Muere Francisco Segura, el peluquero de la reina Sofía durante 40 años

La reina Sofía, que siempre ha sido discreta y reservada, incluso cuando las cámaras no han dejado de capturarla, ha pasado a ser, de nuevo, uno de los objetivos de la prensa rosa nacional e internacional después de que hace unas semanas se filtraran las fotografías de Bárbara Rey y Juan Carlos I que demostrarían que sí hubo un romance entre ellos. Las imágenes, en las que el monarca y la exvedette aparecen besándose, están tomadas en el año 1994, pero las consecuencias de esos actos (que hasta ahora eran un rumor) sí pueden tener eco en la actualidad.

Desde entonces, nuestra antigua reina consorte no ha parado de salir en las portadas de las revistas del corazón; aunque por el momento se ha mantenido lo más al margen posible y no ha roto su silencio. Peor ahora, una vez más, la reina Sofía vuelve a ser protagonista del mundo del cotilleo, y no solo por las escandalosas fotografías, sino porque acaba de morir una de las personas que ha trabajado para la griega durante más tiempo; su peluquero.

Se trata de Francisco Segura Cortés, el que fuera peluquero personal de la monarca durante nada menos de 40 años, que ha muerto a los 84 años de edad en la ciudad de Palma donde nació. Como informa la revista ¡Hola!, el estilista y Sofía se conocieron en el Palacio de Marivent cuando él se dedicó a poner a punto el peinado de su madre, la reina Federica de Grecia. Desde ese momento, pasó a ser también el peluquero de su hija durante más de cuatro décadas.

Gracias a este cargo, Francisco Segura llegó a abrir un total de seis salones de belleza. "En una ocasión la reina Sofía me preguntó si iría a Madrid si precisara de mis servicios. Por supuesto, le dije, iré a donde usted me diga. Tras esta conversación acudí siempre que me llamó, ya fuera a Madrid, ya fuera a cualquier lugar del mundo donde ella viajara en visita oficial", declaró el estilista hace tiempo en un encuentro con el diario balear Última Hora. Este nivel de confianza, llevó al peluquero a coger aviones y el medio de transporte que hiciera falta para trasladarse hasta donde estuviera la monarca.

Además, fue condecorado con la Cruz de la Orden de Isabel la Católica, que le entregó el rey Juan Carlos en una ceremonia en al que estuvo la reina Sofía, y también recibió la medalla de plata Royal Victorial, concedida por Isabel II.