Crece la oposición al “proyecto más contaminante de España”
Los vecinos de Sineu, en Mallorca, están en pie de guerra contra los planes de construir una macrogranja para unas 750.000 gallinas ponedoras.
Las macrogranjas están, desde hace años, en el punto de mira. Ecologistas, animalistas y vecinos coinciden en oponerse frontalmente a ellas. Los primeros, por la huella medioambiental que deja en el medio ambiente, especialmente en lo referente a la gestión de los residuos y su relación directa con la contaminación por nitratos, que afecta gravemente a las aguas tanto superficiales como subterráneas. Los segundos, por el trato que reciben los miles de animales que se hacinan tras los muros de estas gigantescas instalaciones. Y los terceros, por las molestias que suponen para el día a día.
Pese a ello, España ha apostado fuerte por este modelo: según Greenpeace, nuestro país ha pasado de contar con 1.569 macrogranjas en el año 2013 a 3.618 en 2022, lo que equivale a un aumento del 135% en menos de una década. Una forma de producción extensiva que, según sus defensores, es imprescindible para satisfacer la demanda de carne.
El último municipio en engrosar la lista de los 1.372 que tienen una de estas instalaciones en su término municipal es Sineu, en Mallorca. Allí, está previsto instalar una de las mayores macrogranjas avícolas de toda Europa, con capacidad para unas 750.000 gallinas ponedoras, que producirían unos 156 millones de huevos al año. El proyecto está ahora en proceso de información pública en la Conselleria de Vivienda, Territorio y Movilidad hasta el próximo 30 de agosto. Sería, según organizaciones ecologistas como Greenpeace, la macrogranja más contaminante de toda España.
El alcalde, en contra
Los vecinos se han organizado para alertar de los peligros que supone el proyecto, en una oposición ferrea que cuenta, también, con el apoyo del ayuntamiento: el alcalde de la localidad, Tomeu Mulet, del Partido Popular, se ha sumado a las protestas contra la macrogranja.
Entre los motivos del primer edil para oponerse a la nueva instalación avícola está el impacto que tendría sobre los recursos hídricos de la zona. Se estima que la instalación requerirá hasta 61.016 metros cúbicos de agua anualmente, lo equivalente a casi 25 piscinas olímpicas.
No sólo nuestro medio ambiente va a sufrir; nosotros, los ciudadanos de Sineu, también nos veremos afectados
Por todo ello, se ha puesto en marcha una campaña de recogida de firmas en la plataforma Change.org que, hasta el momento, ya ha conseguido superar los 1.700 apoyos. “Nuestra escasez de territorio y los recursos hídricos ya desbordados afrontarán una presión insostenible”, explican los impulsores de la petición. Y añaden: “No sólo nuestro medio ambiente va a sufrir; nosotros, los ciudadanos de Sineu, también nos veremos afectados por una serie de molestias, como por ejemplo los olores debido al elevado volumen de heces que se van a producir, problemas de insectos y posibles plagas y un aumento significativo del tráfico de camiones en una carretera que no está preparada, aumentando su peligrosidad por los usuarios”.
Por todo ello, los vecinos de la localidad invitan a todo el mundo a rubricar la petición, de cara a conseguir que, al menos, su voz sea escuchada por parte de quienes pueden detener un proyecto que hoy les afecta a ellos, pero que el día de mañana podría tener una réplica en cualquier otro punto de la geografía española.