Un expulsado y un repescado en ‘Gran Hermano’ en una gala donde los familiares se han llevado el protagonismo

Noche intensa la de este jueves en Gran Hermano con la gala de familiares. La Navidad ha llegado a Guadalix y los concursantes no podían tener mejor regalo que la visita de sus familiares.

Muchas madres pudieron reencontrarse con sus hijos y darles una valoración de lo que estaba siendo su concurso hasta ahora. Consejos de todo tipo para sobrellevar la recta final del programa.

Ellos fueron los encargados de nominar y los concursantes de verlo. Finalmente, a Daniela, nominada permanente, se sumaban, con los votos de los familiares, Laura, Adrián y Edi. Pero hubo más, una expulsión y una repesca.

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Repescado

Antes de la llegada de estos habitantes improvisados, Jorge Javier Vázquez anunciaba el primer nombre que se caía de la repesca que, como todos esperábamos, era el de Elsa. La vasca decía adiós definitivamente a la casa después de unos días de reencuentros con sus amigos.

Como ya se preveía, la decisión estaba entre Ruvens y Lucía, porque como ya anunciaba el presentador, la repesca era cosa de uno. Quedaban dudas tras el abandono de Javier y algunos pensaban que podrían quedarse dos, pero no ha sido así.

Ambos concursantes se reunían en la nave donde Jorge Javier anunciaba el nombre del repescado: Ruvens, con un 62% de los votos. Así que la prepotencia y ganas de pelear con la que Lucía entraba en la casa no le servían finalmente para quedarse.

El concursante se rompía de la emoción y se quedaba bloqueado y llorando. "Muchas gracias por darme otra oportunidad. No tengo palabras, estoy bloqueado, gracias. Mil gracias, no puedo decir nada más", acertaba a decir finalmente.

Cuando entraba de nuevo en la casa recibía el abrazo de muchos de sus compañeros, aunque Maica y Daniela no se levantaban siquiera del sofá para darle la enhorabuena. Esta guerra la perdían las fresis.

Expulsado

Una de las que más lloraba cuando se abrazaba a Ruvens era Laura que después de la emoción de reunirse con su madre y su suegra, tenía que ver cómo Manu era el expulsado como apuntaban las quinielas. Laura lo vio a través de la pantalla y no tardaba en romper a llorar.

"Es complicado abandonar ahora tal y como estaba la cosa con Laura, pero es lo que hay", decía el recién expulsado. Tenía claro el motivo de que la audiencia le haya votado: “No hay duda de que estoy fuera por no haber sabido gestionar este conflicto interno que tenía en mi cabeza. No ha sido por convivencia, ni por forma de ser".

Jorge Javier le aseguraba que su paso por este concurso había estado marcado por la indecisión en todos los aspectos, algo con lo que él no estaba de acuerdo.

"Quiero verla más feliz que nunca, sabe que la espero fuera. Quiero verla sonreír, apoyarse en la gente que la quiere. Que vaya a por todas y siga mejorando y demostrando lo que vale día a día", decía sobre lo que espera de Laura que sigue en la casa.

Las palabras de Laura

"Se fue de la casa, pero no de mi vida", dejaba claro Laura, "no le vayáis a dar mucha caña, Jorge. Sé un poquito más suave. Pienso que le vas a decir que la ha cagado, pero puedes decírselo de una manera más sutil".

Laura es consciente de que Manu se ha equivocado en algunas cosas, “ha tenido sus errores. Su error ha sido no tener las cosas claras, no saber llevar sus sentimientos, llevarse mucho por los gritos de las personas que venían aquí a gritarnos... Él sabe los errores que ha tenido perfectamente. Lo que me importa es que se haya dado cuenta y aprenda".

Veremos qué pasa fuera con esta pareja que, de momento, ha recibido el visto bueno de sus madres con las que se reencontraban en la casa. Ella está nominada, puede que se reencuentren antes de lo que imaginan.

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