Vega sobre edadismo y la carga sexual en la música: “En algún momento nos han colado que hiper sexualizarte es tu libertad”
Cree que hay demasiada libertad en la música y que falta regulación
Vega acaba de lanzar Ignis, un disco que nos muestra el cuarto elemento que le faltaba para cerrar su ciclo de elementos. Tras un disco de tierra, otro de agua y un tercero de aire, faltaba el fuego y ya ha llegado. Un viaje emocional que llega tras un proceso de duelo que la alejó de la música un tiempo.
Ahora tiene 45 años, canas en el pelo y sus prioridades tan claras como siempre. Pero consciente de que el edadismo es una realidad en este sector.
“La edad en la industria no les pasa la misma factura a ellos que a ellas. La edad sí es un hándicap. Si yo quisiera hacer ahora mismo una editorial de moda, la edad en la que estoy, no soy lo suficientemente vieja ni lo suficientemente joven. Parece que ahora ya para que no digamos que no sacamos mujeres mayores, las sacamos super mayores. ¿Hay alguien que no se esté dando cuenta de esto? Chapó que estén ahí porque lo merecen porque llevan toda una vida y han sido igual de válidas desde el primer día”, expone.
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La cuestión de la edad está llegando a unos límites muy extremos. “No estamos hablando de ese grueso de mujeres que están empezando, tristemente, a la edad de 28 años a sentirse mayores y necesitar una cirugía o usar un filtro. ¿Estamos locos? ¿Tengo 45 años y tengo que pensar que estoy mayor? Debería estar en el momento más álgido y bueno de mi carrera, no en el momento de descendente”, admite.
Diferencias entre hombres y mujeres
Tiene claro que la vara de medir no es la misma para artistas masculinos que para las femeninas. “Lo que tengo clarísimo es que ellos pueden salir mal peinados, con la barba desarreglada, llenos de canas, bajitos, gordos, y si yo salgo ahí me comen los leones”, reconoce.
Y esa reflexión le lleva al tema de los referentes, esos que escasean en el sector de las mujeres. “Creo que las mujeres tenemos la responsabilidad de contarles a esas artistas jóvenes que… esto es polémico… pero, creo que en algún momento nos han colado que hiper sexualizarte es tu libertad. Que lo estás eligiendo voluntariamente, sí, pero ¿lo estás eligiendo voluntariamente o lo estás eligiendo porque si no lo haces no llegarías donde estás? ¿Llegarías igual saliendo como salen ellos?La respuesta es no. Puede pasar que pienses que lo digo porque soy una vieja. Pero no, te lo estoy diciendo porque tengo una grandísima noticia para ti, vas a llegar a esa edad”, dirige a las cantantes que están empezando.
Ella está luchando para que las que viene detrás no vean cómo sus carreras llegan a su fin en edades muy tempranas. “Lo que estoy peleando es porque cuando llegues a esa edad no te digan que tu carrera ha acabado, sino que estás en el mejor momento de experiencia, de calma. Lo que estoy preocupada es por qué vas a hacer cuando se te caiga un poco el brazo o tengas que teñir tu pelo (que es una opción, yo me he teñido, pero ahora me da pereza), ¿qué pasa cuando llegue alguien más joven, más tersa, merecerás desaparecer como artista? Es que creo que es muy injusto. Creo que nos han metido una bola muy gorda, si sales así estás eligiendo, no, no estás eligiendo, me estás diciendo que elijo esto o no llego a ningún lado. Y esto lo veo con la perspectiva de los años que ya pasé por la cara bonita, ponte aquí, ponte allá, pero llega una edad que te das cuenta que la cara bonita en cuanto se te cae, no sirve”, reflexiona.
Estás en ese momento que quieres enseñarlo todo y perfecto, están en otros códigos y todos hemos querido ser deseados, pero, ¿qué tienes que ver esto con la música?
Ella está conforme con su físico y su apariencia, “me veo mejor que antes, me gusto más. Creo que lo reflejo es más coherente físicamente con mis inquietudes. Nos perdemos muchas veces artistas femeninas porque no reúnen los requisitos estándar de belleza que se supone que tienen que tener y menos mal que vinieron algunas a nivel internacional a decir que se acabó, pero aquí sigue pasando”.
“Yo fui fan de Christina Rosenvinge cuando estaba con Los Subterráneos y sigo comprando sus discos y cada día me gusta más ella, su personalidad. Me gusta lo mismo con Eva Amaral. Hay artistas con mucho peso que no tienen el peso que deberían tener y esto es el edadismo”, sentencia.
“Tenemos el hándicap de ser mujeres y cuando cumplimos años somos mujeres que cumplen años. No quiero hablar de esto porque entonces digo, ¿para qué c*jones hago un disco? Pero digo, sí, lo hago, porque le quiero decir a esa chica de 24, se pueden hacer estas cosas y podrás hacerlas el día de mañana, pero vas a tener que estar muy fría y cuidado si te centras mucho en esta parte porque te han dicho que esta es tu libertad, y cuando no lo tengas, ¿tienes un plan B? Estate preparada. Entiendo que con 20 o 25 años, en el apogeo de la turgencia, estás en ese momento que quieres enseñarlo todo y perfecto, están en otros códigos y todos hemos querido ser deseados, pero, ¿qué tienes que ver esto con la música?”, sigue dando vueltas al tema.
La hiper sexualización en la música
Vega es consciente de la gran carga sexual que hay en la música hoy en día. “Los artistas nos hemos anclado en que la libertad de expresión está aquí y que todo lo que no sea eso es censura y yo como artista no estoy de acuerdo con eso. Habrá canciones de mi disco que se podrán escuchar por todo el mundo sin tener que censurarlas, a la hora que se tengan que escuchar, y otras que no se puedan escuchar a las doce de la mañana”, asegura.
Ella argumenta que igual que tiene claro que no puede fumar al lado de un colegio porque hay una regulación que se lo impide, como en otros ámbitos, en la música no existe.
“La libertad de expresión es muy buena, pero cuando estás hablando de cosas explícitas, sexuales, en una canción, y las hay y muy bestias, en qué momento podemos permitir que suene a las doce de la mañana en un sitio y que mi hija o cualquier niño pregunte, qué es ‘Pepa y agua pa' la seca. To' el mundo en pastilla' en la discoteca’. ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué tenemos que proteger a los niños de ciertas cosas y de otras no?”, se pregunta.
Ella reconoce que escuchaba Los Planetas con 15 años, pero percibe una diferencia, “tardé en darme cuenta de que cada vez que pasaba por el baño 20 veces no era para hacer pis. No era tan evidente”.
Luego nos sorprendemos desde tribunas preferentes de que hay niños de 15 años que fuerzan a una chica en el colegio, niñas que creen que tienen que pseudo prostituirse en una red social para ser aceptadas en sociedad.
Música responsable de la educación
“Creo que como artistas no somos solo un producto que tiene que tener un rédito, también somos cultura y tenemos que contribuir a un motor de cambio en la sociedad. ¿Que quieres hacer esto? Nadie te va a coartar tu libertad de expresión, pero si este es el tipo de letra explícita, igual va a sonar a partir de las ocho de la tarde. Igual que otras cosas que no se pueden hacer en horarios que pueda inferir en dar un mensaje”, expone.
Piensa que este acceso no regulado a todo tipo de música con todo tipo de mensaje tiene repercusión negativa en los jóvenes. “Luego nos sorprendemos desde tribunas preferentes de que hay niños de 15 años que fuerzan a una chica en el colegio, niñas que creen que tienen que pseudo prostituirse en una red social para ser aceptadas en sociedad. Decimos las redes sociales, pero las redes sociales lo que están replicando es lo que están viendo a nivel cultural en otro sitio. Y desde la cultura no se está haciendo nada por colaborar a que esta juventud no vaya al lado equivocado”, explica.
¿Por qué tienen que normalizar esas actitudes en canciones que son agresivas en el trato con las mujeres?
Pero quiero dejar claro que “eso no es censura, es regulación, es responsabilidad, es educar. No es normal que un niño escuche ‘Pepa y agua pa' la seca. To' el mundo en pastilla' en la discoteca’ y lo normalice, como ‘te voy a poner pa’quí y pa’ya’. ¿Por qué tienen que normalizar esas actitudes en canciones que son agresivas en el trato con las mujeres? ¿Cómo no lo van a normalizar si lo están oyendo a las doce de la mañana en el supermercado? La música es lo único que no está regulado y es lo que más le entra a la gente de manera más ingenua, y como tenga ritmito va entrando y entrando dejando un poso”, reconoce.
Cuestiones polémicas que siempre generan debate, pero ya sabemos, ella es una disidente e incendiaria y es incapaz de callar lo que piensa. Y la aplaudimos.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento....