Frank Cuesta se enfrenta a uno de los momentos más duros de su vida: "Probablemente acabe deportado o en la cárcel"
Cuesta ha anunciado su retirada pública en YouTube

Frank Cuesta, en la presentación de un programa especial de Wild Frank en 2018 / Europa Press Entertainment
No son buenos momentos para Frank Cuesta. Su estancia en Tailandia empieza a hacerse cuesta arriba, y es que su disputa con su exmujer Yuyee, no es lo único que le tiene la cabeza ocupada. El santuario Libertad por el que le acusan de tener animales protegidos de manera ilegal sigue dando de qué hablar y, semanas después de reabrir el caso, ha sido él mismo quien ha hecho uno ed los anuncios más duros de su vida.
"Es uno de los vídeos más duros que he hecho y que haré en mi vida. Anímicamente, no estoy bien, estoy jodido, mucho. Tengo que dar un paso atrás, no porque quiera o porque sea necesario, sino porque no estoy donde tengo que estar ahora mismo; ni en mi mente, ni en mi ilusión, ni en motivación".
"Esto no es algo que diga para echarle la culpa a nadie. Aquí el culpable de todo lo que me pase a mí o a mi entorno, soy yo", continuaba Frank, muy dolido por todo el hate que ha recibido en los últimos meses, y que le han llevado a pensar en esta decisión en "las últimas semanas".

El que acompañase a Plex en la entrada de La Velada ha asegurado que esta situación puede acabar muy mal y que antes de que eso pase, prefiere dar un paso atrás: "No soy un mal tío, ni soy tacaño, ni una mala persona en el sentido de dinero o ayuda, pero todo se ha tornado de una manera tan fea que, probablemente, como le dijeron a mis hijos, termine deportado o tirado en la cárcel como un perro. Por eso voy a dejar de estar de cara al público, de cara a la gente, a las redes sociales, de vídeos... porque está afectando muchísimo
Frank Cuesta, sus últimos pasos en Tailandia
Finalmente, sus últimos pasos tiene claro que serán fuera de Tailandia: "Me tengo que ir del país. Esto me puede reventar del todo", puntualizaba. Así pues, que diga adiós a la que ha sido su casa no quiere decir que también sea adiós a su santuario: "Tiene cuatro años, compramos la tierra y esto queda para mis hijos y para Paloma. Lo que puedo hacer es seguir estando ahí por mi ego o por mis ganas de hacer cosas, en ese sentido de estar delante de la cámara", explicaba.
"Seguramente un día hable de todo lo que ha pasado aquí, o no. Pero el día que pueda hacerlo libremente la gente se sorprenderá de lo que he tenido que pasar en el último año", terminaba diciendo.