La caza de osos desata la polémica en Suecia

El país escandinavo ha autorizado la caza del 20% de los ejemplares de oso pardo. 

Los osos pardos de Suecia, en peligro. / Johnny Johnson

Uno de cada cinco osos pardos de Suecia podrá ser abatido por los cazadores. Es la polémica decisión que ha adoptado el gobierno del país escandinavo, donde se han emitido licencias para cazar a unos 500 de estos animales pardos durante la temporada de caza anual, que ha comenzado esta semana.

Según cifras oficiales, esta reducción dejaría la población total de osos pardos en Suecia en unos 2.000 ejemplares. En 2008, cuando la especie estaba en un momento de recuperación, se contabilizaron 3.300 de estos animales. En los últimos tiempos ha habido un gran repunte de muertes: el año pasado se alcanzó una cifra récord, con 722 ejemplares.

La medida ha provocado toda una serie de acusaciones cruzadas entre las organizaciones conservacionistas y de derechos de los animales y las que defienden la labor de los cazadores. Magnus Orrebrant, presidente de la Asociación Sueca de Carnívoros, ha declarado que "la gestión de la vida silvestre en Suecia consiste en matar animales, en lugar de preservarlos de la mejor manera posible".

Más ecoturismo, menos caza

Por su parte, las organizaciones conservacionistas consideran que una población mayor de osos beneficiaría a Suecia a través del ecoturismo, una alternativa que consideran más sostenible e incluso más rentable que la venta de licencias de caza, pues cada vez son más los ciudadanos de otros países que acuden a ver a estos animales en su hábitat natural sin causarles daño alguno.

La UE prohíbe la caza de especies protegidas salvo en casos muy concretos

Al mismo tiempo, los conservacionistas recuerdan que el oso pardo es una especie estrictamente protegida en Europa. De hecho, el eje central del debate gira en torno a la posible violación de la directiva de hábitat de la Unión Europea, que prohíbe la caza deliberada de especies estrictamente protegidas salvo en casos muy concretos, como por razones de seguridad pública o para proteger cultivos y fauna.

Se da la circunstancia de que Suecia fue un ejemplo mundial en materia de conservación del oso pardo cuando, en la década de 1920, la población de estos animales en el país estuvo al borde de desaparecer debido a la caza excesiva.