Enol abre las puertas de su casa con jardín al público madrileño

"Dormir la siesta en la playa, caminar descalzo, ir a conciertos, cantar a gritos en el coche, nadar en el mediterráneo, conducir de noche, cenar en un mirador, ver películas malas, los atardeceres, el sol, la cerveza recién sacada de la nevera, la ducha antes de salir, el salitre en la piel, la arena en la alfombrilla del coche, comer en casa de abuela, las flores, tumbarsе a ver las estrellas, los ataquеs de risa, las primeras veces, las ferias, los amores de verano, viajar con amigos, los planes improvisados, una casa en un jardín". Acabas de leer la lista de cosas que hace feliz a Enol, y ahora te cuento el concierto que hizo feliz ayer a más de 2.000 personas.

Han pasado 308 días desde que Enol pisó por última vez el escenario de La Riviera de Madrid. Este domingo 16 de febrero, ya casi como en su casa, el artista asturiano volvió a llenar hasta los topes la mítica sala madrileña, en un concierto muy especial donde presentó su álbum más reciente: Una casa con jardín.

Ambientado con un pequeño banco, una farola y tres músicos, Enol repasó diez años de música: paseó por Ocho Estrellas, Te traje flores, cantó esas canciones que no podían faltar y presentó su próximo disco. ¿Podían pedir más sus fans? Y todo ello con un sold out en mayúsculas.

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Peter Pan dio la bienvenida a la cita para dar paso a Las Nubes y Dellafuente. Tampoco faltó su paso atrás en el tiempo para cantar Dile a tu hijo, Éramos dos, La herida, Limón e Inolvidable, aunque esta vez con matices acústicos, acompañado por una guitarra y dejando a un lado el rap que caracteriza en parte algunas de estas canciones.

Autodenominado rapero en sus comienzos, Enol ha evolucionado a una música más pop urbano con canciones pegadizas que no dejan atrás las letras profundas y el sentimiento que lleva casi una década atrayendo a sus fans más fieles: esos que llevan desde el principio, y aquellos que aún siguen descubriéndole. Una carrera en la que cuenta con amigos con los que crecer musicalmente en buena compañía, un hecho que demostró -y no dejó duda- durante la hora y media de espectáculo.

Muy pronto, nueva música

Y hablando de intensidad, como nos gusta, el artista regaló al público una canción de su próximo disco, que saldrá este año. Porque sí, Una casa con jardín solo ha sido el comienzo de una etapa, ya que, como contó, se metió al estudio y salieron más temas de los previstos, y no habrá que esperar demasiado para tener su próximo trabajo. Y lo anuncia con un primer adelanto que dejó a La Riviera en silencio y con la lagrimilla a punto de salir. "La canción que canté ayer en Madrid será la próxima que saque", adelantaba posteriormente en X.

Así, Enol continuó enamorando al público con sus canciones más recientes, entre nervios y emoción, haciendo de Madrid con Sales hoy?, Amalfi, Pide un deseo y Claudia, una de las canciones más especiales de Una casa con jardín, una canción que dedica a su mejor amiga, presente durante el concierto y los momentos más importantes de su vida.

Una larga lista de invitados

La música de Enol continúa atrayendo nombres en la industria. De hecho, hace poco hablábamos de la conquista de Veintiuno a artistas que llenan estadios enteros, como Dani Fernández, y ahora son ellos mismos quienes han querido acompañado a un artista aún en crecimiento en uno de sus conciertos más importantes. Diego Arroyo, vocalista de Veintiuno, se subió al escenario de La Riviera para cantar juntos Acantilado, una canción que desde el pasado septiembre está en nuestra playlist de confianza. Además, confesó a los presentes cómo le descubrió gracias a su canción La Herida, causante de que quisieran contar con su voz para uno de los temas de su disco más reciente. Si no la has escuchado, te la recomiendo sin dudarlo ni un momento.

Narcos comenzó a sonar y las miradas se dirigieron al fondo del escenario por donde apareció Mafalda Cardenal para cantarle al desamor y a la nostalgia a través del pop. Una invitada que dio paso al resto de amigos que quisieron acudir a la gran noche del de Asturias en la capital. Adri Roma, vocalista de Marlon, interpretó Y qué bonito; y Xavibo le acompañó en Una ventana.

Aunque uno de los momentazos de la noche fue protagonizado por la nostalgia con Despistaos y su Física o química, que desde hace meses forma parte de la discografía de Enol en una versión actualizada que comparte con Hens y Walls. Nombres que formaron parte de los invitados de La Riviera, causando los gritos de toda la sala que cantaron la mítica canción sin dejarse ni una letra.

Marmi tampoco faltó a la cita -como no podía ser-, viajó desde Barcelona para cantar Bodas de plata y comenzar a poner el broche final de la noche con la tan esperada Santorini, aunque esta vez sin Beret, el público cantó a coro esa primera versión del tema viral que seguro tarareaste alguna vez durante el verano de 2023.

Serenata puso la nota final al concierto, denominada como "su canción favorita del disco", sonó junto a su compañero de tema Walls, en una mezcla de géneros y energía con la que las puertas de la casa con jardín de Enol se entornaron en un continuará del que, como dice la canción, sí queremos saber su historia.

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