Oasis: La única vez que el “imbécil arrogante” de Liam Gallagher realmente se asustó
Años después, el cantante tenía una teoría sorprendente: “los dientes me los arrancó con alicates un jodido policía alemán”
Liam Gallagher parecía no temerle a nada ni a nadie. Él mismo cree que siempre fue "un imbécil arrogante". Pero hay un momento en su carrera en el que realmente se asustó. Ocurrió en Munich. En el bar de un hotel de lujo. Al más puro estilo del ‘salvaje oeste’ americano, protagonizó una tremenda pelea. Mesas, sillas, vasos, muebles… y sus dos dientes incisivos volaron por los aires. Fue arrestado y acusado, entre otras cosas, de agresión a la autoridad: le dio una patada a lo Kung-Fu a un policía. Se enfrentaba a dos años de cárcel.
Entre 2002 y 2003, Oasis promocionó su álbum ‘Heathen Chemistry’ con un tour mundial - The Heathen Chemistry World Tour – plagado de importantes percances. Liam Gallagher perdió la voz y Noel tuvo que reemplazarle durante tres actuaciones, un accidente de coche dejó a parte de la banda en el hospital (la etapa norteamericana del recorrido se acortó) y una pelea de bar ocasionó que la gira alemana se suspendiera.
El primer concierto era en Munich, el 1 de Diciembre de 2002. Pero un día antes, el 30 de Noviembre, Liam Gallagher y varios miembros del tour salieron a tomar algo por la ciudad. Entraron en el nightclub del hotel de lujo Bayerischer Hof. Una banda de soul amenizaba la velada de los adinerados clientes. Y, de repente, empezó la pelea. Uno de los clientes, testigo de la bronca, declaró en The Sun: “Escuché un montón de insultos en inglés y entonces reconocí a Liam Gallagher. Estaba siendo muy ofensivo y parecía que señalaba a alguien con el dedo”. La locura se desató cuando uno de los miembros del equipo de Oasis fue empujado y cayó en la mesa de al lado… en la que había cinco italianos.
Mesas, vasos, sillas y muebles volaban de un lado a otro. “Temí por mi vida”, señalaba el testigo en el rotativo inglés. “Estaba aterrado. Vi a Liam Gallagher sin sus dos dientes frontales. Agarró un cenicero metálico…”. También los miembros de la banda de soul contaron su versión en el periódico inglés: “Gallagher era como un animal salvaje. Nunca había visto tanta violencia. Estábamos tocando el hit de los Doobie Brothers 'Long train runnin' y de repente se desató una trifulca al estilo cowboy. No pensaba que fueran estrellas de rock. Creí que eran borrachos que habían tomado demasiados cócteles. Gallagher saltó al escenario con sangre goteando de su boca. Pude ver que le faltaban sus dos dientes incisivos. Estaba enloquecido y gritando mientras agarraba nuestro micrófono de pie, lo giraba sobre su cabeza y lo arrojaba sobre los italianos. Era como el infierno en la tierra. Tocamos 'Easy' de The Commodores para intentar calmar las cosas, pero la noche ya se había arruinado".
La policía irrumpió en el hotel cuando la batalla ya se había desplazado del nightclub al lobby y los clientes huían despavoridos. Liam borracho, fuera de control, seguía peleando. Lanzó una patada, a lo Kung-Fu, “con todas sus fuerzas” a las costillas de un agente armado. Le arrestaron. Fue esposado e introducido en un furgón policial. Seguía gritando y profiriendo insultos. Le acusaron de agresión, de atentar contra la autoridad, resistencia, daños a la propiedad…
No fue el único que acabó en comisaría. Siguieron la misma suerte otros cuatro miembros del equipo de la gira de Oasis - dos músicos y dos hombres de seguridad. Los cinco quedaron bajo custodia policial durante 13 horas. Sus huellas dactilares y fotografías fueron tomadas antes de ser puestos en libertad bajo fianza de 180.000 libras. Liam se enfrentaba a dos años de cárcel. Un portavoz policial declaró que los análisis de sangre mostraron que los ‘camorristas’ estaban extremadamente borrachos. Algunos, como Alan White (que estaba allí aunque no fue detenido), terminaron en el hospital.
No hubo gira alemana. Oasis canceló los conciertos en Munich, Hamburgo, Düsseldorf y Bremen. Junto a su troupe, hicieron las maletas y cogieron un avión de vuelta a Londres. Los daños dentales sufridos por Liam eran peor de lo esperado y tuvo que someterse a una cirugía antes de regresar a los escenarios.
Liam permaneció con los labios herméticamente cerrados durante el vuelo desde Alemania para esconder el destrozo de sus dientes. No habló durante los 90 minutos que duró el viaje. Se comunicaba con la ayuda de gestos y gruñidos. En la cabina de British Airways el capitán había advertido a la tripulación que no le hablaran y pidió a los pasajeros que no le hicieran fotos. La cara de Liam no mostraba signos de la pelea en la cara, pero a veces hacía muecas que parecía de dolor.
Noel Gallagher, que no estaba en el hotel cuando ocurrió la reyerta, estaba furioso con su hermano. Las pérdidas de la banda ascendían a muchos miles de libras en concepto de demandas de los promotores o en pérdidas de ingresos.
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Dieciséis años después, Liam Gallagher concedía una entrevista a The Guardian y recordaba la famosa pelea no sin antes reconocer: “Siempre he sido un imbécil arrogante, incluso cuando trabajaba cavando hoyos para ganarme la vida en Manchester”. Preguntado si había algún momento en su carrera en el que se había sentido asustado o sobrecogido por alguna situación, mencionó la cancelación del tour alemán, su arresto por daños físicos y la multa de 50.000 libras. Lo recordaba así:
“Estábamos sentados a una mesa bajo un balcón y nuestro guardaespaldas nos agarró por el cuello y nos arrastró por encima de la mesa. A continuación, un tipo desde el balcón lanzó un vaso sobre nuestras cabezas. Si no nos hubiera puesto a salvo nuestro hombre de seguridad, podría habernos matado. Y ahí todo se descontroló. Según información reciente, 80 oficiales de policía fueron llamados para sofocar la batalla en la que “los muebles del club fueron reducidos a astillas”. Según la teoría de Liam, esto es lo que pasó realmente con sus dientes: “me los arrancó con alicates un jodido policía alemán mientras estaba inconsciente”, como represalia por su comportamiento en la pelea.
"Si te golpean la boca, la tendrías inflamada, ¿no?. Yo no tuve los labios inflamados. Podía silbar. Creo que lo que pasó es que pateé a un policía. Después de eso, me desperté en la puta cárcel. Así que creo que me dieron un golpe en la cabeza cuando iba en el furgón policial y me arrancaron los dientes. Porque fueron extraídos de forma perfecta. No me caí por las escaleras y se rompieron. Me desperté en una celda, esposado, sin dientes, pero todavía podía silbar y no tenía otras marcas. Eso es lo que pasó".
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Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop