ChatGPT ahora ilustra pero... ¿a qué precio? Esto es lo que pasa con las imágenes que subes
El 'movimiento Ghibli' ha generado muchas preguntas.

El clásico meme pero con estilo Studio Ghibli.
Si alguna vez te has preguntado cómo te verías en una película de Studio Ghibli, la inteligencia artificial ahora tiene la respuesta. OpenAI ha lanzado una nueva función en ChatGPT que permite a los usuarios transformar sus fotos en ilustraciones y es tan fácil como pedirle a ChatGPT que interprete tu fotografía como una ilustración de Studio Ghibli, sin más.
Por supuesto, esas ilustraciones 'a la Ghibli' se han convertido en el primer movimiento viral que ha habido ha girado en torno a la capacidad "artística" de la IA y, claro, ‘internet’ ha enloquecido.
Desde retratos familiares, pasando por fotos históricas, hasta memes icónicos, la gente no ha tardado en experimentar con esta herramienta y compartir los resultados. Pero, como siempre que la IA entra en el mundo del arte, también han surgido preguntas: ¿qué tan mágico es este proceso? ¿Qué recursos consume? ¿Y, sobre todo, ¡qué pasa con nuestra privacidad!
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La magia detrás del pincel digital
La clave de esta función está en los modelos de inteligencia artificial entrenados con una enorme cantidad de imágenes. Estos modelos analizan formas, colores y patrones para replicar fielmente el estilo de Ghibli en cualquier imagen que se les entregue. Así que, aunque parezca que un pequeño Miyazaki está dibujando tu retrato, en realidad es un sistema complejo de redes neuronales el que está haciendo el trabajo sucio (y muy rápidamente, por cierto).
Pero no todo es un camino de flores y gatos mágicos. Detrás de esta tecnología hay un gasto considerable de recursos energéticos y computacionales. Crear una imagen con IA puede parecer una tarea ligera, pero la realidad es que cada generación de imagen implica enormes centros de datos procesando millones de cálculos en cuestión de segundos. Estos servidores requieren electricidad para funcionar y sistemas de refrigeración para evitar el sobrecalentamiento. El uso masivo de IA podría generar una huella de carbono de gran impacto si no se gestiona con energías renovables.
Sam Altman, CEO de OpenAI, ha reconocido que entrenar y operar estos modelos requiere cantidades significativas de electricidad y potencia de procesamiento. Y si bien la IA es maravillosa, no es precisamente eco-friendly.
Este es un punto crucial a debatir: ¿estamos dispuestos a asumir este costo ambiental por ilustraciones instantáneas? La inteligencia artificial es un avance fascinante, pero también nos obliga a reflexionar sobre su impacto ecológico y la necesidad de encontrar soluciones sostenibles.
¿Qué pasa con las imágenes que subo?
Y aquí llega la pregunta del millón: ¿Qué pasa con las imágenes que subo? Cuando nos topamos con la privacidad, tenemos que ponernos serios. Enviar tu foto a una IA para que la reinterprete es, en esencia, compartir un pedazo de tu identidad con una máquina.
OpenAI ha asegurado que no almacena indefinidamente las imágenes ni las usa para entrenar modelos sin permiso explícito. Pero las fotos sí pueden ser analizadas temporalmente para procesar la solicitud y mejorar la experiencia del usuario. Esto deja abierta la duda sobre cuánto tiempo se retienen y qué garantías existen de que realmente desaparezcan.
Por supuesto, si tu sueño es verte como un personaje de "Mi vecino Totoro", adelante, pero quizás sea prudente evitar compartir fotos con datos sensibles. No vaya a ser que un día te encuentres con tu propio rostro en un anuncio de sopa instantánea online creado con IA sin haber dado permiso.

Ben Affleck con el estilo de Ghibli

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IA VS. Artistas humanos
Otro de los grandes debates que ha generado esta tecnología es su impacto en el empleo. La inteligencia artificial es capaz de realizar tareas que antes solo podían hacer ilustradores, diseñadores y artistas gráficos. A medida que estas herramientas se perfeccionan, la demanda de trabajo humano en ciertas áreas podría disminuir y disminuirá drásticamente.
Si la IA puede producir una ilustración en segundos y sin coste adicional, ¿qué significa esto para los miles de profesionales del arte digital? La automatización no es un fenómeno nuevo, pero su aceleración en el campo creativo ha generado una preocupación válida sobre el futuro del empleo en la industria.

Oppenheimer y Steve Jobs no se han librado del pincel de Chat GPT

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Este dilema no es solo para los artistas. Traductores, redactores, programadores y muchas otras profesiones también están viendo cómo la IA invade su espacio laboral. La pregunta clave es: ¿debería la tecnología complementar el trabajo humano en lugar de reemplazarlo? Y si la respuesta es afirmativa, ¿cómo regulamos este avance para proteger a los trabajadores?
La belleza y el caos de la IA
La nueva función de ChatGPT es una maravilla tecnológica y una herramienta creativa increíblemente divertida. Nos permite jugar con nuestra imagen y sumergirnos en un universo visual que antes estaba reservado solo para los artistas más talentosos. Pero, como en toda buena historia de Ghibli, también hay una reflexión profunda sobre la tecnología, el consumo de recursos, el impacto en la parte humana de la industria y la privacidad.
Así que, si decides saltarte la mente de Miyazaki para crear en una versión animada de ti mismo, hazlo con alegría, pero con cabeza y pensando en todo lo que hay en marcha entre bambalinas, porque tarde o temprano empezarán a llegar las facturas.
Luis J. Merino
Técnico de sonido, melómano y amante de los dos pilares fundamentales del entretenimiento: cómic y videojuegos....