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"Cadáveres", el cómic del que nace la serie de Netflix
Seguro que habéis oído hablar de “Cadáveres”, una serie de Netflix de esas que crean altas expectativas por su atractiva premisa argumental: Un mismo asesinato presentado en cuatro líneas temporales diferentes.
Lo que quizás no sabrás es que Cadáveres, antes que una serie de TV, fue una miniserie de cómic publicada por Vertigo Comics entre octubre de 2014 y mayo de 2015 y de esa serie queremos hablar hoy.
Escrita por Si Spencer "Cadáveres" sigue una premisa intrigante: cuatro detectives investigan el mismo cadáver encontrado en Londres, pero en cuatro líneas temporales distintas. En 1890, tenemos a Edmund Hillinghead, un inspector de la época victoriana. Charles Whiteman en 1940, un detective corrupto durante la Segunda Guerra Mundial. Shahara Hasan, una detective musulmana en la actualidad. Y Maplewood, una investigadora en un Londres distópico en el año 2050.
El misterio central, por supuesto, es comprender cómo el mismo cadáver aparece en estos períodos de tiempo tan distantes y, para ello, cada detective tendrá su propia perspectiva, influenciada por el contexto histórico y cultural en el que vive.
Para ese complejo tejido de hilos narrativo, Spencer colabora con cuatro artistas diferentes (Dean Ormston, Tula Lotay, Meghan Hetrick y Phil Winslade), que aportan diferentes registros gráficos al conjunto y una identidad propia a cada línea temporal. En esos cuatro estilos encontramos de todo; hay estilos más interesantes que otros y, si bien es algo existencial para ayudar al lector a diferenciar las épocas en los saltos temporales que propone la narración, no podemos evitar pensar que podría haberse buscado un resultado final más homogéneo en términos de “compatibilidad de estilos”.
Es decir, nos gusta la idea de que existan cuatro estilos de dibujo diferenciadores, pero nos habría gustado hojear el álbum y ver una consistencia y una armonía general.
En cualquier caso, tengamos una mejor o peor sintonía con los diferentes estilos de dibujo, solo el intrigante punto de partida de esta historia es razón suficiente para recomendar la compra del álbum y, si te quedas con ganas de más, saltas a la serie de Netflix ya con un criterio formado sobre la historia original.