20 años del estreno de 'Perdidos', ¿dónde y por qué ver la serie que nos cambió a todos?
Analizamos los cambios que provocó la ficción de ABC en el mundo audiovisual y en todos nosotros a nivel personal
El 22 de septiembre de 2004, ABC estrenaba en Estados Unidos una serie que cambiaría a la televisión para siempre (y un poco a todos nosotros): Perdidos (Lost).
La ficción, que contaba la historia de los pasajeros supervivientes al accidente del vuelo 815 de Oceanic Airlines en una isla deshabitada del océano Pacífico, tuvo tanto éxito que pilló desprevenidos a unos guionistas a los que obligaron a alargar sus tramas, a unos directivos de una cadena que no supieron gestionar tal demanda y a unos espectadores que nunca tenían suficiente.
El entusiasmo por las tramas de Jack, Kate, Sawyer y el resto de pasajeros dio la vuelta al mundo, provocando teorías infinitas en Internet, apertura de locales ambientados en su universo, fans que demandaban merchandising y una legión de público que quería ver cada capítulo al mismo momento que se estrenaba en USA.
Fue el momento más álgido de la piratería. Las cadenas no llegaban a doblar los capítulos a tiempo, así que los espectadores se acostumbraron a verlo en versión original (subtitulado o no, daba igual).
Después de Perdidos todos aprendimos algo: los guionistas a tener plan B por si las tramas deben alargarse, los directivos de cadenas a tener paciencia y no estrenar algo rápido si no tiene calidad. Fue el germen de unas plataformas que pudieran estrenar en simultáneo y acabar con la piratería. Y los espectadores aprendimos a saborear las voces originales, así como a esperar si el contenido va a ser mejor.
Perdidos fue uno de los mayores fenómenos sociales del universo audiovisual de los últimos años. Aunque el final gustara y defraudara a partes iguales.
Ahora puede verse hasta en dos plataformas: las seis temporadas están tanto en Netflix como en Disney+.
Y, aunque hace ya 20 años de la serie, no ha envejecido mal. Hay representación racial y de género en todo el reparto, aunque no pasaría el famoso Test de Bechdel en el que las mujeres tengan conversaciones entre ellas, para hablar de temas más allá de los hombres.
Seguramente no pasaría otros test, pero a veces es un error ver algo del pasado con las gafas del presente. Mejor disfrutarlo entendiendo el contexto y después contentarse con todo lo aprendido.
Paula Hergar
Periodista, redactora de LOS40 y mocatriz. Crecí...