Psicodelia tras el éxito de ‘Purple rain’: 40 años de ‘Around the world in a day’, de Prince
Su séptimo álbum vio la luz el 22 de abril de 1985

Prince, en concierto, en 1985. / Brian Rasic
El escalonado ascenso al estrellato de Prince había tocado techo en 1984 con el estreno de la película Purple rain y el lanzamiento de su correspondiente disco, el cual se había convertido en el primer número uno en la lista de ventas de Billboard, en Estados Unidos, de la ya entonces extensa carrera del músico de Mineápolis. Solo dos semanas después de haber terminado la gira de ese álbum, sorprendió a todo el mundo con un nuevo trabajo, completamente distinto: Around the world in a day. Vio la luz el 22 de abril de 1985, hace ahora cuarenta años.
No debe asociarse el enorme impacto de Purple rain con el brusco cambio de Around the world…, pues este había empezado a grabarse antes incluso de que la famosa película llegase a los cines. Pero, ciertamente, el cambio estaba ahí: Around the world…, disco que hacía el número siete en su trayectoria, podía llegar a confundir al fan que había gozado con las obras más recientes (también con 1999, de 1982), puesto que presentaba un repertorio muy diverso, en el que cada canción tenía poco que ver con la anterior, y una atmósfera nueva en su discografía, cercana a la psicodelia.
No era, pese a todo, un disco raro. Contenía temas que tocaron enseguida la fibra del oyente, como Paisley Park, Raspberry beret o Pop life.Sí que fue inusual la estrategia que él y su discográfica siguieron en relación con el lanzamiento de sencillos, pues, al contrario de lo que ocurría entonces (y en parte sigue sucediendo), no se estrenó ninguno hasta un mes después de la publicación del álbum. Con todo, Raspberry beret y Pop life llegaron al top diez de los singles más vendidos en Estados Unidos, y el álbum al número uno (se despacharon allí dos millones de copias).
¿Por qué le dio a Prince por la psicodelia para este disco? Parece que estaba en esos días muy atento a un movimiento musical que a principios de los ochenta se dio en Los Ángeles y que se llamó Paisley underground: agrupaba a bandas que mezclaban rock psicodélico y algo de las melodías garajeras de grupos de los sesenta como Love. Algunos pensaron que Prince, fanático del rock desde muy joven, había querido emular a The Beatles en Sgt. Pepper’s lonely hearts club band (1967), tanto por la diversidad de sonidos como por el colorido de su portada. Con respecto a la cubierta, el propio Prince negó esa influencia, alegando que la razón de reunir en la imagen un plantel de personajes en medio de un gran despliegue cromático solo obedecía a que estaba harto de verse a sí mismo en todas en las portadas de sus discos.

Lo cierto es que el concepto de Paisley Park le marcó tanto como para que el nombre sirviera también para bautizar su sello discográfico (Paisley Park Records), que editó este disco como filial de Warner Bros. Records, e incluso sus instalaciones de trabajo (Paisley Park Studios), ubicadas en Chanhassen (Minesota).
Aunque el público supo ver que varias de las canciones del álbum merecían mucho la pena —de hecho, las antes citadas pasaron a ser imprescindibles en sus setlists—,hubo quien le acusó de no hablar realmente de nada en las letras (que en ocasiones podían percibirse como demasiado crípticas). Sobre este particular, Prince se defendió declarando que no quería dárselas de visionario y que todo el mundo tenía un Paisley Park en su interior (frase que, por cierto, tampoco despejaba muchas dudas).
De modo que, aunque arriesgado, Around the world…funcionó y contribuyó a mantener a Prince en su trono unos años más. “Creo que lo más inteligente que he hecho fue lanzar Around the world… justo después de terminar Purple rain”, declaró a Rolling Stone en 1985. “No quería esperar a ver qué pasaba con Purple rain. Y esa es la razón por la que ambos discos suenan completamente diferentes”. Y una vez más, el Príncipe acertó.