Este es el tuit de Ana Pastor sobre videojuegos y propaganda política que ha provocado un aluvión de críticas

A estas alturas pocos dudan que cada palabra que sale de la boca o del teclado de Ana Pastor se analiza con lupa y genera un debate. El último ha tenido que ver con una recomendación que ha hecho de un artículo sobre videojuegos y propaganda política de Newtral.

“La nueva estrategia de propaganda de Rusia y China a través de los Videojuegos”, escribía la periodista junto al enlace a este artículo que habla del lanzamiento y la repercusión que ha tenido Black Myth: Wukong.

Se trata de un videojuego chino que ha logrado tres millones de jugadores en línea de forma simultánea y que está inspirado en un libro de la cultura tradicional china a través de las andanzas de un animal mitológico con forma de mono.

Y lo ha comparado con African Dawn, otro videojuego desarrollado por Rusia que vio la luz hace unas semanas en varios países africanos, cuya narrativa aprovecha las tensiones de Burkina Faso, Mali y Níger con Francia para difundir posturas antioccidentales.

Según el autor, estos dos videojuegos serían un ejemplo de cómo los gobiernos chino y ruso están utilizando este sector para hacer propaganda de sus ideas. Sin duda, esta industria es un vehículo para conectar con mucha gente joven en todo el mundo, el medio definitivo para transmitir ideas.

Newtral recoge la opinión de Joel Cuéllar López, investigador de la Universidad Latinoamericana de México y experto en videojuegos, sobre los desarrollos de Rusia y China que se acercan a la idea de que forman parte de una “estrategia para ponerse a la par de otros países occidentales como Estados Unidos”.

Reacciones

Esta visión crítica de los videojuegos ha sido la que ha querido resaltar Ana Pastor, aunque parece que no todos están de acuerdo con estas conclusiones. Eso sí, lejos de criticar el artículo, lo que critican es que Ana Pastor le haya dado difusión. No han faltado las críticas y los insultos en redes sociales acerca de su falta de credibilidad.

Críticas, por cierto, dirigidas a ella, no al artículo que ha mencionado.