Cali acoge la COP16: qué es y por qué es fundamental para el planeta
La ciudad colombiana es la sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad, que se celebrará durante dos semanas.
Objetivo: proteger los ecosistemas globales con compromisos concretos y vinculantes. Es una de las máximas aspiraciones de la COP16, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad, que se celebra desde este lunes y hasta el próximo 1 de noviembre en la ciudad colombiana de Cali, y que lleva por lema "paz con la naturaleza". Un evento que no goza de la atención mediática de las cumbres del clima, pero cuya importancia es igualmente vital.
Casi un millón de especies están en peligro de extinción
La situación es extrema: se calcula que casi un millón de especies se encuentran en peligro de extinción, en gran parte por culpa de la acción directa del ser humano. Y no estamos haciendo nuestra parte para que eso cambie: apenas o el 10% ¡de las aguas y el 17% de las tierras emergidas del planeta disfrutan de algún tipo de protección.
Ante este panorama, Colombia se ha tomado muy en serio. El Gobierno presidido por Gustavo Petro ha hecho un amplio despliegue la esta reunión, que ha sido calificada por el propio Petro "el primer gran evento internacional" que se celebra en el país. Se espera que la COP16 cuente con la presencia de hasta 10 jefes de Estado, así como del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
De dónde venimos, a dónde vamos
La COP16 viene precedida por la que se celebró el año pasado en Montreal (Canadá). Allí se acordó el llamado Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, que fijó una serie de objetivos que deben alcanzarse de cara al año 2050. Entre ellos, detener la extinción de especies provocada por la actividad humana, el uso sostenible de la biodiversidad y la distribución equitativa de los beneficios. Y, ante todo, proteger el 30% del planeta, incluyendo áreas terrestres, marinas y de agua dulce, así como la restauración del 30 % de los ecosistemas degradados.
El Convenio sobre la Diversidad Biológica de 1992 ha sido ratificado por todos los países salvo Estados Unidos y el Vaticano
Hay que viajar un poco más atrás en el tiempo, hasta 1992, para dar con el origen de estas cumbres. Fue aquel año cuando se firmó el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), y que desde entonces ha sido ratificado por todos los países salvo Estados Unidos y el Vaticano.
No parece que se haya tomado la debida nota. Apenas 33 de los 196 países del mundo han presentado sus planes de cara a 2030 para frenar la acuciante pérdida de especies. En ese sentido, no se espera que de la COP16 salgan grandes compromisos. Lo más probable es que sea una cumbre de seguimiento a los objetivos adoptados por los países. Un evento para evaluar lo avanzado hasta ahora y poner encima de la mesa lo mucho que queda por hacer, así como los mecanismos necesarios para ello.
Las demandas ecologistas
Los grupos ecologistas han puesto el foco en la importancia de la cumbre. Y han ido más allá, con una serie de demandas claras a los gobiernos participantes en la cita. Entre otras, que se destinen 20 mil millones de dólares de aquí a 2025 para financiar la protección y restauración de la naturaleza en los países del Sur Global, facilitar el acceso directo a la financiación para los pueblos indígenas y las comunidades locales, un plan de los gobiernos para vincular la ambición de acción climática y de biodiversidad, un incremento de la ambición y la implementación de las contribuciones a nivel nacional al marco mundial de la biodiversidad y un acuerdo sobre cómo modificar la red de áreas marinas de importancia ecológica o biológica.
Estamos en "un momento crucial para nuestro futuro", según los ecologistas
"No podemos estar legislando con una visión a corto plazo ni teniendo la dicotomía de conservar la vida o la economía, ambas deben ir de la mano. Las decisiones más importantes sobre biodiversidad se tomaron en anteriores cumbres, de manera que es un momento crucial para nuestro futuro. Ante la emergencia ambiental actual (por el cambio climático y la pérdida de biodiversidad), esta cumbre es una oportunidad esperanzadora para un planeta habitable", ha declarado Celia Ojeda, responsable de Biodiversidad de Greenpeace España.