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Arranca la COP29: te contamos todas las claves
La Cumbre del Clima de Bakú está marcada por la ausencia de líderes como Joe Biden, Vladimir Putin o Xi Jinping.
Cada Cumbre del Clima –las conocidas como COP, por las siglas en inglés de Conferencia de las Partes– es una oportunidad para cambiar de rumbo. Así lo recuerdan todos los expertos de cara a la cita en Bakú, capital de Azerbaiyán, donde acaba de echar a andar una nueva cita clave para el planeta.
La situación es acuciante. "Las políticas actuales nos llevan a un aumento de 3ºC", advirtió durante la apertura de la Cumbre el presidente de la misma, Mukhtar Babayev, ministro de Ecología y Recursos Naturales de Azerbaiyán. Se da la circunstancia, al igual que ocurrió en la anterior Cumbre, que el país anfitrión es uno de los grandes productores de petróleo a nivel mundial. Y sin embargo, sus palabras parecen desprender una toma de conciencia respecto a la gravedad del problema. “Ese aumento de las temperaturas será catastrófico para miles de millones de personas y amenazará la existencia de comunidades que están representadas en este espacio”, añadió.
Biden, Putin, Macron, Lula da Silva... la COP29 estará llena de ausencias notables
Nada de eso parece haber sido suficiente para que la cita cuente con la presencia de algunos de los más destacados mandatarios internacionales. Aquellos que, precisamente, se sitúan al frente de los países que más contaminan. Es el caso del que aún es el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el de China, Xi Jinping o el ruso Vladimir Putin.
Tampoco estarán el brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, por enfermedad, el francés Emmanuel Macron, inmerso en una grave crisis política y social, o el alemán Olaf Scholz, quien acaba de ver cómo su Gobierno de coalición ha hecho aguas, lo que le ha llevado a convocar nuevas elecciones.
Entre los que sí estarán, el laborista británico Keir Starmer, elegido primer ministro el pasado mes de julio, el secretario general de la ONU, António Guterres, o el español Pedro Sánchez, que se unirán al centenar de jefes de Estado y de Gobierno llegados de todas partes del mundo.
Una cumbre de transición... y dinero
Para los expertos, la Cumbre de Bakú es una cita de transición con vistas a la que el año próximo tendrá en Brasil, donde se esperan decisiones de calado mayor. El principal objetivo será lograr el consenso para alcanzar el Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado, que no es otra cosa que establecer quién, cuánto y cómo aporta la financiación necesaria para pagar las medidas contra el cambio climático a partir de 2025. Es por este motivo que esta cumbre ha sido bautizada” como la COP de las finanzas".
Pero no va a ser fácil. Por una parte, los países más desarrollados abogan por obtener la mayor parte de ese dinero del sector privado, quien a su vez parece más centrado en los beneficios económicos que en el futuro del planeta. Por otra, los países en vías de desarrollo, y especialmente aquellos más poblados, no son partidarios de medidas drásticas para reducir el uso de combustibles fósiles.
El dinero que hace falta no es poco precisamente. "Necesitamos billones de dólares", ha declarado Babayev, "pero también hemos escuchado de las partes que un objetivo realista para lo que el sector público puede proporcionar y movilizar directamente parece ser más cientos de miles de millones. Estos números pueden parecer grandes, pero no son nada comparado con el coste de la inacción".
Rebelión Científica y Extinction Rebelión han tildado de "hipocresía homicida" la COP29
El secretario ejecutivo de ONU para el Cambio Climático, Simon Stiell, ha sido igualmente contundente y ha puesto en valor la importancia del multilateralismo. En su opinión, la COP es "el único foro que tenemos para abordar la creciente crisis climática, para pedirnos cuentas unos a otros y actuar al respecto. Y sabemos que el proceso funciona, porque sin él la humanidad se encaminaría hacia los cinco grados de calentamiento global".
Quienes han dejado entrever su escepticismo ante la COP29 son los grupos ecologistas. Ayer, Greenpeace desplegó una gran pancarta en el centro de Madrid que rezaba: "Frenar el cambio climático salva vidas", junto a un crespón negro en solidaridad con las víctimas de la dana que ha sacudido especialmente a Valencia. Otras organizaciones, como Rebelión Científica y Extinction Rebelión, han ido más allá y han tildado de "hipocresía homicida" la COP29.