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La mayoría de los españoles cometen este error muy común: jamás laves las toallas a esta temperatura
Seguro que tú también cometes este fallo
La mayoría de los españoles cometen este error muy común: jamás laves las toallas a esta temperatura / Kinga Krzeminska
En muchos hogares españoles, lavar las toallas a 60 grados se ha convertido en una rutina habitual. Se siente como la forma segura de tener textiles frescos y limpios, y el hábito casi se ha convertido en parte de la vida cotidiana.
Sin embargo, resulta que esa podría no ser la mejor solución. Según expertos en el cuidado de textiles, lavar las toallas a temperaturas tan altas no siempre es necesario y, en algunos casos, puede ser contraproducente.
El error común
Lavar las toallas a 60 grados parece una práctica lógica para eliminar bacterias y mantener la higiene. No obstante, esta temperatura puede desgastar las fibras de las toallas más rápidamente, reduciendo su vida útil y suavidad. Además, el uso frecuente de altas temperaturas puede aumentar el consumo de energía, lo que no es ideal desde el punto de vista económico ni medioambiental.
La experta en cuidado de textiles, Sra. Grøn, sugiere que no siempre es necesario lavar las toallas a 60 grados. "Y de hecho, diría que no siempre es necesario lavar las toallas a 60 grados, y lo digo, aunque a veces me pasa", comenta. En lugar de ello, recomienda lavar las toallas individualmente y considerar lavarlas a temperaturas más bajas, como 40 grados, especialmente si no están visiblemente sucias.
Usa tu sentido del olfato
Una de las filosofías de la Sra. Grøn es utilizar el olfato para decidir si algo necesita un viaje en la lavadora. Si las toallas no tienen un olor desagradable, es posible que no necesiten un lavado a alta temperatura. Además, al elegir detergentes respetuosos con el medio ambiente y utilizarlos de forma eficaz, se puede evitar la necesidad de utilizar productos químicos agresivos para eliminar las manchas.
Beneficios de lavar a temperaturas más bajas
Lavar las toallas a temperaturas más bajas tiene varios beneficios. En primer lugar, ayuda a preservar las fibras de las toallas, manteniéndolas suaves y absorbentes por más tiempo. En segundo lugar, reduce el consumo de energía, lo que es beneficioso tanto para el medio ambiente como para la factura de electricidad. Finalmente, el uso de detergentes ecológicos y eficaces puede garantizar que las toallas queden limpias y frescas sin necesidad de recurrir a temperaturas extremas.
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