasis
Un guardia de seguridad desveló que cualquier herida que Noel sufriera esa noche fue accidentalmente autoinfligida, porque el fan no le tocó
Lo que pasó aquella noche en Newcastle se definió como "una orgía de violencia". Cuando faltaban solo 20 días para que Oasis publicara su primer álbum, la banda emprendió una nueva gira. En el primer concierto, en Riverside, se lio una gorda cuando un tipo saltó al escenario y "enterró su puño en una de las famosas cejas de Noel". Se cumplen ahora 30 años de aquel tristemente famoso show del 9 de agosto de 1994. La guitarra con la que se defendió Noel se rompió. Era un regalo de Johnny Marr y había pertenecido a Pete Townshend.
En agosto de 1994, Oasis eran relativamente desconocidos. Una banda indie emergente con mucho futuro liderada por los hermanos mancunianos Noel y Liam Gallagher. Contaban con una buena legión de seguidores tras el éxito de singles como Supersonic o Shakermaker. Justo un día después de que el single Live forever saliera a la luz, emprendieron una gira por Reino Unido para promocionarlo. El primer concierto fue en Riverside, en Newcastle. Faltaban justo 20 días para que el primer álbum del quinteto de Manchester, Definitely maybe, viera la luz.
Al parecer, el ambiente estaba ya tenso aquel 9 de agosto de 1994. Había un pique futbolístico entre el grupo (del Manchester City) y los hinchas del Newcastle United. Oasis tocó cinco temas, entre ellos, los singles Shakermaker o Live forever, y cuando había empezado el sexto, Bring it on down, una persona del público invadió el escenario. Jo Whiley, de BBC Radio 1, estaba allí cubriendo el concierto y lo contó en directo: "Básicamente, alguien ha irrumpido en el escenario. Ha dado un puñetazo a Noel. Noel toma represalias, salta hacia el público. Liam le sigue. Y todo es horrible, un estúpido error". Según Bonehead, Liam intentó "golpear a ese tipo con el micrófono de pie y Noel con la guitarra".
Cuando Liam regresó al escenario, dijo: "Vale, queremos tocar aquí, pero no podemos porque vosotros no podéis hacer cosas como esta. Gente saltando, golpeando a la gente, en el escenario. Perdón. La próxima vez... ¿sabéis lo que quiero decir? Hasta la próxima".
El biógrafo de Oasis, Paulo Hewitt, cuenta que "Noel ya era consciente de que había un tipo que no paraba de provocarle verbalmente. En aquel momento, el grupo no tenía seguridad privada que les protegiera. De repente, el joven apareció sobre el escenario y enterró su puño en una de las famosas cejas de Noel… la sangre salía a borbotones salpicando el escenario".
La banda se marchó furiosa del escenario y no regresó. El público se puso como una fiera cuando el show fue cancelando y una multitud de 300 personas asaltó la furgoneta de la banda mientras se marchaba. Algunos invadieron el escenario. El grupo se las arregló para escapar y llevar a Noel al hospital. Necesitó puntos. Al día siguiente, el incidente ocupó los titulares de la prensa británica. El Daily Mail aseguró que el show había derivado en "una orgía de violencia".
Oasis emitió un comunicado disculpándose por terminar tan pronto el concierto, pero que tuvieron que hacerlo porque Gallagher sangraban mucho. "Las acciones de un lunático han arruinado a todos", señalaba el escrito.
Años después de la famosa revuelta, se publicó el libro Riverside: Newcastle’s Legendary Alternative Music Venue (2011) que recogía lo ocurrido aquella noche. Según Mal Wallace, del equipo de seguridad del Riverside, cualquier herida que Noel sufrió fue accidentalmente autoinfligida, porque el fan no le tocó. "Noel levantó el mástil de su guitarra cuando el chaval estaba dirigiéndose hacia él, ¡y se golpeó a sí mismo con su propia guitarra! Todo se descontroló".
Esa guitarra era una Gibson Les Paul Custom de los 60 con mucha historia. Había pertenecido a Pete Townshend de The Who. Y Johnny Marr se la había comprado. La utilizó para grabar el tercer álbum de The Smiths, The queen is dead. Y se la había regalado a Noel porque le gustaba la actitud del joven músico, su personalidad y su seguridad. Lamentablemente, Gallagher la rompió intentando golpear al díscolo invasor del escenario del Riverside.
Con una asombrosa franqueza, y con toda su caradura, Gallagher le pidió a su generoso benefactor un 'reemplazo' de la carísima guitarra. Y recibió otra: una Gibson Les Paul Custom negra de 1978. Según contaba Marr en The Guardian: "Darle esas guitarras a Noel se ha convertido con los años en una gran historia. Pero la gente no se da cuenta de que en esa época él no era quien es ahora. Lo hice porque lo necesitaba, porque yo era afortunado y tenía montones de guitarras, y porque deseaba que alguien hubiera eso hecho por mí".
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop