La hija de María José Galera, concursante de ‘Gran Hermano 1’, entra en la nueva edición del reality

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Después de 25 años tenemos claro que en Gran Hermano todo es posible y este jueves noche lo hemos vuelto a comprobar con el estreno de la nueva edición de anónimos. Jorge Javier Vázquez ha ido presentando a los nuevos concursantes, las futuras celebs de Mediaset.

Algunos de esos concursantes se han enterado de que entraban en la casa a lo largo del programa y una de las que no ha podido evitar llorar ha sido Laura. Aunque más que ella ha llorado su madre, María José Galera. Sí, un nombre que suena fuerte porque nos lleva a la primera edición del programa.

“¿Quién me ha puesto la pierna encima para que no levante cabeza?”. Esa frase es historia del programa y la pronunció ella cuando echaron Jorge Berrocal, el chico del que se había enamorado dentro de la casa.

El primer relevo

Por primera vez habrá un relevo. La madre cede el testigo a su hija. Después de que Ana Guerra saliera al escenario a cantar su último single, Mentiras, ayudaba al presentador a anunciar esta noticia.

María José se fundía en un abrazo con su hija y ambas lloraban como magdalenas por la emoción de compartir la misma experiencia con 25 años de diferencia. Veremos si la joven repite los mismos patrones de su madre.

“Sois unos cabrones, esto no se hace”, eran sus primeras palabras. “El lunes me pedí la excedencia del trabajo porque tenía muy buena fe”, confesaba. Pero cuando veían que no la llamaban se dio por vencida y asumió que no había entrado por lo que pasó un buen rato llorando. “El martes me llamaron para decirme que no pertenecía al grupo”, admitía.

Una concursante más

Pero nunca hay que fiarse de lo que ocurre en Gran Hermano. Lo que ayer era no, hoy es, sí. David Díaz, jefe de Laura había estado compinchado desde hace muchos días con el programa y entró en directo para darle la excedencia a su empleada.

Si gana, con el dinero quiere planear su futuro. “Veo lo valiente que es, el coraje que tiene y yo soy prácticamente igual, las dos somos igual de sentimentales, pero yo controlo más”, decía sobre su madre.

Siempre ha estado en la sombra, pero ahora quiere seguir los pasos de su madre. Estaba en el público y sabe, por tanto, que hay doble casa, doble juego, dobles decisiones y lo tendrá que mantener en secretoporque si se va de la lengua, será expulsada. Tras la advertencia, ponía rumbo a Guadalix.