Este es el motivo por el que cuando envejeces te acuestas con las gallinas y te despiertas con el gallo

Cada vez que vemos a un amigo o amiga que se va pronto a la cama o alega estar cansado, siempre soltamos eso de ''pareces un/a abuelo/a". Y aunque haya burla y cierta ofensa (a veces) en esos comentarios, lo cierto es que la edad sí tiene que ver en el hecho de que cada vez nos queramos ir antes a dormir. Y mucho.

Sairam Parthasarathy, doctor del Centro de Ciencias del Sueño y el Ritmo Circadiano de la Universidad de Ciencias de la Salud de Arizona (EE.UU.), explica en Medonet que nuestro cerebro sufre también las secuelas del envejecimiento a medida de crecemos y no percibe los estímulos como debería. Además, se vuelve mucho más susceptible a la sensación de fatiga y, por eso, nos cansamos antes.

El mismo especialista enumera algunos de los detalles que nuestros neurotransmisores difuminan o se pierden, como los atardeceres y amaneceres; la luz del Sol, las comidas y la actividad física y mental. Es decir, que las personas mayores no afrontan el tiempo tan bien como sus hijos o nietos porque su cerebro no detecta tan bien las señales del tiempo y esto ayuda a una fatiga más prematura.

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Como afirma Parthasarathy,"a medida que envejecemos, el cerebro comienza a deteriorarse y esto se manifiesta de muchas maneras. Uno de ellos es la fatiga rápida, que resulta de una menor actividad de los neurotransmisores". En cuanto a la razón por la que las personas mayores tienden a despertar más temprano, desde Sleep Fundation señalan que "los adultos mayores son más sensibles a los cambios en la actividad física, la exposición a la luz y la temperatura ambiente, y también tienen mayor riesgo de sufrir problemas de salud y trastornos del sueño".

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