Lily Allen: de ídolo del pop a comerciar con fotos de sus pies en Internet
La cantante británica cuenta, desde este verano, con un perfil dedicado a lucir a sus extremidades inferiores
De Lily Allen sabíamos que es una artista con los pies en la tierra. Lo que solo algunos conocen es que es, también, una artista con los pies en el ciberespacio.
La cantante inglesa, que tuvo sus años de gloria hace no demasiado tiempo —sus discos It’s not me, it’s you, de 2009, y Sheezus, de 2014, fueron número uno de ventas en su país—, es motivo de titulares en la actualidad por una faceta por completo extramusical: este verano, Allen creó un perfil en una cuenta de contenido para fans adultos (cuyo nombre no vamos a decir), en la que publica con pasmosa dedicación y loable entereza fotografías y vídeos de sus pies; debe de ser que, en su opinión, pueden resultar muy excitantes para determinado tipo de suscriptores.
Dado que las imágenes solo las ofrece en formato virtual, resulta complicado determinar si sus pies “cantan” tanto como sus cuerdas vocales. La peregrina idea se metió en su cabeza cuando meses atrás su pedicura le informo de que tenía unos pies muy bonitos y que podía sacarse un dinerillo con ellos. Esto lo ha revelado la propia artista en su podcast Miss me.
Para asegurarse de que la pedicura funcionaba bien de la vista, Allen subió una colección de fotos de sus pies a una web que se llama wikiFeet, en la que los visitantes puntuan, de cero a cinco, la belleza de las extremidades inferiores de personajes famosos. Resultó que obtuvo una puntuación de cinco estrellas, lo que seguramente la transportó a los días en que llegaba a lo más alto en la música con sencillos como Smile, The fear o Not fair.
Lily Allen | Smile (Official Video)
Así que el paso siguiente en este singular proyecto de emprendimiento pedicular fue crear una cuenta en la web de contenido para adultos y empezar a colgar las instantáneas. Puede sonar como una ida de olla total, pero el caso es que no le va nada mal. Según ha declarado, gana más dinero con las fotos de sus pies que con su música en Spotify. En esta plataforma de streaming tiene cerca de 8 millones de oyentes mensuales y, sin embargo, en su canal adulto, solo mil suscriptores. Fieles, eso sí, y que pasan por caja religiosamente (apoquinan 10 dólares al mes, lo que según algunas fuentes podría proporcionarle 10.000 dólares mensuales) para gozar de la contemplación de sus ya celebérrimos pinreles.
El movimiento de Allen no ha caído bien entre algunos de sus admiradores musicales. Cuando anunció en X la creación de la cuenta de pies, una persona respondió: “Imagina ser una de las mayores estrellas del pop en Europa y acabar reducida a esto”.
Una trayectoria accidentada
En cualquier caso, no es la primera vez que Allen es noticia por cuestiones ajenas a su profesión. En 2018 reveló que cuando era veinteañera pasaba durmiendo varios días seguidos para así no tener que comer, puesto que la relación con su cuerpo no era satisfactoria. En 2014 se hizo adicta a Adderall para perder peso antes de convertirse en telonera de la gira de ese año de Miley Cyrus. Ha sido diagnosticada de trastorno bipolar y TDAH.
En temas políticos, se ha posicionado a menudo públicamente a favor del socialismo, si bien en 2016 declaró que iba a destinar su voto al Partido de la Igualdad de las Mujeres. Durante siete años padeció el asedio de una persona que la acosaba (finalmente, el sujeto fue enviado a un hospital psiquiátrico). En entrevistas se ha burlado de compañeros de la música como Amy Winehouse, Katy Perry o Kylie Minogue, en 2007 agredió a un fotógrafo a la salida de una discoteca de Londres y en 2009 un par de medios publicaron una entrevista falsa, en la que arremetía contra David y Victoria Beckham (tuvieron que indemnizarla). Este mismo 2024 ha asegurado que sus hijas arruinaron su carrera.
En lo estrictamente musical, Allen publicó su último disco, No shame, en 2018. Su repercusión ha sido menor. Posteriormente ha protagonizado contadas colaboraciones con otros artistas. Y en vista de cómo le funciona su iniciativa con los pies, ahora no se la van a dar con queso.
Miguel Ángel Bargueño
Es periodista y escritor: ha publicado varios...