La chocante confesión de Cooper Koch, de 'Monstruos', sobre la escena más subida de tono de la serie: "No es una prótesis"

La segunda temporada de la saga Monstruos, la serie de true crime de Netflix que cuenta las historias más turbulentas de algunos de los asesinos con más fama de la historia, relataba el proceso judicial, mediático y social de unos de los crímenes más atroces e incongruentes de comienzos de los 90: el parricidio de los hermanos Erik y Lyle Menéndez. La ficción, que no solo nos adentra en los detalles del sonado juicio y en cómo los condenados y protagonistas de la historia se labraron su perfil criminal y victimista, ha sido un rotundo éxito y se mantienen en el 'top 10' de las series más populares de la plataforma en nuestro país.

El motivo de su éxito no reside únicamente en lo escabroso y trepidante del caso, que Netflix ha combinado con tintes ficticios de su propia cosecha, sino también en la mente creativa de su creador, Ryan Murphy y, por supuesto, en el talento interpretativo de sus dos estrellas: Nicholas Alexander Chavez (Lyle) y Cooper Koch (Erik). Ambos han demostrado que ellos, así como los asesinos de la vida real, son grandes actores. En este sentido, hay un capítulo, el quinto de la miniserie Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez, que ha sido especialmente comentado al tratarse de una única escena, con un único plano rodado de una.

Pero hay otro episodio, cuando los hermanos Menéndez ya han ingresado en prisión preventiva por el asesinato de su padre, José Menéndez, y su madre, Kitty, que también ha sido de lo más comentado entre los espectadores y que nada tiene que ver con las habilidades interpretativas de sus actores... Se trata de una escena en la ducha de la cárcel en la que el personaje de Erik Menéndez se encuentra con otro de los presos, que acaba convirtiéndose en su amigo.

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Como en otras series y películas en las que la ficción nos envuelve en una situación así, la audiencia se esperaba que el director se mostrase cauteloso y no mostrara el desnudo integral del actor —porque, claro, se trata de un hombre, no de una mujer—, pero no fue así. En esa escena, la cámara capta, de forma detenida, los genitales de Cooper Koch sin pudor y, como era de esperar, casi todos se han fijado en lo mismo. Y es precisamente sobre este detalle sobre lo que ha hablado el propio actor.

En una entrevista con Andy Cohen para el programa Watch What Happens Live, el joven estadounidense quiso hacer una aclaración después de los muchos rumores y comentarios que surgieron a raíz de su desnudo y de una supuesta prótesis. "Solo puedo decir que la mía no es una prótesis", matizó Koch en el programa. A lo que el presentador solo pudo responder: "¡Felicidades, Cooper! Eres muy afortunado". A pesar de lo que pueda parecer, Koch aseguró que no le resultó tan difícil rodar esa escena: "No da miedo. Diría que al principio es incómodo. Hace frío, especialmente en la ducha".

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