Estas son las pistas sutiles que apuntan a que puedes volverte una persona difícil de tratar con la edad

No hay que hacer siempre caso de ese dicho que asegura que "todo mejora con el tiempo, como el buen vino", especialmente en lo relativo a las personas, que estamos en constante cambio y evolución. Pero en el otro lado, también se suele decir que, con la edad, nuestro carácter se recrudece, pero, por suerte, hay formas de detectar las sutiles señales que denotan cuando una persona va a ir a peor.

Según el psicólogo Lachlan Brown, experto en relaciones humanas, hay cinco señales que pueden alertarte (o a otras personas) de si, con el tiempo, tu carácter se irá volviendo más complicado de llevar:

Las 5 señales que denotan un carácter complicado

Pesimismo constante

Una de las principales red flags en tu personalidad, o en la de los demás, es si te consideras una persona negativa. No se trata, ni mucho menos, en caer en el positivismo tóxico, sino en prestar atención en si juzgas o criticas todo y, sobre todo, en si enfocas las conversaciones y debates en el lado más pesimista; ya que esto puede resultar verdaderamente frustrante para los demás.

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Dominio de las conversaciones

Nadie podría tratar con personas que no saben llevar una conversación y solo hacen monólogos sobre sí mismos. Si, encima, le añades toques de egocentrismo, esto hace la receta perfecta para la soledad, ya que la necesidad de ser el centro de atención y de solo hablar de los problemas de uno mismo sin dejar lugar a los demás para que opinen la convierten en un dominante de la conversación que lleva a otro gran problema: la falta de empatía. Un mal hábito puede hacer que los demás se sientan ignorados e insignificantes.

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Intransigencia

Uno de los mayores obstáculos para mantener cualquier tipo de relación a lo largo del tiempo es que la otra persona sea de lo más obstinada, cerrada de mente o no acepte los cambios. Vivir anclado en el pasado, ya sea a nivel social o tecnológico, este rasgo suele mostrarse sobre todo en los entornos sociales y, además de la tozudez, la intolerancia es difícil de lidiar. "Hace que los que están a tu alrededor se sientan menospreciados y que sus perspectivas e ideas no sean respetadas", explica Brown.

Falta de empatía

Es un rasgo fundamental para mantener relaciones sólidas. Sin ella, corremos el riesgo de aislarnos y, en última instancia, volvernos intolerables para quienes nos rodean. Esta capacidad de entender, respetar y compartir los sentimientos de los demás es un también una de las esencias que más se pierden con la edad y que más se echan de menos, ya que al carecer de esta capacidad, es muy difícil conectar con estas personas.

No respetar los límites

Otra de las señales que van ligadas a la falta de empatía, ya que no respetar estos límites da a entender que tratas de ''minimizar las necesidades'' de otras personas y esto es algo que genera incomodidad, falta de sensibilidad y, por lo tanto, desencadena un ambiente de tensión o malestar en los encuentros sociales.

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