Sergio Peris-Mencheta se sincera sobre las consecuencias de su enfermedad: su estado físico y actual

La vida de Sergio Peris-Macheta cambió hace poco más de un año cuando fue diagnosticado de cáncer. Poco después de recibir esta noticia, confesó el duro momento por el que estaba pasando, transmitiendo a sus seguidores toda la esperanza de superación.

El actor y director de cine ha vivido unos meses de lucha y hospitales en compañía de su familia; y ahora, previo a las fiestas navideñas, ha regresado a España. Un viaje que ha aprovechado para ofrecer su primer entrevista a la periodista Mara Torres en el programa de radio El Faro de La Ser donde ha hablado sobre su estado de salud actual, el trasplante de médula y la larga recuperación que le espera tras haber superado la enfermedad.

"Por dentro estoy muy bien. Todos los resultados son buenos. La enfermedad ha desaparecido y las analíticas son buenas, aunque aún estoy con mucha medicación", aseguraba en la entrevista, donde además confesó que su mayor preocupación era dejar a sus hijos sin padre: "Lo que más miedo me daba era dejarles sin papá. Quería demostrarles a mis hijos que podía sobrevivir. Cuando tu hijo de 10 años te pone una chaqueta para que no pases frío, eso te rompe".

Sergio Peris-Mencheta se sometió a un trasplante de médula el pasado mayo, gracias a la donación de su hermano Yonyon, con quien, a pesar de tener una alta compatibilidad genética, confiesa haber sufrido alguna que otra complicación a la hora de recuperarse: "Voy con una medicación, que yo los llamo los diplomáticos, que tratan de negociar con los glóbulos blancos para que no ataquen algún órgano mío, que es el mayor peligro

Un cambio físico al que adaptarse

El actor, además cuenta los cambios físicos que ha sufrido tras las intervenciones y el tratamiento de quimioterapia, como una notoria pérdida de peso, pérdida de movilidad en las articulaciones y un cambio de tono en su piel. "Pesaba 96 kilos, que es mi peso habitual. Pero llegué a pesar 70. Cuando salí del hospital, parecía que salía de un campo de concentración. Sin pelo. No me reconocía", afirmaba.

Unos cambios a los que se tiene que adaptar tras el trasplante de médula. Ahora tiene un tono de piel más moreno, pero aprovechaba la entrevista para confesar que no ser culpa del sol, sino también de la enfermedad. "El moreno que tengo no es del sol, es porque la piel de mi cara está color minero", confesaba.

Reflexivo y recuperado, Sergio Peris-Mencheta ha vuelto a su vida en España, donde ha tenido la oportunidad de reencontrarse con grandes amigos del cine, a quienes no veía desde su viaje al otro lado del charco.

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