Jesús Calleja y la pregunta directa a The Grefg por su nuevo tipo de contenido: “¿Qué queréis, j*derme la vida?”

El miércoles pasado vimos como Jesús Calleja llevaba a Nepal a Sandra Barneda, Carlos Latre, Antonio Orozco y Ágatha Ruiz de la Prada. Esta semana, los dos primeros han dicho adiós a la aventura, no sin antes someterse a nuevos retos como tirarse de la tirolina con más desnivel del mundo o enfrentarse a la forma de entender la muerte en el país.

Dos se han ido y dos han llegado. Omar Montes y The Grefg tomaban el testigo de la periodista y el humorista para seguir con la aventura. Calleja tenía especial interés en conocer la historia del streamer que acumula tantísimos seguidores en sus plataformas.

Llegó diciendo que en este viaje prefería ser David a The Grefg y contó que es de un pueblo de Murcia donde sus padres trabajan en la fábrica que da empleo a la mitad de los vecinos. Estudió hasta bachiller y poco a poco se fue centrando en lo que le apasionaba sin que sus padres tuvieran muy claro qué hacía tantas horas encerrado en su habitación.

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Lo que gana un streamer como The Grefg

Jesús Calleja no conoce mucho su mundo, o eso hizo creer, y quiso que David desvelara cuánto cobra. “El dinero, como muchas cosas buenas en la vida quiere decir cuánto impacto estás teniendo. En YouTube cobras una cantidad cada 1000 visitas, puedes cobrar 1 o 2 euros depende de la época, depende de las visitas totales, depende de los países que te vean. El vídeo más visto de mi canal, que tiene más de 30 millones de visitas, te puedo decir lo que ha generado. Es una canción, tiene 35 millones de visitas que ha generado 14.000 euros”, desvelaba.

Contaba que plataformas como Instagram, Twitter o TikTok, “realmente monetizan una mierda. Realmente las plataformas que ingresan por publicidad, por las visitas, es youtube o por los directos en Twitch. ¿Pero qué pasa? Que por la repercusión que tienes, te contactan marcas y te dicen, oye, tenemos este nuevo juego, ¿te mola para hacer una colaboración? Nuestra vía de ingresos puede ser por los anuncios, pero también las colaboraciones”.

Pero Jesús estaba empeñado en saber cifras concretas, algo que generaba reticencias en David que considera que puede suponer un problema para la gente saber que puede estar ingresando cantidades de seis o siete cifras.

“Considero que he intentado tener siempre los pies en el suelo. Cuando eres joven, tienes repercusión y ganas dinero es imposible no equivocarte en algo y cagarla, pero creo que en los momentos que lo he hecho he salido y he dicho, lo siento, soy un gilip*llas, lo siento”, aseguraba cuando Jesús le preguntaba si se le había subido a la cabeza esa repercusión.

El debate sobre Andorra

Contó que se fue a Andorra nada más cumplir los 18, un tema que siempre ha generado debate. Son muchos los influencers que han cambiado su residencia al principado para no pagar impuestos en España. Lleva allí ocho años y “el motivo, a día de hoy, por el que sigo estando ahí no es por un motivo económico, sino que es porque allí tengo ya mi círculo, mi gente”.

Explicaba que cuando se tiene su nivel de ingresos, en España tienen que pagar el 50% de lo que ganan, mientras que en Andorra están en torno al 10%.

“¿Qué queréis, quitarme ya la audiencia y j*derme la vida?”, le preguntaba directamente tras hacer alusión de que muchos streamers como él o Plex están dando un giro a sus contenidos y están pasando de los videojuegos a los viajes. “Queremos jubilarte, Jesús, da paso a las nuevas generaciones. Cuando tenga 60 años me gustaría decir, he vivido tantas cosas como Jesús Calleja yo creo que será una buena señal”, le respondía.

La polémica de la DANA

Durante una de las comidas en grupo, salía el tema de la repercusión que tienen y la influencia en, sobre todo, gente muy joven. David admitía que está empezando a ser consciente. Omar Montes no era consciente de la polémica de su compañero durante la pandemia y él lo resumía.

“Hice un directo benéfico para Valencia, para todos los afectados y un chico dijo que había muchos fallecidos en cierto lugar y lo leí, pero sin lanzar ninguna afirmación. Imagínate en un directo de 10, 11 horas, la de comentarios que hay”, contaba, “algunos medios se olvidaron de toda la buena intención con la que hice el directo, es algo típico que, a nosotros, en los medios más tradicionales, no nos tengan como mucho cariño".

“¿Vosotros creéis que los medios nos cuentan la verdad?”. Según Calleja esa fue la pregunta que sentó mal a los que, como él, se consideran medios tradicionales, “y precisamente en las redes es donde están los bulos y están las influencias. Si tú no hubieras dicho eso te hubieras evitado el problema”.

The Grefg insistía en que, hoy en día, desconfía de todo y no sabe que creer, y Jesús le recordaba que hay que acudir a las fuentes oficiales y no a las conspiranoicas.

Un viaje en el que los personajes a los que estamos acostumbrados nos muestran otra cara.