Fernandisco: Una historia de emociones del hombrecillo escondido entre válvulas

Curiosidad, agradecimiento, fascinación, humildad, pasión, sacrificio, sorpresa, adoración, felicidad, angustia… el recorrido emocional de Fernandisco

Fernandisco en el estudio central de Los 40 Principales

Fernandín, el niño curioso de Badalona que un buen día desmontó la radio pensando encontrar "hombrecillos dentro". El crío que “con voz de pito” le hablaba al váter para descubrir cómo sonaría con eco. El adolescente fascinado con Constantino Romero, a quien le limpiaba los discos y le llevaba el café con leche en vaso largo. El joven agradecido a Rafael Revert, la persona que le dio “la oportunidad de su vida”. El compañero orgulloso de compartir 9 años con "un ángel que cayó del cielo": Joaquín Luqui. El DJ fascinado con Antonio Vega, “una institución”, o impactado con Elton John, "lo máximo que pude encontrarme".

A Fernandisco, casi dos décadas en Los 40 Principales, se le saltaron las lágrimas en el concierto de 25º aniversario. Vivió “lo más grande del mundo” cuando recibió un Premio Ondas. Le sobrepasó el éxito, “un monstruo que no puedes dominar”. Esta es la historia emocional de un referente generacional. El recorrido sentimental de una leyenda de la radio musical española, Fernando Martínez Teruel. Marca registrada: Fernandisco. Un hombre de radio, de música… pero DE LOS DE VERDAD.

Creció rodeado de radios. Las había por toda la casa. Ya siendo un crío quiso saciar su curiosidad: “Un buen día, desmonté la radio pensando que había ‘hombrecillos’ dentro”. Le intrigaba saber como sonaría su “voz de pito” - voz de niño - con eco. Por eso, se metía en el cuarto de baño “y le hablaba al eco que tenía la tapa del váter pensando que algún día esa voz llegaría a escucharse”. La música llegó después… gracias a su madre, de quien guarda “un recuerdo maravilloso”. Así se lo contaba a Jorge Sánchez en el podcast ‘Principales de 40’ de LOS40 Classic. Ella le daba el dinero para que se comprara los singles de vinilo en el mercadillo de Badalona. El primero de todos: ‘Dream on’ de Aerosmith.

“Envenenado de radio”, aprendió de “la voz que tiraba para atrás… el locutor que más me fascinó… al que siempre he querido parecerme”. Por casualidad, ‘enchufado’ por el conserje, Fernandito conoció a Constantino Romero en Radio Barcelona. El primer día le limpió los discos y le llevó un café con leche en vaso largo que pagó de su bolsillo. Fue su maestro, a quien siempre quiso parecerse. “Es verdad que nunca le he llegado a la puñetera suela del zapato". Humildad.

La pasión por la música y por comunicarse tras el micrófono, le llevó a darse “palizas de muerte”. Poco a poco, después de mucho sacrificio y muchas horas de curro, se convirtió en la estrella de Los 40 Principales. Llegó al ‘prime time’: “Rafael Revert me dio la oportunidad de mi vida y la supe aprovechar. El mérito no es mío, sino de la gente que me la dio”. Modestia. A lo largo de casi dos décadas – entre 1985 y 2004 - Fernandisco hizo los mejores programas de su trayectoria y vivió “épocas bestiales” junto a los más grandes.

Revet durante la entrega de un premio  B. Osborne  Fernandisco  José A. Abellán  D. Summers y E. Galdón

Revet durante la entrega de un premio B. Osborne Fernandisco José A. Abellán D. Summers y E. Galdón

Revet durante la entrega de un premio  B. Osborne  Fernandisco  José A. Abellán  D. Summers y E. Galdón

Revet durante la entrega de un premio B. Osborne Fernandisco José A. Abellán D. Summers y E. Galdón

Conocer y entrevistar a los más grandes - Prince, David Bowie, Phil Collins, Paul McCartney, Bruce Sprinsgeen, Madonna, Freddie Mercury, George Michael – le enseñó “muchísimas cosas”. Pero de todos ellos, el que más le marcó fue Sir Elton John. Ya durante la entrevista, reconocía tener “la piel de gallina”. Sorprendido por “la espectacular persona que era”, el presentador confesaba entonces: "detrás se oculta un corazón grandísimo, yo creo que mucho más que un puño, que es el tamaño de nuestro corazón”. Hoy, en el Podcast de Jorge Sánchez para Los40 Classic, se reafirma: “Es mi artista. Porque me ganó en distancia larga y en corta. Elton John fue para mí lo máximo que pude encontrarme”.

Fernandisco posando delante del cartel de su programa _WDM_

Fernandisco posando delante del cartel de su programa _WDM_

Fernandisco posando delante del cartel de su programa _WDM_

Fernandisco posando delante del cartel de su programa _WDM_

“Como artista nacional, Antonio Vega era fascinante. Era el tipo que sabía marcar mejor las pausas en las entrevistas. Me acuerdo que me decía, ‘cuando me canse, te lo digo, soplaré dos veces el pelo y tú ya no me preguntes más porque seguro ya no voy a poder”. Para el badalonés, el líder de Nacha Pop era “una institución”. Por eso en el Top 3 de canciones “claves en mi vida”, la nº1 es “Chica de ayer”. La segunda es “Mediterráneo” de Joan Manuel Serrat y el tercer puesto lo ocupa Nino Bravo con “Un beso y una flor”.

Pero existió otro artista enorme, un “ángel caído del cielo” a quien Fernandisco adoró. Era Joaquín Luqui, con quien hizo El Gran Musical durante 9 años – “un millón y medio de oyentes los domingos a mediodía, algo impensable ya”. Luqui era “un tipo a quien no podías sino adorar. Era espectacular. Un comunicador. El hombre de la música”. Con él compartió infinidad de experiencias, de vivencias y de anécdotas: “En un viaje a Nueva York se había comprado varias bolsas grandes y empezó a coger las revistas del avión y a arrancarlas fotos. La azafata le pidió que no siguiera y Joaquín entonces se metió las revistas enteras en la bolsa”. “Magnífico tipo, sabio… un extraterrestre que venía de otro mundo”.

Luqui y Fernandisco en la terraza de la Cadena SER

Luqui y Fernandisco en la terraza de la Cadena SER

Luqui y Fernandisco en la terraza de la Cadena SER

Luqui y Fernandisco en la terraza de la Cadena SER

Fernandisco también lloró de felicidad. Fue en 1991, en el concierto de celebración del 25º aniversario de Los 40 Principales: “Recuerdo en Madrid fue una auténtica locura, se bloquearon las carreteras, la gente que llegaba al Hipódromo no podía ni aparcar el coche, y lo recuerdo con muchísimo cariño… en aquel entonces en Madrid y Barcelona se metieron unas cien mil personas en cada concierto, recuerdo haber trabajado detrás de la cámara y recuerdo haber visto la cara de felicidad de mucha gente con sus artistas favoritos, recuerdo a Héroes del Silencio, a El Último de la Fila, y se me saltan las lágrimas”.

Pero aún tenía que llegar lo que para él fue “lo más grande del mundo”. En 1998 recibió el Premio Ondas por presentar ‘Del 40 al 1’ en Canal +. “Lo máximo que le pueden dar a alguien. Ha sido el Ondas de mi vida, que se reconozca a un tío presentando vídeos en televisión. Era tal la audiencia del programa, tal locura que había en la calle… aquello fue para… un milagro”.

Fernandisco (Del 40 al 1)

Fernandisco (Del 40 al 1)

Fernandisco (Del 40 al 1)

Fernandisco (Del 40 al 1)

El descomunal éxito de ‘Del 40 al 1’ tuvo también su lado oscuro y angustioso. Se convirtió en “un monstruo que yo no pude dominar… la ropa que me ponía se ponía de moda. Y yo me decía, ‘¿qué cojones es esto?’. El boom no puedes manejarlo. El boom te maneja a ti y te coloca donde te quiere colocar. Vas a hacer cualquier cosa y la gente te grita. Eso fue Del 40 al 1, una auténtica barbaridad”.

Sin duda, Fernandisco vivió una “época bestial” en LOS40. Pero todo transcurría tan deprisa que no pudo disfrutarlo. “Básicos de Aerosmith, de Bon Jovi, de Def Leppard ¿Cómo disfrutas de un ‘Básico’?. No se puede saborear. Va todo a toda leche porque cuando acababas, empiezas el turno, y luego a grabar con una artista”.

Retrato Fernandisco 40 TV (XIII)

Retrato Fernandisco 40 TV (XIII) / Documentación LOS40

Retrato Fernandisco 40 TV (XIII)

Retrato Fernandisco 40 TV (XIII) / Documentación LOS40

Un día, Fernandisco no se despidió diciendo “hasta la semana que viene”. En lugar de eso, dijo: “Hasta siempre. Mas que un sueño, ha sido todo un regalo compartir con todos vosotros”. Por entonces, él ya era el admirado maestro, el “hombrecillo” que había habitado durante dos décadas en el interior de las radios de toda España. El referente de grandes como Tony Aguilar, quien le confesó la noche del estreno de ’40 El Musical’: “si yo estoy aquí ahora mismo es por las horas que me he pasado escuchando a este señor”. La admirada “bestia parda”, la voz que tiraba para atrás, el adorado comunicador. Y lo más extraordinario, el hombre humilde que de niño hablaba en el váter “pensando que algún día esa voz llegaría a escucharse”. Y se escuchó. Y siempre “con Los40 en mi corazón, como no podía ser de otra manera”.

Alicia Sánchez

Periodista en busca de historias chulas del pop...