Cuando Bob Dylan destrozó los cánones del folk: ‘Bringing it all back home’ cumple 60 años
Fue la antesala de su polémica actuación en el festival de Newport, donde fue abucheado

Bob Dylan, en la grabación de 'Bringing It All Back Home'. / Michael Ochs Archives
Hay acontecimientos en la historia del rock que en jerga cuñadil podría decirse que marcaron “un antes y un después” y en código de cuñado ilustrado que supusieron “un punto de inflexión”. Que cambiaron no solo la carrera de un artista sino que tuvieron un efecto de brusco volantazo en la historia del rock. Uno de esos momentos clave se produjo cuando Bob Dylan se electrificó; o, mejor dicho, su música. En 1965, el otrora cantautor de folk plasmó en un disco su creciente interés por el rock; ese disco se tituló Bringing it all back home y vio la luz hace ahora sesenta años.
La coyunda de estilos, hoy tan habitual, no lo era tanto a mediados de la década de los sesenta. Los músicos de folk, si por algo se caracterizaban, era por un carácter ciertamente inmovilista: se basaban en los sonidos tradicionales para tratar en sus canciones temáticas de hondo calado, políticas, sociales o de protesta en un sentido amplio. Daban más importancia a las letras que a la música, casi siempre insuflada de instrumentos acústicos. Cuando el rock hizo acto de aparición, se manifestó como una propuesta totalmente diferente: sus letras eran a menudo intrascendentes, pero su ritmo inducía a la fiesta, al sexo y a la rebeldía juvenil.
Dylan, nacido en Duluth (Minesota) en 1941, había destacado en sus primeros discos como un joven y brillante exponente del primer compartimento. Sus ídolos eran maestros del folk como Pete Seeger y Woody Guthrie y se había hecho un hueco en los bares de cantautores de Greenwich Village, en Nueva York. Simultaneamente, bandas de rock, en Estados Unidos y Reino Unido, empezaban a instaurar un nuevo lenguaje con el que lograban conectar fácilmente con el público más joven, que no tenía tanto interés por la canción protesta como por pasarlo bien y experimentar los excesos propios de la edad.
Resultó que en 1964, Dylan y la cantautora Joan Baez, con la que mantenía una relación, pasaron un tiempo en la casa que el mánager del primero, Albert Grossman, poseía en el pueblo de Woodstock, cerca de Nueva York. A su regreso, el ínclito Bob tuvo un encuentro con The Beatles, máximos representantes del rock, en un hotel de la Gran Manzana. Aquella reunión de rivales musicales podría haber terminado mal, pero fue altamente enriquecedora para ambas partes. The Beatles se dieron cuenta de que las letras del rock podían ser más sesudas y Bob Dylan comprendió que aderezar su música con guitarras eléctricas era la evolución lógica a la que estaba destinado. También por esas fechas había coincidido con el rockero Johnny Cash, con quien había iniciado una franca amistad.
De modo que en enero de 1965, Dylan se encerró en un estudio de Nueva York para grabar su siguiente disco con el productor Tom Wilson como cómplice. Ambos tenían claro que la mezcla de folk y rock (el folk-rock) era el camino a seguir. Wilson fue, poco después, quien electrificó el tema The sound of silence, de Simon & Garfunkel, añadiendo guitarras de rock y batería a la melosa versión original.
Bob Dylan - Subterranean Homesick Blues (Official Video)
Bringing it all back home fue el manual de instrucciones del folk-rock. La primera cara del vinilo contenía siete temas de rock y la segunda, cuatro en formato acústico. En el lado A, el corte Subterranean homesick blues se convirtió en el primer éxito en listas de Dylan: halló hueco entre los cuarenta sencillos más vendidos en Estados Unidos. Del lado B, Mr. Tambourine man fue la canción más representativa, hasta el punto de que The Byrds la grabaron como un tema de rock que salió publicado tan solo un mes después. El álbum, que alcanzó la sexta posición en la lista de Billboard, fue el más vendido de Dylan hasta la fecha (en Reino Unido llegó al primer puesto). Aun sí, los forofos del folk (los folkrofos) se rasgaron las vestiduras: ¡Dylan abandonaba su cuartel! ¡Intolerable!
Luego vendrían los conciertos de presentación del disco, siendo el ofrecido en julio en el festival de Newport el más sonado: en un evento puramente folk, Dylan, que era cabeza de cartel, ¡apareció acompañado de una banda de rock! Tal abucheo se llevó, que después de tres canciones se vio obligado a abandonar el escenario. Los folkies le pusieron la cruz, pero nació el Bob Dylan del rock and roll del que tantos aprendieron y que muchos seguimos admirando.