¿Gorro con pompón este invierno? Este es el motivo de que sean un clásico

Cuando llega el invierno las calles se llenan de gente con abrigos, bufandas, plumíferos y cualquier prenda que tenga la característica de ser térmica para aislarnos de las más bajas temperaturas. Otro de los símbolos más representativos de esta estación son, sin duda, los gorros, Concretamente, los gorros con ese característico pompón.

Lo vemos en los escaparates de las tiendas (sean tendencia o no) y muchos tendremos más de uno guardado en casa. Son un complemento mítico de los días más fríos y, sin embargo, no muchos conocen el verdadero origen de esta tendencia.

El (desconocido) origen del gorro con pompón

Esta es la incógnita que ha querido responder el diario británico Daily Express, desde donde explican que los gorros con pompones, aunque llevamos viéndolos (y llevándolos) toda una vida, aparecieron por primera vez mucho tiempo atrás. De hecho, los historiadores sitúan esta inconfundible prenda en el año 790 d. C.

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Uno de los primeros registros que se tienen de este pompón data de la era vikinga en el siglo VIII, a raíz del hallazgo en una granja de Suecia en 1904 de una pequeña estatua del dios nórdico Freyr, que representaba el dios de la paz, la fertilidad, la lluvia y el sol, y que llevaba un sombrero o casco adornado con un pompón.

Pero no solo eso, ya que también se ha descubierto que la infantería de Napoleón usaba pompones para indicar batallones y rangos, lo que ayudaba a distinguir a los soldados en medio del caos de la batalla. No obstante, aún se desconoce si solo era un elemento puramente decorativo, un símbolo de estatus o ambas cosas.

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