Yotuel desvela que lo que le dijo Mala Rodríguez cuando le enseñó ‘Prometo olvidarte’: “A mí me pasó”
Y confiesa si realmente baile mejor después de pasar por 'Bailando con las estrellas'
Yotuel Romero está enfocado en su disco en solitario después del éxito arrollador de su documental Patria y Vida que tantas alegrías, pero también polémicas, le está generando.
Como carta de presentación de ese álbum, que tiene pensado lanzar en 2025, ha compartido Prometo olvidarte con Mala Rodríguez del que acaba de lanzar remix junto a Maffio y Arturo Sandoval.
Juntos bailan un poco de mambo en un videoclip que ha dirigido su mujer, Beatriz Luengo. De todo eso hemos podido hablar con él, vía zoom, ahora que está de vuelta en Miami.
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Pregunta: Antes de hablar del remix, cuéntame cuál fue el origen de Prometo olvidarte.
Respuesta: Soy una persona a la que le encanta contar historias ya sean mías, de amigos que me cuentan. Esta es la de un amigo que me contó, me pareció super funny, el hecho de que esa persona hubiera compartido cama con su mejor amiga y lo que más me gustó de esta historia es que ella le dijo, ‘ok, hagámoslo, pero no te enamores de mí’. Era la única condición. Me gusta hacer canciones a momentos y creo que a este momento le faltaba una canción. Ese momento en que dos amigos deciden cruzar los límites y al día siguiente, tan campantes. Y que sea la mujer la que diga, mientras no te enamores de mí, todo es válido.
P: Suena mucho a eso de ‘yo no soy, me han contado’.
R: Si fuera mía la cuento, pero no era historia mía. No es algo que he vivido. Llamé a la Mala y le dije que tenía esta idea que hicimos Bea y yo –la compuse con ella-, y María me dijo, ‘me encanta, además, a mí me pasó y te voy a contar lo que me pasó porque al final yo le dije no te enamores de mí y al final fui yo la que realmente me quedé enamorada de él’. Me pareció muy lindo hacer la canción con ella.
P: Vosotros os conocéis de hace tiempo, ¿recuerdas cómo eran esos inicios en los que coincidíais en los bares?
R: Los dos arrancamos en este negocio de una manera muy natural. Teníamos ganas de contar cosas, de sacar adelante un género en el que nadie creía. Éramos marcianos hace 24 años. Yo escuchaba la música de María cuando estaba en Zona Bruta, Madrid 2000, glorioso momento del movimiento urbano en Madrid porque era completamente desconocido. Eran ganas de amar la música, no había negocio con el hip hop, con el rap o la música urbana latina. Ahora que es la explosión, pero qué lindo cuando trabajas y haces música porque lo necesitas. Fue bonito recordar cuando los dos vivíamos en Madrid y nos veíamos por los bares cantando en sitios para 100 personas y 50 hablando.
P: Hablas con nostalgia de aquella época en la que hacías música por la pasión que te movía. Ahora la escena es muy diferente, ¿cuál has disfrutado más?
R: Ambas. La de antes era más natural, hasta hablando de las compañías que creían en la creatividad del artista, no estaban pensando en números, en este algoritmo que ha venido de bunas a primeras a capitalizar todo y a ser el protagonista de todo y si no entras en el algoritmo, no funcionas. Ahora no funciona una canción porque no ha hecho los números en un día. Esa percepción de la música que había antes, lo único que ha cambiado es en el proceso de paciencia. Los artistas ya no tienen paciencia, se rinden muy rápido. Si no funciona una cosa, hacen otra y si no otra. Yo le decía a la Mala que me siento contento de 24 años después y me paran chavalitos en la calle y me dicen que escucharon Rakatá con Omar Montes y Chavea. Llegar a un público super joven y siguiendo activo en la industria. Hay muchos colegas que ya ni existen en la música. Si seguimos es porque hicimos una música increíble, unos cimientos musicales que iniciaron el género. Hoy en día escucho, sobre todo en España, panas que digo, son hijos míos, todos han mamado Orishas. Desde, ‘vente, camina un poquito porque…’, eso es Orishas.
P: Fuisteis pioneros.
R: Cuando Orishas llega a la música, éramos los raros. Era son mezclado con rap. Después sale La Excepción que son gitanos mezclando. Yo creo que ahora, todo este movimiento urbano que hay en España tienen los cimientos de la música que hizo Orishas, totalmente.
P: Ahora llega el remix con Maffio, desde República Dominicana, ¿por qué recurriste a él y qué ha aportado al tema?
R: Maffio es pana, es amigo y por eso me gustó, porque los amigos somos los únicos que nos podemos decir las cosas de verdad. Si la canción es mala me lo dice y si es buena, también. Él me llamó y me dijo que había escuchado mi canción y que le había encantado, soy fan de la Mala, pero esta canción hay que bailar, hay que meterle mambo porque es una canción típica de garito dominicano. Le mandé las pistas y le gustó lo que hizo Sandoval y le metió. Cuando la escuché yo me puse por la casa a bailar, perfecto. Me encanta cuando bailas una canción que tiene un mensaje bien cabr*n. Hay desgarro ahí, hay un storytelling que cala. Para hacer música lo primero que tienes que hacer es faltarle el respeto a la música, yo soy un falta respeto de la música. Lo que nadie le puede quitar a la música es la viralidad propia de la música. Y así salió el remix.
P: Maffio quería que bailaseis y llega Beatriz a dirigir el vídeo y pone a bailar a la Mala. Tú que la conoces de hace años, ¿ha mejorado su baile tras pasar este año por Bailando con las estrellas?
R: La Mala baile impresionante. Bea es un todoterreno, yo no conozco una mujer en el mundo más impresionante que Bea. Canta como las diosas, dirige como las diosas, escribe como las diosas. No tiene peros y todo cuando se lanza lo hace impresionantemente bien. Me dijo que le encantaba la canción y que me quería presentar una idea. Me estaban presentando propuestas muchos directores de vídeo y ella me dijo, ‘quiero mandarle la mía a Sony, no quiero que elijas la mía porque sea tu esposa’. Me encantó. Me llamó Sony y me dijo que me había llegado una propuesta de Beatriz Luengo impresionante. Me encantó ese momento de no decirme te lo hago sino quiero ser una opción más. El vídeo es espectacular a nivel de coreografía, de baile. Ella quería que la Mala bailara, quería contar esta relación de amigos que viven puerta con puerta y al final abren la pared de la casa y darse cuenta de que siempre estuviste ahí. Ya le dije a Bea que no voy a grabar con más nadie, a partir de ahora me diriges en todos los vídeos. La Mala, después de su paso por el programa de baile es otra, se ha llenado de ritmo. No hay nada en la vida como bailar, te libera de un montón de cosas, es un momento de despojar todo.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...