El juramento de Freddie Mercury recién llegado a Londres: “Un día voy a ser como Elvis Presley”
El 1 de Septiembre de 2016, se desveló una placa azul conmemorativa en la primera casa del líder de Queen
Cuando Freddie Bulsara y su familia llegaron a Londres, huyendo de la revolución en Zanzíbar, “fue muy duro”. Él tenía 17 años y tuvo que fregar platos en las cocinas del Aeropuerto de Heathrow. Se instalaron en una casa adosada, sin calefacción central, en el barrio de Feltham. Fue en esa casa en la que el joven Fred desarrolló su inmenso talento musical y en la que un día, viendo a Elvis Presley en la televisión, juró: “Un día voy a ser como él”. A lo Escarlata O'Hara en ‘Lo que el viento se llevó’.
Era una familia acomodada. Tenían una vida confortable en un buen apartamento con vistas al mar en Stone Town, en la ciudad de Zanzíbar, Tanzania, costa este de África. Entre sus empleados domésticos estaba Sabine, la mujer que se encargaba de cuidar a los niños. Los Bulsara eran Bomi y Jer (el padre y la madre), indios de origen persa creyentes en el zoroastrismo, y sus dos hijos: Farrokh y Karishma. Bomi trabajaba como cajero en el Tribunal Superior del gobierno británico. Al pequeño Bulsara, que amaba la música, le enviaron a un internado masculino en la India (Escuela St. Peter) cuando tenía 8 años. Su madre lo pasó mal, como confesaba en The Times: "Lloré cuando le enviamos allí, pero él se adaptó y se mezcló con los otros chicos". Allí fue donde adoptó el nombre de Freddie (los chicos solían tomar nombres cristianos 'ingleses') y formó su primera banda, los Hectics. Regresó a Zanzíbar en 1963, pero sería por poco tiempo.
Esa vida plácida y feliz terminó en 1964. Cuando los cuatro Bulsara se vieron obligados a huir del país (que se había independizado de Reino Unido en 1963) tras el estallido de una revuelta y un violento brote antiárabe como resultado de las tensiones acumuladas entre las distintas etnias y clases sociales. En los enfrentamientos murieron unas 17.000 personas. Decidieron viajar a Londres, donde compraron una casa adosada de tres dormitorios en el nº22 de la Avenida Gladstone, en Feltham, un barrio al oeste de la gran metrópoli. Eligieron esa zona porque la hermana de Jer vivía allí.
“Freddie, que tenía entonces 17 años, estaba muy emocionado y me decía, ‘Inglaterra es el lugar al que tenemos que ir, mamá’. Pero fue muy duro”, recordaba la ya fallecida Jer en The Times. Bomi encontró trabajo como cajero y su mujer como ayudante en Marks & Spencer. “La casa no tenía calefacción central y no estábamos familiarizados a hacer fuego con carbón, nos tuvieron que enseñar cómo encenderlo”, contaba Kashmira en BBC News rememorando esos primeros años. A Fred le preguntó su madre, “’¿Qué vas a hacer, hijo?' y él me contestó que no sabía. Le recuerdo rellenando formularios de solicitud de trabajo y diciendo, 'espero que no me llamen’".
En realidad, el joven Freddie sí sabía lo que quería hacer. Estudió Arte Gráfico y Diseño en Ealing College y tuvo que trabajar, entre otras cosas, fregando platos en las cocinas del Aeropuerto de Heathrow, situado a un tiro de piedra de su casa en Feltham. Pasaba mucho tiempo en casa “haciendo bocetos para sus trabajos en la escuela de arte y a veces me pedía que hiciera de modelo para él”, manifestaba su hermana en la BBC. “Le encantaba ver los dibujos animados de Tom & Jerry… y permanecía horas en el cuarto de baño arreglándose el pelo, en esa época yo no estaba muy contenta con él porque solo había un cuarto de baño”.
Pero, sobre todo, lo que la futura megaestrella del rock tenía meridianamente claro era su pasión por la música. “Viendo a Elvis Presley en televisión, juró, ‘Un día voy a ser como él’”, afirmaba Mrs Bulsara en una entrevista para The Times. Jer evocaba a su hijo escribiendo canciones: “Solía escribir toda su música antes de ir a la universidad, la ponía bajo la almohada y me decía que no quitara nada de lo que ponía ahí debajo”. Y escuchaba música, particularmente a Jimi Hendrix. Le cautivaba su estilo y su presencia escénica, incluso tenía una fotografía suya en el espejo de su dormitorio.
Fue en esta casa adosada en la que Freddie desarrolló su inmenso talento musical. Y fue en el campus del Ealing Art College donde conoció a Brian May y a Roger Taylor. May le solía visitar, ya que también había crecido en el barrio de Feltham, y lo recordaba así en BBC: “Pasábamos la mayor parte del día valorando y analizado cada íntimo detalle de la forma en la que Hendrix hacía sus grabaciones en el estudio - escuchando a Hendrix en un vinilo que sonaba en el tocadiscos Dansette de Freddie. Él decía, '¡Escucha esto, esto es lo que tenemos que hacer!'. Y yo le decía, 'Bueno, ¿tú puedes cantar?".
Freddie Mercury vivió en esa casa del nº22 de la Avenida Gladstone, en Feltham hasta 1970. Por eso, el 1 de Septiembre de 2016 se desveló una placa azul redonda en su fachada con esta inscripción: “Freddy Mercury (Fred Bulsara) 1946-1991. Cantante y Compositor. Vivió aquí”. Y se celebró un acto al que asistió Brian May: “Lo último que nos hubiéramos imaginado es que yo estuviera aquí en este momento, rindiéndole homenaje con una placa azul. Es una ocasión feliz con un toque de tristeza porque él debería estar aquí, el debería seguir aquí creando".
“Siendo chavales conquistamos el mundo de una forma que iba más allá de nuestros sueños más descabellados”, siguió diciendo el guitarrista de Queen. “Es por lo que estamos aquí hoy. Lo que recuerdo de Freddie es difícil de resumir. Era un chico tímido y vergonzoso que todavía vivía con su madre, aunque a menudo dormía en las casas de otra gente para sentir que ya se había independizado".
La Placa Azul se desveló pocos días antes de que Freddie Mercury hubiera celebrado su 70º cumpleaños, el 5 de Septiembre. Falleció en 1991, a los 45 años.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop