Especial
Por qué Alaska es (posiblemente) el mayor icono del pop en España de los últimos 50 años
El documental ‘Alaska revelada’ repasa ahora su vida y carrera
Al igual que Miguel Ríos es símbolo del rock de los sesenta y setenta y Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina lo son de la canción de autor, Alaska encarna, para una gran mayoría —incluso para los que no son verdaderos aficionados a la música— la imagen del pop que se hace en España desde principios de los ochenta. Por sus discos, su aspecto inigualable, su carisma y su personalidad, Olvido Gara lleva casi cincuenta años portando la bandera de la modernidad… por más que ella piense que no es moderna y que solo traslada a nuestro idioma los sonidos de fuera que le hacen vibrar. En estos días, un documental titulado Alaska revelada repasa la vida y la carrera de la artista natural de México y madrileña por los cuatro costados.
Nacida en el país azteca el 13 de junio de 1963, llegó a España con 10 años, y ya en 1977, con 14, se movía por El Rastro capitalino al lado de otros jóvenes (aunque algo más mayores) que poco después se convertirían en figuras indispensables de la movida madrileña que estaban a punto de fundar. Ese mismo año formó Kaka de Luxe, y en 1979 Alaska y los Pegamoides, con los que Olvidó interpretó temas que forman parte de la historia musical de nuestro país: A quién le importa, Perlas ensangrentadas, Rey del glam, Cómo pudiste hacerme esto a mí, Un hombre de verdad, Mi novio es un zombi…Desde el principio, por su juventud, desparpajo y look, fue centro de todas las miradas, hasta el punto de que en 1984 la contrataron para presentar el programa infantil de televisión La bola de cristal.
Un año antes se había embarcado en Alaska y Dinarama (Dinarama + Alaska en un inicio), junto a dos músicos que la habían acompañado desde los tiempos de Kaka de Luxe: Nacho Canut y Carlos Berlanga. Nuevos éxitos en su discografía proseguirían hasta el final de esa década, cuando junto a Canut montó Fangoria, su proyecto a la postre más longevo y con el que ha sabido mantenerse en primera línea de la actualidad.
Siempre por delante
Alaska hacía punk cuando casi nadia más lo hacía y, como cantante de Fangoria, música electrónica cuando en nuestro país aún no habíamos superado el pop desenfadado de la movida. Con Fangoria ha continuado entregando canciones de singular pegada entre el público, como No sé qué me das, Retorciendo palabras, Miro la vida pasar o Absolutamente. Su música no solo anima a bailar, sino que consta de letras agudas que hacen pensar, lo que ha mantenido intacta su credibilidad como artista. Sigue el camino que le place, sin inclinarse ante modas o imposiciones, y podría ser el ejemplo perfecto a seguir para cualquiera que intente empezar una trayectoria en la música.
Pero Alaska es mucho más: tertuliana que espanta a unos y seduce a otros con sus opiniones, actriz, protagonista de un reality… También, en su papel de diva, y gracias a canciones como A quién le importa, en todo un mito viviente para el colectivo LGTBI+.
En realidad, resulta muy difícil encontrar a alguien a quien no le caiga bien Alaska. Se puede estar de acuerdo o no con sus ideas, su música puede chiflar o causar indiferencia, pero en un altísimo porcentaje el gran público ha sabido apreciar el estilo único e irrepetible de esta mujer a la que ha visto pasar de niña a mujer, sin perder nunca un ápice de su coherencia y fuerte personalidad. Su último disco con Fangoria, el directo ATP / ATL (A todo piano / A todo láser), recién publicado, vuelve a dejar patente que a sus 61 años sigue reinando en el pop español.
Miguel Ángel Bargueño
Es periodista y escritor: ha publicado varios libros sobre música. Aterrizó en el universo de LOS40...