Belén Rodriguez habla tras su lucha contra el cáncer: "No me pudieron operar porque estaba muy avanzado"
La colaboradora ha vuelto al trabajo después de cinco meses

Belén Rodríguez en 'Fiesta' / Telecinco
Han pasado casi cinco meses desde que las rotativas de la prensa del corazón se paraban al conocerse la retirada de Belén Rodriguez de todos los platós. Una de las colaboradoras más queridas en televisión revelaba una noticia con la que nos dejaba de piedra: había sido diagnosticada de un cáncer maligno de garganta y empezaba el tratamiento para enfrentarse con valentía y determinación.
Desde entonces ha estado luchando contra este tumor que el pasado 16 de febrero le dio un susto: había tenido que ser ingresada tras recibir la última quimio y no sentarle muy bien. No obstante, después de la tormenta llega la calma y cinco meses después empieza a retomar su vida y lo hace volviendo a su trabajo.
Lo ha hecho este fin de semana volviendo al plató de Fiesta donde, sin poder contener las lágrimas, al igual que Emma García, se ha sincerado como nunca sobre su enfermedad y ha dado la última hora sobre su recuperación. "Pensaba que estaba mejor anímicamente, pero estoy como triste. Ha sido entrar aquí y me he desubicado. Me ha dado como un bajón. Es la primera actividad que hago", reconocía, confesando que las últimas semanas no habían sido fáciles tras contagiarse de un "virus de estómago" con el que creía que se iba a morir. "He sufrido mucho durante los últimos 15 días de tratamiento con el dolor, con los alimentos, perdí el gusto... estaba en el camino, como que ya me voy a recuperar, y ahora otra vez vuelvo a lo mismo".
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Las dos opciones de Belén Rodríguez a la hora de enfrentarse al cáncer
Echando la vista atrás, Belén Rodríguez ha explicado que le costó ser consciente de todo lo que le estaba pasando, quizás por desconocimiento: "Me hicieron la biopsia y no me pudieron operar porque estaba muy avanzado, era un estado 3, sobrepasaba la laringe. Me hubieran tenido que quitar la laringe entera, con una traqueotomía. Así me lo dijeron. Y eso no fue una opción, no lo hubiera hecho", detallaba. Entonces pasó la opción B. "treinta y cinco sesiones de radioterapia y tres de quimioterapia. Yo no me he hecho la fuerte. Simplemente, ese era mi mundo. Me cogía mi autobús y me iba a la Fundación Jiménez Díaz", ha recordado.
Sin duda han sido cinco meses de incertidumbre y dolor en los que ha asegurado que "ha tenido mucho miedo": "No puedo llorar y lo necesito. He estado fuerte esta temporada porque necesitaba curarme, pero ahora, cuando ha acabado todo, me he derrumbado".