Jordi Évole aplaude el monólogo de entrada de Marc Giró sobre el catalán: “Que esto se haya emitido en la televisión pública española es la hostia”
Un monólogo sobre la lengua por parte de un catalanoparlante
Marc Giró en el Late Xou / JOSEP ECHABURU
La televisión pública no es lo que era. Seguro que esa parte rancia que tenía esta cadena de cabecera habrá pronunciado esta frase en alguna ocasión en los últimos meses. Y es que TVE ha dado un giro a sus contenidos y los ha modernizado, les ha dado una apertura y una cercanía al público juvenil que antes no tenía.
Poco a poco eso se ve reflejado en las audiencias. David Broncano abrió la veda y Marc Giró recogió el testigo con Late Xou. Cada día abre su programa con un monólogo y el de este martes ha sido de lo más aplaudido por muchos y criticado por otros. Es lo que suele suceder cuando el catalán como lengua toma el protagonismo.
Como siempre, partía de un titular: “Unas 570.000 familias llamadas a votar la lengua base para el alumnado de la Comunidad Valenciana”.
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El monólogo sobre el catalán
“Resulta que más de medio millón de familias valencianas han votado estas últimas semanas la lengua en la que quieren que sean educados sus hijos. Así, a voz de pronto, da la sensación de que el gobierno valenciano anima a los padres y madres a que escojan cualquier lengua para sus hijos, como su estuvieran en un supermercado. Que quieres árabe, pues árabe, que yoruba, pues yoruba, alemán, italiano, euskera, finés, francés, educación a la carta en plan, chollo capitalista”, comenzaba exponiendo los hechos.
“Cuando lees bien la noticia, te das cuenta de que las familias solo podrán elegir entre castellano o valenciano. Si quieres que tus hijos aprendan en chino, te jodes. Solo han podido elegir entre valenciano y castellano, así que, una desilusión”, ironizaba.
Las consecuencias de esta decisión también las ha analizado: “Según el sistema que han planteado podría pasar que hubieras escogido llevar a tu criatura a una escuela en la que mayoritariamente se implantan las clases en castellano, pero que a causa de este referéndum diabólico acabe escolarizada en valenciano que es lo que querías evitar cuando la matriculaste”.
Pero tiene claro que “esto no va a pasar porque esta iniciativa lo que pretende es reducir, laminar a la manera nacional católica el valenciano de las aulas”.
Tras esta exposición llegaba su análisis de la situación: “Varias cosas. La primera. Fíjate tú que los valencianos, a lo tonto a lo tonto, han conseguido celebrar un referendum antes que los catalanes, habrá que reconocerles el mérito. Y luego hay que aclarar que el valenciano es una lengua que se parece tanto, pero tanto, tanto, tanto al catalán que no sea que sea catalán. Yo estoy convencido que, si se pareciera más al inglés que al catalán, estos problemas no los estuviéramos teniendo”.
“Más cosas. La resistencia a que el alumnado valenciano aprenda catalán, oye chica, te digo una cosa, eso es confiar muy poco en ellos porque yo estoy convencido de que son muy espabilados. Vamos, tanto o más espabilados que en el resto de la península. Las criaturas valencianas son estándar, les veo perfectamente capacitados. Les veo que pueden con el valenciano, el castellano y con lo que les echen. O qué pasa, ¿qué no les da la cabeza? Hay que confiar en la capacidad intelectual de las nuevas generaciones”, continuaba.
Todo esto le lleva a una conclusión: “Lo que sí compruebo una vez más es que en España sigue habiendo personas que tienen una cierta manía al catalán, a la lengua catalana. Bueno, y al catalán también. Yo es una cosa que he notado por ser desde pequeñe una persona catalanoparlante. Entonces, me gustaría tranquilizar a todas esas personas que sienten animadversión ante los que hablamos catalán. Mucha gente cree que hablamos en catalán adrede para molestar. Y mira, yo, si quisiera molestarte realmente te montaba una cacerolada en la puerta de tu casa, te pinchaba las ruedas del coche, al pasar por tu lado me tiraba un pedo con ancla o tiraba granos de arroz con una cerbatana casera hecha con un boli Bic, pero en España hay mucha gente que no entiende que hablemos en catalán pudiendo decir lo mismo en castellano. Creen que en el fondo el catalán no sirve para nada y que el valenciano es una pérdida de tiempo. Igual que cree Donald Trump que el español, es una lengua que, si sabes inglés, no tiene razón de ser”.
Por si había dudas, ha enumerado. “El catalán sirve para muchísimas cosas, sirve para todo lo que te propongas, pero para todo, todo, todo. El catalán sirve para discutir, para amar, para cuidar, para curar, sirve para consolar, para fabular, para recetar, para sermonear, para guiar, para susurrar, para mentir. El catalán sirve también para recordar, para imaginar, para cocinar, para ayudar, para dar las gracias, para advertir, para gritar, se grita muy bien en catalán. El catalán sirve muy bien para f*llar, se f*lla muy bien en catalán. En catalán puedes pedir una hipoteca, puedes pedir trabajo, puedes pedir limosna, puedes pedir misericordia, puedes pedir… la independencia. Pero puedes también no pedirla en catalán. Es una lengua que sirve para decir adiós, pero también es una lengua que es perfectamente funcional para dar la bienvenida”, terminaba diciendo antes de dar comienzo al programa en esta lengua, en catalán”.
El aplauso de Jordi Évole
Uno de los que han alucinado con que haya podido hablar con esta libertad en la televisión pública ha sido Jordi Évole, otro al que le gusta hablar claro y directo. Para él, este monólogo es la medicina que muchos necesitan.
“Tómese este monólogo cada 8 horas, contra intolerancias varias, principalmente la catalanofobia. Que esto se haya emitido en la televisión pública española es la hostia. VISCA Marc Giró. Visca #LateXou y todo su equipo”, escribía en redes sociales.
Está claro que el debate ha vuelto a salir a la calle. Lo bueno, es que cada uno puede expresar su opinión sin tabúes ni censuras.
