Gwen Stefani: cuando hace veinte años la carismática cantante de No Doubt debutó en solitario

Quienes siguieron con atención la carrera de No Doubt en los noventa sabían claramente que su cantante, Gwen Stefani, tarde o temprano debutaría en solitario. Es ley de vida en la industria del pop, máxime si la vocalista tiene el talento y el carisma de la rubia estrella californiana. Ocurrió hace veinte años, en noviembre de 2004. No Doubt realizó un alto en su andadura y Stefani aprovechó el parón para dar rienda suelta a su creatividad individual lanzando su primer disco como solista: Love. Angel. Music. Baby.

No Doubt, banda que mezclaba pop, ska y punk, con el toque soleado de la tierra que vio nacer a sus componentes, lo petó especialmente con su tercer álbum, Tragic kingdom, de 1995, del que se han vendido casi 17 millones de copias en todo el mundo. Era el disco que contenía su gran éxito, Don’t speak, cuyo vídeo auguraba en cierto modo el prometedor futuro de Stefani: mostraba cómo ella se convertía en el centro de las atenciones de los medios mientras sus compañeros eran ignorados. Curiosamente, si bien el single fue número uno de ventas en muchos países, en Estados Unidos no logró entrar en la lista Billboard Hot 100.

A Tragic kingdom siguió Return of Saturn (2000), de buena pero menos efusiva acogida, y a este Rock steady (2001), de similar recepción. Con la idea de replantear su trayectoria, la banda decidió apartarse de los focos una temporada, y fue cuando Gwen Stefani empezó a preparar su debut como solista.

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Por entonces, era una personalidad muy popular en el universo del pop. Estaba unida sentimentalmente al guapo Gavin Rossdale, cantante de Bush, con quien había contraído matrimonio en 2002. La vocalista quería, además, dedicar esos años a ser madre, y el primero de sus tres hijos nació en 2006. Rossdale y ella se separarían en 2015.

Antes de todo eso, y en medio de la pausa discográfica de No Doubt, Stefani comenzó a grabar Love. Angel. Music. Baby, también conocido por sus iniciales: L.A.M.B. Si lo que pretendía era demostrar que tenía unas inquietudes musicales más amplias que las de su grupo, lo demostró. El disco la presentaba como una artista más contemporánea, con acercamientos certeros a los sonidos de los ochenta, la electrónica, la ewn wave y el soul.

Un álbum repleto de colaboraciones

Entre las canciones destacaba What you waiting for?, escrita junto a Linda Perry (excantante de 4 Non Blondes y consumada autora de éxitos para otros artistas), cuya letra habla del bloqueo creativo que Stefani sufrió en las semanas en que debía componer para el disco. El sencillo sonó hasta la saciedad, aunque no puede catalogarse como un clásico como los que firmó con No Doubt. Mejor papel desempeñó otro de los singles, Hollaback girl, que llegó al número uno en Estados Unidos. Perry compuso otros temas para el álbum, así como Tony Kanal, bajista de No Doubt, exnovio de Stefani y gran amigo personal.

En ese intento de dar al trabajo un inequívoco aire de principios de los 2000, las colaboraciones desempeñaron función crucial. En L.A.M.B. participaban artistas como Eve o André 3000 (de OutKast). Entre los productores, se implicaron Dr. Dre, The Neptunes, Nellee Hooper y el tándem formado por Jimmy Jam y Terry Lewis, profesionales muy unidos a la carrera de Janet Jackson. El resultado, como puede adivinarse, era un disco muy diverso en el que, sin embargo, se logró un aura unificado gracias a la singular voz de Stefani.

L.A.M.B. llegó a la quinta posición en la lista de ventas de Estados Unidos y a la cuarta en Reino Unido. De él se vendieron más de 8 millones de copias a lo largo y ancho del planeta. Suficiente para que la artista no perdiera tiempo en confeccionar el segundo disco, The sweet escape, que salió a finales de 2006. A continuación se focalizó en su vida personal, tuvo tres hijos, y el siguiente álbum que publicó fue junto a No Doubt: Push and shove, de 2012.