Milo J disfruta y hace disfrutar en Madrid con Tini presentando nueva colaboración y su hermano Santino recordando sus orígenes

Tras pasar por el Palau Sant Jordi, le tocaba el turno a Madrid. Si el año pasado Milo J abarrotaba el Palacio de Vistalegre, un año después, hacía sold out en el Palacio de los deportes (antiguo WiZink Center). Ahora, volvía con nuevo disco, 166, que lanzaba el pasado julio. No era la única diferencia entre un concierto y otro.

En esta ocasión, Milo J llegaba con la mayoría de edad cumplida. Con solo 18 años demostraba que tiene un saber estar en el escenario que muchos adultos quisieran para sí. Se le veía relajado, tranquilo y menos serio que la vez anterior.

A las 21h en punto, se apagaban las luces, se levantaban miles de móviles pendientes de su entrada, salía la banda al escenario y a continuación aparecía el argentino con un estilismo parecido al de su gran concierto del estadio de Morón, pero en lugar de blanco, en tono berenjena. Arrancaba con 3 pecados después e invitaba a los allí reunidos a cantar con él: “Te escucho Madrid…”. La primera de muchas interacciones con el público. Es parco en palabras, pero las suficientes para mostrar lo feliz que está con lo que está viviendo.

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Continuaba con Ni Carlos, ni José, Morning, Fla o Yo soy eterno. En ese momento se quitaba la chaqueta, ya había entrado en calor y se quedaba con una camiseta blanca, porque si hablamos de estilismo, es de los que optan por el color block, en ropa y en luces. El rojo, el azul y el naranja fueron los protagonistas de la noche.

Noche de colaboraciones

No faltaron algunas de sus grandes colaboraciones. No dudó en acordarse de Duko cuando cantó Vida de rock, de Eladio Carrión cuando fue el turno de La canción feliz o de Nicki Nicole cuando cantó Dispara. Siempre con las voces de sus compañeros de fondo. También hubo espacio para las de Yamie Safdie, Carencias de cordura y El bolero o para su sesión con Bizarrap, uno de los momentos álgidos del concierto con temas como Toy en el mic, No soy eternoo Fruto.

Alguno, quizás, echo en falta su colaboración con Morad, por eso de estar España y porque ya la había cantado el día anterior en Barcelona.

Hubo tiempo para sus raps imposibles que te dejan sin aire si quieres seguir la letra con él. Para boleros y para trap, entre otros géneros con los que le gusta jugar. Y es que, aunque no es amigo de mucha super producción ni de demasiado histrionismo en sus movimientos, sí ofrece los suficientes para enganchar a su público y darle la variedad que los tiene conectados en todo momento.

Santino, aparición sorpresa

Tras Morocha salió del escenario y en ese momento de incertidumbre, salió al escenario su hermano Santino al que ya escuchamos en su concierto de Morón, pero que no habíamos escuchado en España.

Y lo hizo para interpretar la primera canción de Milo J, Tus vueltas. Eso sí, igual de parco en palabras y movimientos.

Sincera Te, Una bala, A vos, Alioli, Al borde, Antes de los 20, Rincón, I’Am o Penas de antaño se fueron sucediendo ante un público muy joven en su mayoría, con muchos peinados como el suyo y una entrega total y absoluta que respondía cada vez que el argentino dejaba espacio para acompañarle cantando.

Con Tu manta ya vimos todas las linternas encendidas. “Esto es un desafío para los verdaderos fanes”, dijo antes de pasar a Tu paz. Y cuando vi que los allí presentes reconocían la canción, no dudó en lanzar un “os amo” como agradecimiento.

Invitada sorpresa: Tini

Después llegaba la gran sorpresa de la noche. “Voy a cantar un tema que no salió. Lo hace con una increíble persona: Tini”. Y fue entonces cuando su paisana salió al escenario para presentar ese tema inédito. “q lindo compartir música y escenario con vos @milo.j amo mucho esta canción y falta muy poco para q la puedan escuchar<3”, compartía después en sus redes. Todavía no hay fecha para Lo que me causa, pero ya hemos podido escucharla en primicia en la capital.

“Retomando itinerario quiero que apaguen las luces y mi luz seáis vosotros. Llega un tema que en este país le dieron mucho amor y le tengo mucho cariño”, decía mientras se quedaba el escenario a oscuras y el público volvía a encender sus linternas mientras cantaba con él M.A.I.

Paraíso (daña), Buen día, portación de rostro dieron paso a la parte final de show que aceleró el movimiento en el Palacio de los deportes con Rara vez, Milagrosa, la session con Bizarrap y el cierro por todo lo alto: No hago trap. El recinto temblaba del subidón tanto de Milo J como de su público al que la hora y cuarenta minutos de show se le hizo corto y echó un falta una despedida menos brusca, aunque sea algo habitual en él salir así del escenario.

Si con 18 años es capaz de mover así las masas, ¿qué no hará en unos años?

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