La inolvidable rumba con la que Joaquín Sabina nos hizo llorar y reír hace veinticinco años
Su tema ‘19 días y 500 noches’ fue número uno de LOS40 el 16 de octubre de 1999
El 16 de octubre de 1999, hace veinticinco años, Joaquín Sabina llegó al número uno de la lista oficial de LOS40 con 19 días y 500 noches. Era la canción que daba título a su entonces último disco, publicado un mes antes. No era el primer número uno del cantautor jienense en nuestra emisora: ya lo había sido antes con Ruido (1995), Contigo (1996), Y sin embargo (1997)… Pero este tema tenía algo muy especial, hasta el extremo de que fue uno de los más importantes de aquel año.
Varias circunstancias se dieron antes de la publicación del álbum 19 días y 500 noches que, en palabras de un futurólogo, podían tener un significado halagüeño. La temporada anterior, en 1998, Sabina había lanzado el disco Enemigos íntimos a dúo con el argentino Fito Páez, de infausto recuerdo para ambos (la relación entre ellos se deterioró mucho en el proceso y, de hecho, se canceló la gira conjunta prevista). Además, el 12 de febrero de 1999, Sabina había cumplido 50 años; o como decía él, cuarenta y diez (expresión que dio título a uno de los temas de 19 días).
Por último, hubo un cambio importante en el equipo del músico: la labor de producción recayó en Alejo Stivel, excantante de Tequila. Como cuenta Stivel en su libro Yo debería estar muerto (2024), en una de las muchas conversaciones de ambos en la casa de Sabina en el centro de Madrid, el vocalista argentino, metido a productor, le hizo ver que tal y como cantaba de madrugada en el salón de su recargada vivienda —con la voz rota, sin disimular— era como debía sonar en sus discos. Alejo pensó que la sugerencia acabaría en nada, pero semanas después Sabina lo llamó y le pidió que se encargara de la producción de su siguiente trabajo, 19 días.
La voz aguardentosa de Sabina encajó a la perfección con un repertorio que rompía con su anterior bagaje de rock. Había, en cambio, flamenco, rumba, algo de copla y algunos guiños a América con la ranchera, la milonga y el merengue. Una de las canciones más aflamencadas del disco era, sin duda, 19 días y 500 noches. En una entrevista en aquel tiempo le pregunté por ese inverosímil giro y respondió, más o menos, que dado que los jóvenes flamencos —que habían tenido su momento de gloria poco antes— no sabían actualizar el género de sus ancestros, había decidido hacerlo él.
Una rumbita dedicada
Según cuenta Javier Menéndez Flores, biógrafo de Sabina, en su libro Perdonen la tristeza, esta rumbita nació como un encargo. Iba a ir destinada a otro artista, pero cuando comprendió que había volcado en ella tantas cosas de su propia biografía, decidió quedársela. Cuenta, además, que le hubiera gustado dedicársela a Bambino, pero este murió antes de que el disco saliera (el 5 de mayo). Sí que aparece dedicada, en cambio, a “la muchacha de los ojos tristes, por si le roba una sonrisa”, y Menéndez Flores sopesa si la destinataria es Cristina Zubillaga, modelo y novia de Sabina a finales de los ochenta.
La letra aúna dolor por la ruptura y gotas de humor, empezando por la célebre frase inicial (“Lo nuestro duró lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks”), siguiendo por la reacción de ella ante una situación que supone el final (“le dio por reír”) y culminando con el regreso de él a su vida de crápula (“a la perdición de los bares de copas, a las cenicientas de saldo y esquina […], pagando las cuentas de gente sin alma que pierde la calma con la cocaína”).
El 11 de noviembre, poco después de este número uno en LOS40, Joaquín Sabina recibió un Premio Ondas como Mejor Artista Español del Año. Y el 6 de abril de 2000 obtuvo cuatro galardones de los Premios de la Música, entre ellos uno a la Mejor Canción por 19 días y 500 noches. A día de hoy se han vendido medio millón de copias del álbum, lo que lo sitúa en segundo lugar entre su amplia discografía, ya que de Física y química (1992) se despachó un millón.
Miguel Ángel Bargueño
Es periodista y escritor: ha publicado varios libros sobre música. Aterrizó en el universo de LOS40...