Sam Brown, la ‘one hit wonder’ ochentera de ‘Stop!’, cumple 60 años

En 1988, pero sobre todo en 1989, la canción Stop!, una elegante balada festoneada de violines, piano y coros femeninos, cantada en tono desgarrado por una chica de pelo rubio platino, contagió de sutil romanticimo a toda una generación de jóvenes que creció con la música de los ochenta. Quienes nacieron después, seguramente recuerdan la versión de Chenoa y Vero en la primera edición de Operación triunfo. La intérprete original del tema se llama Sam Brown y cumple este 7 de octubre 60 años. ¿Quién era esta chica y qué ha sido de ella?

Samantha Brown cumple todos los requisitos para entrar por la puerta grande en el club de los one hit wonders, o artistas de un solo éxito. La vocalista inglesa tenía 24 años cuando lanzó Stop!, segundo single de su primer disco, de mismo título. A pesar de su corta edad, ya atesoraba un amplio bagaje como corista para otros artistas. Venía de familia de músicos: su padre, Joe Brown, fue un rockero británico de la era preBeatles, y su madre, Vicky Haseman, era cantante de sesión para otros artistas.

Precisamente de la mano de su madre, Sam tuvo su primera oportunidad en 1978, con solo 14 años, cuando hizo coros en el disco 78 in the shade, de The Small Faces. Causó tan favorable impresión, que a principios de los ochenta grandes músicos reclamaron sus cualidades vocales para sus discos; entre ellos Spandau Ballet y John Lord (teclista de Deep Purple).

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Era cuestión de tiempo que una compañía discográfica le ofreciese un contrato, lo que finalmente acaeció en 1986. Durante dos años, el sello A&M estuvo preparando el debut de Sam Brown, que se materializó precisamente con el álbum Stop!, producido, entre otros, por la propia Samantha y su hermano Pete. David Gilmour, de Pink Floyd, colaboró con su guitarra en varios temas.

Pese a todo, el single Stop! no tuvo una buena acogida inicial, en mayo de 1988. En la lista de ventas británica se quedó en la posición #54. En noviembre obtuvo un discreto puesto #34 en la lista de LOS40. La compañía lo relanzó en enero de 1989, y fue entonces cuando tocó la fibra del público. Reingresó en la lista británica y ascendió hasta la cuarta posición. Pero fue sobre todo en otros países de Europa donde se celebró con especial calor: llegó al número uno en Países Bajos, Bélgica, Noruega e Islandia. En 1992 se incluyó en la banda sonora de Lunas de hiel, del prestigioso director Roman Polanski.

Ahí empezó y acabó el éxito de Sam Brown. El resto de sencillos del álbum pasaron inadvertidos…, lo mismo que sus siguientes discos. El tercero, 43 minutes, lo publicó ya una compañía independiente. Eso no impidió que volviera a cantar para otros artistas, de la talla de Pink Floyd (en el álbum The division bell, de 1994). Continuó grabando regularmente hasta 2007, cuando empezó a tener problemas de voz. Fue intervenida para extirparle un quiste en las cuerdas vocales, y ni aun así recuperó el poderío de tiempos pasados. Con todo, en 2023 se animó a lanzar otro álbum, titulado Number 8, como todos coproducido junto a su hermano Pete.

Tras su problema de salud en 2007 comprendió que debía buscarse otros medios para ganarse la vida. Fundó entonces un club de ukelele, centros bastante populares en Reino Unido donde los aficionados a este instrumento se reúnen para tocar y aprender (hoy posee varios en distintas ciudades británicas). Se dedica, además, a la docencia: es profesora en la Academia de Música Contemporánea de Surrey.

A sus recién cumplidos 60, Sam Brown es madre de dos hijos, Vicki, de 31 años, y Mohan, de 29, fruto de su matrimonio con el productor Robin Ewans (Manic Street Preachers, Dodgy), de quien está separada. Una curiosidad final: si tomamos la primera letra de cada uno de los ocho álbumes de la cantante (Stop!, April moon, 43 minutes, Box, Reboot, Of the moment, Wednesday the something of April, Number 8), puede leerse: SAM BROWN. Esperemos que eso no signifique no sacará más discos.