Especial
Milena Smit expresa el dolor que le produjeron relaciones tóxicas y los maltratos: “Hay que romper con patrones”
Comparte su opinión sobre el caso Errejón y desestigmatiza la medicación
Milena Smit ha sido chica Almodóvar, ha sido la actriz que ha dado vida al personaje que Javier Castillo creó en su saga La chica de nieve. Y solo por dar un apunte de una carrera repleta de logros que nos ha permitido verla en Netflix con El Hoyo o asistiendo a los principales desfiles de moda. Su mirada felina ha conquistado a todo tipo de público que ha aplaudido su talento.
Pero, aunque parece que todo esto podría dar forma a una vida perfecta, no es el caso. Si en lo profesional le ha ido muy bien, en lo personal no tanto. En cierto modo, adicta a las relaciones tóxicas sabe lo que es sufrir maltrato. Su sensibilidad y malas elecciones la han llevado a sufrir mucho.
Ahora, ha volcado todo ese penar en A pesar del vértigo, una exposición cruda y brutal de sus sentimientos que se dejan influir por el amor, el desamor, el deseo y la salud mental. Una oscuridad volcada en su primer libro que nos muestra un talento para la escritura prometedor. No nos hemos resistido a hablar con ella.
Pregunta:A pesar del vértigo, un libro muy personal que dices que no pensaste que acabarías publicando. ¿Te has arrepentido una vez que lo has visto en la calle?
Respuesta: A veces sí, sobre todo, los días de antes, estaba muy nerviosa, diciendo, ‘no sé muy bien que estoy haciendo’, pero luego, por otra parte, muy orgullosa de haber dado el paso de hacer algo tan importante para mí.
P: ¿Cuál era tu objetivo al escribir este libro?
R: Darle un poco de sentido a mis experiencias, a todo lo que he vivido en mi vida y poder ponerle palabras, nombre y voz. Poder desahogarme un poco. Nunca pensé escribir un libro. Yo lo que hacía era escribir y cuando vino la oportunidad de publicar el libro como que ya estaba escrito.
P: Mucha oscuridad… a uno se le quitan las ganas de enamorarse leyéndolo.
R: Totalmente. No pensaba dulcificar nada. Como el objetivo no era escribir un libro sino desahogarme, ahí está escrito todo lo que crudamente he sentido en diferentes relaciones y momentos de mi vida. Por suerte, el libro, ha terminado con una nueva era donde hay más luz. Después de ese túnel oscuro y tenebroso, encuentras alguien que te ve y no busca jugar contigo ni hacerte daño y es algo que deseo que cualquier persona que tenga una mala experiencia en el amor, acabe encontrando.
P: ¿Hay venganza en este libro?
R: Hay un poco de todo. Para mí la estructura era sobre todo las fases del duelo. Primero va esa presentación de la relación tóxica en la que te vuelcas y te entregas y no piensas en qué consecuencias puede traer y luego están las fases del duelo dividido en varios capítulos: negación, ira, negociación, depresión, aceptación y todas estas fases conllevan muchas emociones. Puedes sentir venganza, ira, rabia, traición, tristeza, anhelo, nostalgia, hay muchísimas emociones hasta que consigues aceptar lo que ha sido y poder soltarlo un poco, aunque no lo olvides porque nunca se olvidan del todo las diferentes experiencias que, al final, van construyendo tus aprendizajes y tu camino.
P: Hablas, de “seres tan desagradables como el ser humano”. Espero que ahora que estás en otra era ya no piensas así.
R: Pienso que, al final, cada uno intenta hacerlo lo mejor posible, pero creo que como sociedad todavía nos queda mucho por hacer y demostrar que nos merecemos todo lo que tenemos, un planeta con unos mares, unos océanos, una tierra… y a lo que contribuimos es al desastre. Tenemos que arrimar un poco más el hombro y ser un poco más empáticos y más buenos con los demás y no estar tanto en una competición, en la rabia, en soy mejor, tú no vales, el racismo, la homofobia… Si nos dedicáramos a ser felices nosotros mismos sin molestar a los de al lado ya ganaríamos mucho.
Era alucinante porque siempre al principio son personas que parecen tan similares a ti, tan almas gemelas y te entregas desde el principio, en mi caso al menos, y vas descubriendo las máscaras se han puesto cuando ya estás tan involucrada que es tan difícil salir...
P: Hay frases muy duras: “De las hostias se aprende”. ¿Tú que has aprendido?
R: Muchísimas cosas. He aprendido, sobre todo, a que hay que romper con patrones. Te dejas llevar por lo que desde pequeñita te ha tocado vivir, por la relación que has tenido con tus padres o tus primeras experiencias, y te hacen marcar patrones. Y aprender de las hostias, para mí, es decir, ‘vale, me he llevado todas estas hostias, pero voy a intentar aprender de ellas’. Inevitablemente, a veces uno tropieza con la misma piedra varias veces hasta que decidimos saltarla. Yo me he tropezado muchas veces y siempre era el mismo patrón. Era alucinante porque siempre al principio son personas que parecen tan similares a ti, tan almas gemelas y te entregas desde el principio, en mi caso al menos, y vas descubriendo las máscaras se han puesto cuando ya estás tan involucrada que es tan difícil salir… Yo decía, la próxima vez no me pasa, pero hasta que uno no decide saltar la piedra, cuesta mucho trabajo reconstruir la autoestima, trabajar en terapia, sanar traumas, que todo esto te va minando. Te mina la autoestima, el autocuidado, no te valoras y piensas que no te lo mereces.
P: Hasta que das con la persona adecuada.
R: Ahora tengo una relación desde hace tres años y me ha cambiado la manera de ver el amor. Yo pensaba que era tener las ganas de morir por alguien, pero, ahora, es al contrario. Para mí, ahora, el amor es la paz, sentirte segura, tranquila, no hay ruido. Hay discusiones como en todas las relaciones, pero me di cuenta que al principio no era capaz de confiar en una persona que me estaba haciendo bien, desconfiaba, crees que no te lo mereces y no lo das por válido o real y puedes cometer el error de desechar de nuestra vida a personas que realmente sí merecen la pena. Estamos acostumbrados a seguir un patrón y para mí esa es la clave, darte cuenta de que tienes que romper con eso.
También en mucha gente de mi alrededor siempre hay esta cosa de ‘tú puedes sola’. A lo mejor, no. A lo mejor en algún momento de mi vida he podido sola, pero a lo mejor ahora necesito que me echen un cable. A lo mejor para poder sola necesito que algo me ayude a estabilizarme primero para luego hacer ese trabajo.
P: Y ahí entra la terapia que afortunadamente cada vez está más presente.
R: Exacto, sin terapia, ni de coña. Siempre lo digo, es un tópico, peor igual que se entrenan los músculos en el gimnasio, cómo el cerebro no lo vamos a entrenar también. Hay muchas formas de entrenarlo y la terapia es especialmente importante porque nadie llega con todo aprendido. Puedes hacerlo a través de las elecciones de la vida y adquirir sabiduría y conocimiento, pero nunca vas a tener las herramientas para afrontar tantas situaciones como se presentan en tu vida. Siempre viene bien tener a alguien que se ha especializado en este campo que va a aportarte nuevas herramientas y opciones para gestionar las cosas. Hay gente que piensa, esto me duele, lo aparco y no sufres, pero algún día te explota en la cara. Trabajar todo eso que has aparcado de golpe va a ser un trabajo más costoso, más duro, más difícil y mucho más largo que si poquito a poco lo haces.
P: Hablas de depresión y claro, todas esas situaciones, al final acaban afectando a la salud mental y hablas de medicación. Hablaba en una ocasión con Chica Sobresalto de que todavía se estigmatiza mucho el tema medicación. Tú, no lo haces.
R: Es algo que me resulta curioso. También en mucha gente de mi alrededor siempre hay esta cosa de ‘tú puedes sola’. A lo mejor, no. A lo mejor en algún momento de mi vida he podido sola, pero a lo mejor ahora necesito que me echen un cable. A lo mejor para poder sola necesito que algo me ayude a estabilizarme primero para luego hacer ese trabajo. No soy médico y no quiero dar lecciones sobre cómo tiene que afrontar cada uno sus problemas de salud mental, pero creo que hay muchas cosas que se pueden gestionar con mucho trabajo personal detrás, pero hay otras que necesitan medicación. Hay que dejar de estigmatizarlo y de que sea un tabú, esa idea de que parecemos más débiles. Una persona que tiene una cardiopatía, nadie concibe el hecho de que tenga que vivir sin su medicación. Al final, la salud mental no se ve y no está tan normalizado como otras dolencias que puede sufrir el cuerpo humano. Yo intento mirar lo mío y ponerme en las mejores manos y si consideran que durante cierto tiempo hay que poner una medicación, es algo que tendríamos que dejar de ver como algo anormal. A lo mejor hay gente que toma otras sustancias para divertirse los fines de semana, que creo que es bastante peor, y te puede llevar a que en un momento de tu vida vayas necesitar medicación porque te has destrozado el cerebro de otra forma.
El amor es algo muy potente y muy grande y cada uno intenta vivirlo desde la mejor forma posible. Siempre tengo la esperanza de que nos movamos por la vida con amor.
P: A pasar por varias relaciones tóxicas y de haber sufrido malos tratos tanto físicos como psicológicos, sigues diciendo que no concibes la vida sin amor, ¿cómo es eso posible?
R: El amor que yo había sentido no era el más sano y he intentado, con mis errores, estar involucrada en las relaciones, querer amar. Desde pequeña he sido muy intensa y muy romántica y he ansiado ese amor y por eso a veces me he conformado porque no sabía si existía ese amor bueno de verdad, hasta que ahora con Diego, mi chico, lo he experimentado de otra forma y no pienso que no haya estado enamorada otras veces, pero hay tantos tipos de amor diferente, unos más peligrosos y otros más necesarios. Pero el amor es algo muy potente y muy grande y cada uno intenta vivirlo desde la mejor forma posible. Siempre tengo la esperanza de que nos movamos por la vida con amor.
P: Todo este sufrimiento y esta oscuridad que trasladas en el libro choca con la vida de desfiles y lujos que se te presupone, pero, no son incompatibles, ¿no?
R: Para nada, hay muchas personas como yo que tienen trabajos extraordinarios. Un trabajo más que desde fuera se ve un poco más subido. Al final, hago mi trabajo lo más profesional posible, pero vuelvo a casa y no estoy con un traje de Yves Saint Laurent y maquillada como una puerta paseando por una alfombra roja. Soy una persona más con una vida como cualquier otro y en mi caso, particularmente, no tuve el objetivo de llegar a esta industria. Esta profesión vino a mí de la forma más inesperada posible a través de un mensaje de Instagram. No es algo que haya buscado. Lo agradezco profundamente, pero yo sigo siendo Milena y sé muy bien de dónde vengo, no me avergüenzo porque pienso que me ha dado los valores que tengo hoy en día y estoy orgullosa de ello.
No sabes qué situaciones puedes encontrar ni el miedo que se puede sentir y más en casos como el de Errejón que es una persona tan influyente en la sociedad. En mi caso no era un político, pero me daba miedo y lo fui retrasando muchísimo tiempo hasta que me vi con las fuerzas.
P: Ahora, este tema de abusos y relaciones tóxicas está más de actualidad que nunca con el caso Errejón, ¿entiendes a Elisa Mouliá?
R: Condeno a cualquier maltratador o abusador, personalmente lo condeno. No quiero tampoco entrar en una polémica, ni mucho menos, pero todo lo que se ha dicho ni me consta, ni creo ni mucho menos que sea falso. Creo que ahora es el momento de dar la cara y asumir y de pagar las consecuencias, igual que nosotras las pagamos cuando sufrimos este tipo de situaciones que, por desgracia, son incluso varias veces en nuestra vida.
P: ¿Has tenido que llegar a denunciar?
R: Sí, claro. Llegué a denunciar cuando no podía más y después de intentarlo varias veces porque era muy difícil para mí. Es una decisión muy difícil. Por eso, estas cosas de, ‘que hubiera denunciado’, no sabes qué situaciones puedes encontrar ni el miedo que se puede sentir y más en casos como el de Errejón que es una persona tan influyente en la sociedad. En mi caso no era un político, pero me daba miedo y lo fui retrasando muchísimo tiempo hasta que me vi con las fuerzas, cuando vi que no había otra, que necesitaba poner tierra por medio.
P: A esta oscuridad que transmite el libro ha ayudado mucho Amanda Portillo, amiga tuya que ha sabido leerte y traducirte en imágenes, ¿qué sentías al ver las ilustraciones?
R: Nos conocemos de hace un rato ya y nos conocemos bastante bien. Cuando se lo propuse le hizo mucha ilusión y le dije que tenía libertad total para hacer lo que quisiera. De hecho, la portada y las ilustraciones las vi por primera vez a la vez que las entrega a la editorial, la confianza era plena. No ha habido ni un retoque. Hay muchas cosas que pueden sonar a metáfora que para mí tienen un sentido, pero a lo mejor a ti como lector lo puedes aplicar a algo más personal según tus circunstancias, pero yo veía la ilustración y decía, tal cual. Ha sido alucinante.
P: ¿Algún tatuaje relacionado con este libro?
R: Muchos, especialmente un puñal que tengo en la pierna. Hay un poema en el que hablo de una de mis hermanas y de su hijo. Mi hermana ha sido madre muy jovencita y es alucinante esa fuerza del amor hacia un hijo y la maternidad te puede convertir en una persona completamente diferente. Ha sido un regalo en nuestra vida y una luz. La suerte de tener personas como ella o mi otra hermana, muy valiente también, super luchadora, son personas que me inspiran mucho a seguir adelante. Cuando tienes que pedir ayuda están ahí las primeras y tengo algunos tatuajes pendientes.
P: Hablas de tus hermanas, ¿qué papel ha jugado la familia en todas estas relaciones tóxicas que has tenido?
R: Es muy difícil que te entiendan porque son personas que te quieren y lo único que quieren es no pasarlo mal. Te pueden entender si han pasado por algo parecido, pero cuesta mucho aceptarlo. Son personas que cuando te hayas estampado la cabeza todas las veces que hayas necesitado son los que van a estar ahí. Hay veces que, por desgracia, y en mi caso ha ocurrido en varias ocasiones, no eres tú la que se da cuenta y la familia lo que hace es sufrir, pero por mucho que te quieran alejar de esas situaciones eres tú quien se tiene que ver metida en el hoy y sentir la necesidad de que hay que salir de ahí como sea. Ahí es cuando pides ayuda y te sacan. Es como con los adictos, porque al final somos adictos a las relaciones tóxicas. Hasta que no lo haces por ti y no te desintoxicas por ti, no lo consigues.
P: ¿Te ha llegado feedback de alguna de tus ex parejas?
R: No, todavía. Puedo hacerme a la idea de alguna persona que me puede llevar a dar feedback, pero no lo necesito. Al final, hay personas que ni siquiera lo habrán vivido así porque cada uno vive su película. Yo lo que he hecho es reflejar la mía. Puedo entender que desde fuera lo lea y pueda decir, pues no lo entiendo.
El simple hecho de elegir estar con alguien que te hace bien es muy valiente y ahora mismo solo concibo el amor como algo que te tiene que ayudar a que la vida sea más fácil, incluso con uno mismo.
P: Al final hay un rayo de luz y hablas de una relación sana, la que estás viviendo ahora, supongo que tu concepto del amor es distinto ahora.
R: Pero vamos, por suerte espero no volver a verme en ninguna otra relación porque estoy feliz ahora, pero si por lo que fuera el día de mañana no ocurriera, espero, de verdad, haber aprendido la lección, que al final, no lo sabes hasta que lo tienes que poner práctica. Pero el simple hecho de elegir estar con alguien que te hace bien es muy valiente y ahora mismo solo concibo el amor como algo que te tiene que ayudar a que la vida sea más fácil, incluso con uno mismo. Hay muchas cosas que no me permiten todavía llegar a eso porque estoy trabajando y sacando mucha mierda que está ahí enterrada, pero espero que después de eso, el día de mañana, esté en el lugar por el que estoy luchando.
P: Está bien que te encuentres en esa nueva era, pero claro, nos deja sin libro porque eres de las que afirma que, “es raro escribir cuando se está bien”.
R: Es verdad, cuando estoy bien no suelo escribir, pero, quién sabe, no me planteo ahora escribir otro libro, pero a lo mejor dejo de escribir sobre mí y empiezo a escribir ficción que es algo que se me pasa por la cabeza, una novela, un guion, no sé.
P: En todos esos procesos de duelo y de sufrimiento, ¿ha habido cabida para música?
R: Todo el rato. Estoy acompañada de noches y noches y días de esperas y llantos y alegrías, también, compartidas con la música. Mil canciones dedicadas que luego no puedes volver a escuchar, pero, de repente, en otras facetas de tu vida estás en el coche y suena en la radio.
P: Dinos alguna canción que te haya ayudado en tus momentos de desamor.
R: Recuerdo mucho que escuchaba mucho a Leiva en una de esas rupturas. Recuerdo que pasaba días a días constantemente con sus canciones. Lo escuchaba en el trabajo, en casa, llorando. Él que es tan poeta que me sentía muy identificada, sobre todo, en la compañía que te da. La verdad es que me gusta todo tipo de música, me encanta el rap, también lo vinculo mucho a la poesía, me gusta mucho el flamenco, el pop, el rock. Tengo una lista bien curiosa. Pero recuerdo especialmente esa época escuchando todo el rato a Leiva.
P: Pero cuando estás en esas épocas de desamor, ¿eres más de ponerte música cañera para soltar rabia y frustración o música cortavenas para llorarlo todo?
R: Antes hacía mucho eso de la música cortavenas, ahora cuando estoy mal me pongo música clásica. Me pongo un álbum de Max Richter que se llama Sleepy me lo pongo en bucle en mis cascos y me intento hacer mi sanación. Antes sí que era de regocijarme y de romantizar el estar mal y acompañarme de música y noches fumando a la luz de la luna. Pero ahora es como, no, no, no, estoy mal, pues voy a ver qué puedo hacer para estar bien. Ahí es cuando me doy cuenta de que voy aprendiendo la lección.
P: ¿Cuál podría servir como banda sonora de este libro?
R: Una que se llama El Patio y es de Pepe y Vizio y Delaossa y es una canción que me ha venido a la cabeza, es así un poco, entre flamenquito y rap. Me viene mucho a la cabeza porque he escrito mucho con esta canción y me gusta cómo refleja esa espera hacia esa persona, el recuerdo de lo mal que te has quedado después de que se haya ido.
P: Hemos visto el primer tráiler de La Chica de Nieve 2: El Juego del Alma, ¿qué te has llevado de esa experiencia?
R: Es uno de los proyectos más importantes de mi carrera personalmente. Por suerte hemos podido desvelar la fecha de estreno, el 31 de enero, y no puedo tener más ganas de ver la serie y de que la gente la vea. Esta temporada ha crecido mogollón, hay personajes chulísimos. Pienso que he hecho trabajo saliendo de mi zona de confort trabajando un personaje más maduro y quería que el espectador viera ese paso de los años en esa Miren más adulta y seria. He tenido la suerte de construir el personaje con mi coach Yasmina que para mí es muy importante que fuera un personaje redondo para que se entienda también el trabajo que hay detrás, una buena dirección como la de David y Laura. Que llegue y haga justicia al personaje que Javier Castillo creó y tantos lectores han cogido con cariño y esa adoración hacia Miren.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...