Un 'streamer' se pasa 12 días sin dormir en directo para batir un récord, pero se lleva un chasco

Nos hemos acostumbrado a ver situaciones de lo más absurdas en Internet, especialmente entre los influencers y youtubers que se encuentran en la búsqueda constante de atención y notoriedad. Uno de ellos es Norme, un conocido streamer de YouTube que se ha apuntado a uno de los retos más absurdos: batir el récord de no dormir.

No podemos saber de dónde le surgió la idea, pero este joven australiano se puso manos a la obra y se tiró 10 días enteros sin pegar ojo, grabando cada segundo de ese tiempo con su cámara y difundiéndolo en directo a través de su canal. Al principio, los suscriptores animaban al streamer, pero al ver los signos evidentes de fatiga del usuario, empezaron a preocuparse.

"Es una tendencia peligrosa y preocupante" o "Es increíblemente irresponsable fomentar este tipo de comportamiento" son algunos de los comentarios que han dejado muchos usuarios en las redes sociales, por lo que YouTube ha decidido bloquear la cuenta de Norme cuando este llevaba una decena de días sin dormir. Lo mismo ha hecho Twitch.

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Pese a ello, el australiano quiso seguir con su objetivo y se pasó a la plataforma de vídeo Rumble. Desde allí, Nerme continuó con su peligrosa carrera y logró pasar 12 días sin descansar ni llegar a dormirse. Sin embargo, a pesar de que muchos de sus seguidores creen que con esta 'hazaña' el streamer ha logrado superar el récord...no ha sido así realmente.

No, no ha superado el récord

El récord Guinness para la persona que más tiempo ha estado despierta se lo llevó en 1986 Robert McDonald, quien estuvo despierto durante 18 días, 21 horas y 40 minutos. En total, fueron 453 horas y 40 minutos, frente a las 288 horas que pasó despierto el joven australiano. En todo ese tiempo, la transmisión del vídeo en directo llegó a acumular más de 40.000 espectadores.

Otra de las partes de este arriesgado 'reto' que más criticaba la audiencia es que el hermano del streamer era quien le ayudaba a mantenerse despierto y, para ello, le rociaba con agua en la cara para que se mantuviera despierto.