Especial
Madonna fue condenada injustamente por plagiar ‘Frozen’
Lo que realmente quería la ‘reina del pop’ era “algo como ‘El paciente inglés’ combinado con Nine Inch Nails”
Madonna plagió ‘Frozen’, su gran hit de 1998. Lo dijo un tribunal belga el 18 de Noviembre 2005 después de que el desconocido Salvatore Acquaviva demandara a la artista. La acusaba de haberle robado cuatro compases de su composición ‘Ma vie fout L’camp’ (Mi vida se va a la mierda). El éxito de Ciccone estuvo prohibido en Bélgica. Ni siquiera podía cantarlo en sus conciertos en el país. Al final, casi una década después, se hizo justicia.
‘Frozen’ es una de las 13 canciones que Madonna incluyó en ‘Ray of light’ (1998), su séptimo álbum de estudio. La escribió junto a Patrick Leonard y ambos se unieron a William Orbit para producirla. Su letra “está construida en torno a la represalia, la venganza, el odio, el arrepentimiento”, explicó la artista en The New York Times. Y añadió, “Todo el mundo va a decir, 'eso es sobre Carlos (su ex novio) pero no es cierto; es sobre la gente en general".
Fue un éxito comercial global. Aclamada por la crítica, que consideró ‘Frozen’ lo mejor del álbum, se convirtió en el primer single de la artista que debutaba en el primer puesto en Reino Unido. En España lideró la lista de LOS40 y fue el single más vendido en España durante cuatro semanas consecutivas. Lo mismo ocurrió en Finlandia, Grecia, Hungría, Italia o Escocia
En aquel momento, mientras ‘Frozen’ triunfaba en todo el mundo, a nadie se le ocurrió pensar que siete años después, la cantante sería acusada de plagio. El 18 de Noviembre de 2005, un jurado belga así lo dictaminó. Y todo porque un desconocido compositor belga llamado Salvatore Acquaviva aseguró que ‘Frozen’ había robado los cuatro primeros compases de su canción de 1979 ‘Ma vie fout le camp’. El tema lo interpretaba Fabrice Prevost.
Pero ¿cómo llegó ‘Mi vida se va a la mierda’ a oídos de Madonna?. Salvatore tenía una respuesta. Aseguraba que ella lo había escuchado cuando era bailarina de Patrick Hernández. El francés - en los 70 era una estrella internacional - le dio la oportunidad de trabajar en su tour mundial 'Born to be alive'. En esa época, decía Acquaviva, la cantante escuchó ‘Ma vie fout le camp’, se le quedó grabada la melodía y 20 años después se la apropió para ‘Frozen’.
Lo grotesco era que la justicia diera la razón al belga. Según declaró su abogado en Billboard: “El jurado ha dictaminado que Madonna debe retirar de la venta todos los discos y encargos restantes y en televisión y radio ya no pueden poner más ‘Frozen’”. A partir de ese momento, el hit de la estrella de Michigan fue prohibido en Bélgica. Incluso si ba de gira a cualquier ciudad belga y cantaba ‘Frozen’, el concierto podía ser cancelado.
Después de que el equipo de Madonna anunciara que presentaría la correspondiente apelación, surgió de la nada otro músico desconocido llamado Edouard Scotto Di Suoccio. Lo que el italiano reivindicaba parecía surrealista: tanto ‘Frozen’ como ‘Ma vie fout L’camp’ eran plagios de su composición ‘Bloodnight’. Por tanto, las tres canciones fueron comparadas en una demanda presentada en París. La resolución final fue que no había motivo para reclamar porque no se había producido plagio. Cualquier fragmento de música compartido entre los tres temas aparece también en otros muchos escritos antes y después de los considerados en la demanda.
A continuación, el tribunal de apelación belga sentenció que ‘Frozen’ no era un plagio y retiró la prohibición impuesta hacía casi una década. Desde febrero de 2014, los belgas pueden escuchar la canción de Madonna legalmente.
Está claro que Madonna no tomó prestado ningún acorde al belga Salvatore ni al italiano Edouard. Tuvo otros modelos sorprendentes. Patric Leonard, co-autor del hit, contó en una entrevista con Boy Culture de 2017: “Me dio alguna orientación al principio. Para ‘Frozen’’, dijo, ‘me gustaría algo como ‘El paciente inglés’ combinado con Nine Inch Nails”. Por tanto, ‘Frozen’ está inspirada en la partitura que Gabriel Yared compuso para la película protagonizada por Ralph Fiennes y en el estilo que Trent Reznor imprimió en la banda de Cleveland. El resultado fue una de las mejores canciones electrónicas que se han hecho jamás.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop