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Álex Sinos nos hace viajar por los 2000 para recordar los inicios de ‘Gran Hermano’ y ‘OT’, Eurovisión, las Campanadas o las grandes divas
“Se valoraba que cantaran muy bien y lo hicieran en directo”, asegura sobre las cantantes de esos años
Recordar el ayer es el libro con el que el creador de contenido, Álex Sinos, nos lleva de la mano por las dos primeras décadas de los 2000. Un repaso cargado de nostalgia por lo que la cultura y el entretenimiento dio de sí desde el mismo año del cambio de milenio hasta la pandemia.
Se quitó la máscara para venir a hablar con nosotros a nuestros estudios de LOS40. Y tenemos que reconocer que pasamos un rato divertido recordando momentos que han formado parte de la vida de todos nosotros y todo bajo ese prisma de desenfado y humor que le caracteriza.
En su libro va repasando año a año las efemérides más destacadas de esas décadas con alusión a los programas de telerrealidad como Gran Hermano u Operación Triunfo, la música que nos emocionaba, con playlist por año, las series que nos conquistaban, los eventos que nos marcaron como Eurovisión o las Campanadas o los acontecimientos sociales que nos impactaron a todos.
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Cada vez que te veo pienso en Daft Punk, ¿de dónde salió la máscara?
Fue inspiración. La primera que se hizo, la que era como cromada, utilizó una pintura que daba vibes total de Daft Punk. Es guay. Es incómoda, pero es guay. Y cuando la gente me ve que no me conoce, me mira y dice, este friki, qué necesidad tiene de ir a un evento con esta careta. Es la marca personal y ahí estoy.
No te la piensas quitar.
Ni de coña, no estoy preparado para que se vea mi cara, para el juicio. Además, creo que la marca es esa. Ha habido perfiles que han mostrado la cara después de estar ocultos y han perdido un poco la identidad.
El asturiano comenta en las redes siempre con mucho sentido del humor y eso es lo que encontramos en tu primer libro, ¿cómo ha sido el salto?
Me parece que dar un repaso a los 2000 es algo que ya ha hecho mucha gente, hasta tenemos muchos puntos en nuestro imaginario y me apetecía meter en el libro el sentido del humor que tenemos en Instagram la comunidad de hermanas, todo este lenguaje mío, un poco la ironía y, sobre todo, dar mi punto de vista sobre grandes hitos de los 2000 que están tan presentes a día de hoy, más que nunca y tan presentes en una generación.
Recordar el ayer, ¿pusiste título al libro pensando en Beth?
Totalmente. Yo me acuerdo que cuando estábamos pensando en el título del libro, que era como un punto clave, y me puse una tarde en casa todo el rato a escuchar canciones de los 2000, en plan de ver si de alguna letra podía sacar algo. Beth, que es uno de esos himnos generacionales que no puede faltar en cualquier fiesta, que suenan los primeros acordes de Dime y la gente se vuelve loca. Y hay una frase que dice, ‘vamos a olvidar el ayer y a comenzar otra vez’ y fue como, este es el título, a olvidar el ayer no, a recordar el ayer.
Tenemos un repaso de la cultura popular de los 2000 hasta la pandemia, en otros tiempos algunos habrían asociado eso de la cultura popular con la baja cultura, ¿hemos cambiado?
Mira, creo que Sálvame marcó el nuevo paradigma en la tele y en la forma de consumir contenido de entretenimiento en el que pasó a ser cool. Tener memes de Belén Esteban y comunicarte con ese lenguaje, estar al día de los salseos… ha evolucionado tanto que en TikTok hay miles de cuentas que hablan de salseo. El mundo de la telebasura y el chisme que ahora está más vivo que nunca, con Sálvame se cambió el paradigma y se empezó a ver como más entretenimiento y menos cotilleo.
La nostalgia siempre ha vendido, pero últimamente más que nunca, ¿por qué crees?
No hay nada mejor que coger los referentes y lo mejor de otras décadas y trasladarlo a día de hoy y actualizarlo. Hacer que las generaciones de hoy en día conozcan lo que pasaba en otras décadas y esté dentro de su cultura. La moda de hoy tiene mucho que ver con la moda de los 2000. Cuántas veces decimos cuánto me suena esta canción y es que es una versión, ya no de los 70, canciones de los 2000 que ya están hoy en forma de sample. Hay una canción que a mí de los 2000 me encantaban que es The boy is mine de Brandy y Mónica y tiene una canción Ariana Grande basada en ella. Es como, Dios, qué mayor soy.
¿Te ha costado hacer las playlist del libro? Mucha diva.
Soy un poco marica Eurovisión. En esta época que vivimos de tanto autotune, en los 90 y los 2000 se valoraba, por encima de todo, que las divas cantaran muy bien y lo hicieran en directo y fíjate ahora en el momento en el que estamos. Es un legado de mi madre que nos subía en el coche a mis hermanos y a mí y nos ponía música que le gustaba a ella que era de Kylie Minogue, Whitney Houston, Aretha Franklin y eso nos impregnó. Desde siempre la música ha estado muy presente en mi vida y en mi familia, me encanta y, además, con este libro he hecho un viaje año por año y me lo he pasado super bien.
Al final, hacer este libro conlleva una labor de documentación para rescatar las efemérides más destacadas de esa cultura, ¿te ha costado?
Me he visto horas de youtube como si lo fueran a prohibir. Me he visto el primer Tómbola de Belén Esteban entero y alucinas cómo ha cambiado todo, desde el personaje hasta los códigos de comunicación, tipo de preguntas, tipo de enfoque mucho menos respetuoso. En la sociedad de ahora eso estaría canceladísimo y eso es un punto guay. En el recorrido del libro vas viendo cómo la sociedad ha evolucionado. Ha habido mucha documentación musical, de moda, me he visto muchos artículos de moda de las tendencias de los 2000 y recordando esos tirantes de silicona con un palabra de honor de lycra, ¿en qué momento alguien pensó en hacer eso? Pues sí. Las botas blancas de chica, que lo llamamos escayola, recuerdo mi época de discoteca con 18 que todas las chicas las llevaban, o botas de pelo, que está todo de vuelta. Que se lo digan a Ana Mena que tiene unas botas blancas atornilladas de pelo siempre.
Recuerdo muchas entrevistas en Salsa Rosa y salseos de aquella época como que Jennifer Lopez lo dejó con Puff Daddy y fíjate ahora.
Supongo que muchos recuerdos los tenías, pero algunos habrías olvidado, ¿alguno de ellos?
Se me había olvidado completamente que Nuria Roca había dado las campanadas en TVE. En mi cabeza eso estaba absolutamente borrado. Cuando lo vi pensé que no era cierto y lo chequeé y era cierto. Recuerdo muchas entrevistas en Salsa Rosa y salseos de aquella época como que Jennifer Lopez lo dejó con Puff Daddy y fíjate ahora. Había cosas sobre las que tenía un vago recuerdo, pero con la documentación lo refresqué. el lector se va a encontrar con la típica frase de ‘este recuerdo lo acabo de desbloquear’.
A Broncano lo ven 3 millones de personas cada noche y seguro que son más. La tele está muy presente y es un soporte con una visibilidad que casi ningún otro soporte tiene.
Entre pelis, música, series, tendencias y salseos varios también incluyes recuerdos de atentados, tragedias climatológicas… ¿contraste?
Me parecía que eso forma parte también de nuestro imaginario de los 2000. Ese icono cuando dices no a la guerra, a todos nos sale esa imagen de fondo negro con las letras en rojo. Y la crisis del chapapote y el 11S, son cosas que no tienen tanto que ver con el mundo del humor, pero están presentes en nuestra cultura y en cierta manera cambiaron nuestra cultura y nuestra forma de ver la sociedad. Son cosas que han ido creando nuestra conciencia social y me parecía interesante meterlo en el libro.
Un repaso en el que la televisión tiene mucho protagonismo. Ahora, con las plataformas, ha desaparecido para muchos, ¿perderemos esa parte de cultura popular?
Yo en mi curro, hay una chica en concreto, que me dice que ya nadie ve la tele. A Broncano lo ven 3 millones de personas cada noche y seguro que son más. La tele está muy presente y es un soporte con una visibilidad que casi ningún otro soporte tiene. Yo creo que para la gente que creamos contenido la tele es el sitio a donde ir, tiene más repercusión. Sigue creando comunidad, sigue creando tendencia y ahora se ha creado esta moda que hace 20 años no existía que hasta sabemos todos de tele y nos sabemos las audiencias y sabemos de share.
El sentido de los realities era ver gente desconocida haciendo cosas en una casa, una playa o donde fuera. Ha habido un avance hacia el mundo de los famosos y se ha profesionalizado demasiado en contra de lo que es el espectáculo.
Arrancas con ese inicio en 2000 de la telerrealidad gracias a Gran Hermano. Ahora estamos en plena emisión de nueva edición después de un barbecho, ¿muchos cambios en estos 24 años?
La telerrealidad creo que se ha profesionalizado desde la perspectiva de los concursantes, es decir, esa virginidad que tenían los concursantes de Operación Triunfo 1 o de Gran hermano 1, con los años se ha ido perdiendo porque más o menos sabes lo que puede estar pasando fuera, tienes mucha información previa, sabes que en las redes se mueve mucho, creo que eso a los concursantes les hace estar siempre en estado de alerta y perder la realidad de verdad, la naturalidad. De un tiempo a esta parte, los realities, no aplica a la última edición de Gran Hermano, han ido cambiando a realities de celebrities. El sentido de los realities era ver gente desconocida haciendo cosas en una casa, una playa o donde fuera. Ha habido un avance hacia el mundo de los famosos y se ha profesionalizado demasiado en contra de lo que es el espectáculo. Ojalá hubiese un reality ahora mismo en el que los concursantes van cien por cien a ciegas. Es muy difícil.
¿Tienes ya favorito de esta edición de Gran Hermano?
Tengo tres favoritos, pero van cambiando este año. De pronto unos critican a otros y ufff, pero me gusta Violeta, Óscar hay días que me gusta y otros, pienso que se me va a caer, y Jorge creo que es el típico perfil que o lo echan y lo cancelamos o se construye un personaje y llega hasta la final. Hay una cantidad de víboras por ahí en esa casa, que es como guau. Laura me cae fatal, pobre. Una cosa que va en contra de lo que decía antes de la profesionalización es que los concursantes de realities siempre caen en los mismos errores, con toda la información que tenemos. Si entras en Gran Hermano, cosa que nunca va a pasar, caería en los mismos errores porque somos seres humanos y todos nos parecemos. ¿Cómo puede ser que apartéis a uno? Siempre apartan a uno que victimizan y ganan.
Eres de los que piensan que decir la verdad a la cara que tanto reivindican los que participan de estos realities, está sobrevalorado… me ha encantado que digas eso en el libro.
Es una frase de la cultura reality. En plan, soy una persona humana, que también es una coletilla… que digo las cosas a la cara y voy de frente. ¿En qué momento alguien en el planeta decidió que eso era un valor añadido en una persona? No me parece. Yo tengo una amiga que me dice, cuando nadie te pregunte qué opinas del estilismo de una persona, no opines, que puedes crear muchas inseguridades.
El OT 2001 que no tenía nada que ver con el de la última edición, excepto Chenoa, que era el nexo común, demuestra un poco cómo era la sociedad de aquella época y cómo es la de hoy.
Si Gran Hermano ha marcado a muchas generaciones, OT, lo mismo. ¿Qué edición has disfrutado más?
OT creo que es el programa que más me ha marcado en los 2000. Me ha marcado en todas las ediciones, pero es que la última también me ha marcado. Yo estuve trabajando ahí con Amazon y lo viví muy de cerca. Es un programa que sabe evolucionar muy bien de manos de la sociedad. El OT 2001 que no tenía nada que ver con el de la última edición, excepto Chenoa, que era el nexo común, demuestra un poco cómo era la sociedad de aquella época y cómo es la de hoy. La primera edición de OT nos ha dejado unos momentos históricos con Chenoa, Bisbal, Rosa, Eurovisión… y a día de hoy Manu Tenorio sigue siendo noticia, Chenoa siempre es noticia, Bisbal que es como uno de los referentes. Manu Carrasco que es uno de los artistas que más estadios llena en España y es de OT, esto non está tan presente. Pablo López también estuvo. Y hay gente más de nicho como Natalia Lacunza que me encanta. Es una buena cantera. Soraya, Edurne, es curioso, es un programa que ha marcado una generación y está marcando una nueva generación. Te metes en twitter y todos los días esta gente son TT, todos.
Evolución tecnológica quizás sea la más marcada. Se nos ha olvidado que hubo un tiempo en el que vivíamos sin Instagram, sin WhatsApp, sin GPS.
Cuando me descargué el WhatsApp por primera vez pensé, yo creo que esto nos lo van a cobrar, debe ser como una app que te engaña y luego te cobra por cada mensaje porque es imposible que yo pueda mandar múltiples mensajes. Me acuerdo que estaba en el salón de mi casa con mi hermano y con mi madre y mi hermano me dijo que había una aplicación con la que se podía chatear como en la Blackberry. Pensé, me la voy a bajar, pero seguro que es algo raro. Y fíjate ahora. La tecnología ha cambiado hasta tal nivel, que yo creo que hemos llegado a un punto, que es verdad que la inteligencia artificial es el nuevo camino a recorrer, pero donde realmente cambión fue en los 2000 porque pasamos de la nada al todo, a estar hiper conectados, a poder subir a las redes sociales toda nuestra vida, a tener múltiples plataformas de streaming, la nube, ordenadores, tablets… todo.
La monarquía también es parte de esa cultura popular. Narras varios momentos clave… no habían salido entonces las fotos del rey emérito y Bárbara Rey.
Me he acercado mucho a la monarquía porque Letizia es asturiana como yo. Bueno, yo soy asturiana como ella que nació antes y es la reina. Además, tengo una anécdota con Letizia y es que, cuando yo iba a la universidad aquí en Madrid, en mi clase había una chica que se apellidaba Ortiz y en mi mente nunca me paré a pensar, Ortiz y de Oviedo, y sí, resultó ser la prima de Letizia y nos hicimos íntimos. Pensaba yo, esto es lo más cerca que voy a estar de la monarquía nunca.
Y cotilleaste de la reina con la prima…
Obvio, pero he de decir que la prima era super prudente y super educada, no como el suegro de Letizia. Imagínate, si sacan algo de Don Juan Carlos hablando de Letizia, se cae España porque todos sabemos que ese señor ha hablado de Letizia, cero pruebas, cero dudas.
No falta Eurovisión y marcas las distintas etapas por las que ha pasado este festival. ¿Te quedas con Pastora Soler porque Chanel fue después?
Eurovisión es el sitio donde más chicos calvos, con barba, hay por metro cuadrado. Nivel que mis amigos me dicen, el sitio más seguro para salvar tu identidad es en Eurovisión porque estáis todos los calvos gays. En la cultura de Eurovisión que es otra de las cosas que yo tengo marcadas desde pequeño porque en mi familia había mucha tradición, super frikis, soy muy de Pastora Soler. Soy muy de divas. Es de la última década o los últimos 20 años, si me dices, escoge una canción, es esa. También te digo, lo que hizo Chanel, fue un espectáculo, fue la bomba. Hay una cosa que yo me río mucho y es que no hay un día que no te metas a twitter y no haya una cuenta que no viva anclada en el break de Chanel en Eurovisión.
Con Belén Esteban, Jorge Javier e Isabel Pantoja, que hubo un amago de cambiar la tradición y ver las campanadas con la Esteban, pero lo que son las uvas, es una cosa de La1.
Las campanadas es uno de esos puntos que nos conecta a todos. ¿Sigues viendo las campanadas en La1?
Las Campanadas es otra de las cosas que demuestran cómo la sociedad ha ido evolucionando en muchas cosas y en otras no tanto. Hubo un pico ahí, cuando Telecinco hacía las campanadas con Belén Esteban, Jorge Javier e Isabel Pantoja, que hubo un amago de cambiar la tradición y ver las campanadas con la Esteban, pero lo que son las uvas, es una cosa de La1. Por eso la Pedroche deja el vestido hasta las 23.59 y confieso que últimamente las estoy viendo en Antena 3 por un tema de timing, que me da miedo cambiar, pero toda la vida soy muy de La1, muy de abuela.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...