‘Pájaros en la cabeza’, el disco que mostró el lado ingenuo de Amaral, cumple veinte años
Sus singles ‘El universo sobre mí’, ‘Días de verano’ y ‘Marta, Sebas, Guille y los demás’ fueron Nº1 de LOS40

Amaral, en concierto en San José (California), en mayo de 2004. / Tim Mosenfelder
En 2005, Amaral ya eran uno de los grandes del rock español. Tres años antes habían publicado su tercer disco, Estrella de mar, con temas como Sin ti no soy nada, Toda la noche en la calle, Moriría por vos, Salir corriendo y Te necesito,que se unían al catálogo de éxitos anteriores como Cómo hablar o su versión de Nada de nada ,de Cecilia. Además de recorrer España con sus giras, habían teloneado a Bob Dylan (Eva Amaral en solitario, por lesión de Juan Aguirre en una mano) y Lenny Kravitz. Su indiscutible estatus no les libraba, sin embargo, de jugársela con su siguiente trabajo. Pájaros en la cabeza,que así se tituló, se publicó el 14 de marzo de 2005 (hace ahora veinte años) y logró mantener al dúo en su privilegiada posición.
Pájaros en la cabeza fue, en cierto modo, un disco continuista. Eva y Juan aún no habían cedido a la tentación de querer hacerse indies –como harían en Hacia lo salvaje, de 2011— ni al señuelo de introducir elementos electrónicos en sus canciones. Para las labores de producción volvieron a contratar a Cameron Jenkins, responsable del sonido de los dos anteriores trabajos. Sin tratarse, por tanto, de un álbum transgresor, basaba su encanto, una vez más, en la calidad de sus canciones.
Contrariamente a lo que cabría pensar, la enorme repercusión de Estrella de mar (del que se vendieron más de un millón de ejemplares), no generó presión en el dúo. Como explicaron en EL PAÍS, “todo el mundo nos dice: 'Estáis presionadísimos', y no, para nada. Quizá sea la vez que más tranquilos estamos. Cuando coges la guitarra, si la canción no tiene una melodía que te emociona, entonces ya puedes sentir presión o no, que no vas para adelante. Cuando teníamos algo que decir, cuando las canciones nos convencían a nosotros y nos comunicaban cosas, hemos ido para delante".
Combatieron, pues, la dudosa presión a base de canciones. En el repertorio de Pájaros en la cabeza las había poéticas (El universo sobre mí, Esta madrugada, Enamorada), con cierta carga social (como En el río, con mensaje ecologista) e incluso de letras un tanto tontorronas como la de Marta, Sebas, Guille y los demás, a la postre uno de los temas más recordados del álbum y que plasmaba escenas cotidianas de un grupo de amigos: Sebas vuelve a Buenos Aires, lo que deja a Marta taciturna; a la hermana de Carlos la han despedido de su trabajo, Alicia se fue a vivir a Barcelona y Claudia ha tenido un hijo. Más que el texto de una canción parece la transcripción de una ingenua charla de barra de bar, lo que tal vez contribuyó a que conectase tan bien con el público (parece ser que Guille, cuya pista se había perdido, contactó con el grupo tras escuchar su nombre en la canción con objeto de retomar la relación).
Amaral - Marta, Sebas, Guille Y Los Demás
No hubo un disco más vendido en España en 2005 que este, del que se vendieron aquí más de 700.000 copias (más de 900.000 en todo el mundo). Acaparó galardones: tres Premios de la Música y el Ondas al Mejor Álbum del año. En la lista de LOS40, y gracias a esta obra, Amaral fue el grupo que más semanas estuvo en el número uno en 2005: un total de nueve, con dos canciones, El universo sobre mí y Días de verano. Esta última pasó cinco semanas en la primera posición. A principios de 2006 fueron número uno con Marta, Sebas, Guille y los demás.
Los lectores de EL PAÍS y El Mundo eligieron este disco como el mejor de 2005. Y el 5 de junio de aquel año, Eva y Juan ofrecieron un histórico concierto LOS40 Básico en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Al álbum siguió una serie de 41 conciertos por toda España, con Iván Ferreiro como telonero, y una posterior gira por México, Chile y Argentina.