El extraño caso de ‘Vagabond’, el manga que no encuentra final

Vagabond está considerado como uno de los mejores mangas de todos los tiempos, así de entrada. La razón está clara: su autor, Takehiko Inoue, que pone todo su talento en hacer que las viñetas sean lo más impresionantes posible. El exitoso mangaka nunca se consideró un gran artista, pero tenía la inspiración de la historia que quería contar, así que trabajó en ella con toda la pasión posible.

Sin embargo, la obra ha tenido un camino bastante accidentado, con múltiples pausas de larga duración, y actualmente se encuentra en un parón indefinido desde 2015. Y claro, los lectores tienen curiosidad, ¿por qué? El autor sigue trabajando en su otro proyecto, Real, pero no en Vagabond.

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Inoue alcanzó la fama con el lanzamiento de Slam Dunk, uno de los mangas deportivos más influyentes de todos los tiempos. La historia es “ligeramente autobiográfica”, ya que Inoue, al igual que el protagonista de la serie, Hanamichi Sakuragi, se unió al club de baloncesto para ligar y calmar su aburrimiento, pero se enamoró del deporte por el camino.

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Su amor por el baloncesto y la descripción del crecimiento de los personajes a través del deporte es algo que sigue capturando los corazones de los lectores casi treinta años después de finalizar (se publicó de 1990 a 1996, llegando a los 31 tomos).

Slam Dunk fue tan influyente que hizo que el baloncesto pegara un “boom” en Japón, deporte que antes era muy de nicho para toda la nación. Después de que la serie terminara, Inoue probó con otro manga relacionado con el baloncesto, Buzzer Beater, que también triunfó con la crítica, pero ya no conmovió a la población de la misma manera. Era difícil repetir el mismo éxito.

Después de eso, comenzó a leer las novelas de Eiji Yoshikawa que describían las aventuras de Musashi Miyamoto, una figura histórica real, con un toque de ficción, y se enamoró de ellas. Así es como se concibió Vagabond. Inoue tiene la teoría de que los samuráis y los jugadores de baloncesto son bastante similares, ya que ambos odian perder, pero cambió el enfoque de la historia, dirigiendo su nuevo trabajo a un público más adulto.

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La historia sigue al joven Musashi, que todavía está en la búsqueda de la iluminación, y esta búsqueda está llena de sangre e introspección. Comenzó a explorar temas mucho más oscuros, aumentó la complejidad de la escritura y aceptó muchos desafíos artísticos, tratando de hacer justicia a la historia que vive en su cabeza. Con este enfoque, un proyecto nacido de la pasión se convirtió en obsesión.

Inoue, como muchos artistas, tiene su propia escala de perfección, y para él, cada detalle de Vagabond debe elaborarse de la manera más meticulosa. En cambio, el baloncesto es un refugio seguro para él, un tema con el que se siente a gusto, y con el que está más familiarizado, porque lo ha vivido.

Es una de las razones por las que mientras dibujaba Vagabond (1998) empezó el manga Real (1999), que sigue la historia de un grupo de jugadores de baloncesto en silla de ruedas, que también ha sido aclamado por público y crítica a partes iguales.

Real no es una historia simple, trata de muchas experiencias traumáticas. Desde la inferioridad psicológica que sigue a los personajes con discapacidades físicas hasta sus luchas diarias, desde ser marginado hasta encontrar una pasión y trabajar por ella. También está dirigido a la audiencia más adulta, pero trata de algo que Inoue puede llamar su “lugar seguro personal”, el baloncesto.

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¿Está perdida la esperanza de ver más Vagabond? Inoue ha declarado en alguna ocasión que la “investigación” es lo que está detrás del parón actual del manga. La historia no se centra únicamente en las luchas con espada, sino que también explora la vida diaria del protagonista, y no sólo como figura histórica envuelta en mitos misteriosamente exagerados.

Crear un personaje así requiere mucha reflexión y una construcción del mundo con muchos matices, lo que explica por qué la investigación puede ser tan extensa. En una entrevista, allá por el lejano mes de octubre de 2010, Inoue declaró que en aquel momento aún no sabía qué dirección iba a tomar con Vagabond y si quería seguir trabajando en la obra a largo plazo.

Parecía agotado, y casi diez años después del último capítulo publicado (21 de mayo de 2015) tiene pinta de que todavía lo está. Con suerte, algún día encontrará la fuerza para continuar con su obra maestra. Hasta entonces, sin embargo, tendremos que conformarnos con los 327 capítulos que contienen los 37 tomos publicados hasta la fecha.