Especial
Denuncian un “genocidio” de perros en Marruecos a causa del Mundial 2030
La científica y activista británica Jane Goodall ha enviado una carta a la FIFA para pedirle que no sea cómplice de “la barbarie” que está teniendo lugar en el país.
Los grandes eventos deportivos constituyen una oportunidad, especialmente desde el punto de vista económico, para aquellos países encargados de su organización. Y dado que el mundo entero fija en ellos su mirada, las autoridades locales hacen todo lo posible para que su imagen sea impoluta de cara a la galería.
Al parecer, los perros callejeros no transmiten esa pulcritud. Y por ello, Marruecos ha decidido eliminar el problema de raíz de cara a la celebración del Mundial de Fútbol de 2030, que el país alauita organizará de forma conjunta con España y Portugal.
Eso es, al menos, lo que ha denunciado la conocida científica y activista por los derechos de los animales Jane Goodall, que ha remitido una carta a la FIFA denunciando que Marruecos tiene previsto acabar con la vida de hasta tres millones de perros callejeros de cara al citado Mundial de 2030.
De no tomar medidas, "la FIFA será cómplice de un acto de barbarie", asegura Goodall
"Estoy consternada por los expedientes detallados que documentan estos actos horribles, la mayoría de los cuales se llevan a cabo de la manera más brutal y cruel imaginable, y sin embargo ustedes parecen ignorarlos", denuncia la activista en su carta. En la misiva, Goodall se pregunta "cómo reaccionarán los fanáticos del fútbol de todo el mundo, muchos de los cuales amantes de los animales, si se enteraran de esto".
Por todo ello, la británica pide a la FIFA "que garantice que se ponga fin a los asesinatos, incluso informando a Marruecos de que su organización del torneo quedará suspendida hasta que así sea", dado que en su opinión "no hay excusa alguna para la terrible campaña de crueldad que se está llevando a cabo en nombre del fútbol". De no tomar medidas, asegura, la FIFA será "cómplice de un acto de barbarie".
Envenenados y acribillados
La carta de Jane Goodall se enmarca en una campaña de la organización Coalición Animal Internacional. Sus responsables aseguran que los perros de Marruecos están siendo envenenados con estricnina, mediante inyecciones directas o a través de alimentos cebados. Además, la campaña sostiene que hombres armados van por las calles disparando a los perros callejeros, lo que provoca que muchos mueran de manera agónica. En ese sentido, recuerdan que existen alternativas éticas para controlar las poblaciones de perros callejeros.
El Islam prohibe tener perros salvo en caso de excepciones como la caza o el cuidado del ganado
Como muchos otros países, Marruecos tiene un problema con los perros callejeros. Miles de ellos deambulan por las calles y carreteras del país, solos o en manada, y a menudo ocasionan problemas al no estar debidamente socializados. Por otra parte, el Islam prohibe tener perros salvo en caso de excepciones como la caza o el cuidado del ganado, lo que hace que muchos ciudadanos los vean con malos ojos. Pese a ello, poco a poco va siendo más habitual ver perros de compañía, sobre todo en las grandes ciudades.